Silbon: la tienda de ropa que nació en casa de la abuela
La firma de moda cordobesa cumple una década, con una facturación de más de 10 millones y una rápida expansión física y digital
Hace justo 10 años, Pablo López (Córdoba, 1980) se encontraba enfrascado en adecentar un antiguo piso del centro de Córdoba, propiedad de su abuela, para poder acoger las 30 americanas que había encargado junto con su socio, Rafael Díaz, a un fabricante de la vecina ciudad de Granada. Así echó a andar Silbon, un sueño empresarial entonces incierto enraizado en la herencia familiar dejada por su abuelo sastre. Con 3.000 euros de inversión inicial y sin experiencia en el sector, "los comienzos fueron una odisea", recuerda el consejero delegado sobre los orígenes de esta firma de moda masculina nacida en Córdoba en 2010 que celebra su primer decenio.
"Nuestra estrategia fue intentar parecer más de lo que éramos. Arreglamos el salón de la casa de mi abuela y lo que podía parecer algo de aficionados —vendíamos chaquetas en un piso particular—, lo convertimos en un showroom privado con cita previa que parecía mucho más exclusivo", recuerda López.
Hoy Silbon, encara su décimo aniversario con un crecimiento de Ebitda del 100% con respecto a 2018, y una facturación neta superior a los 10 millones de euros, un 40% más que el ejercicio anterior. "Con un Ebitda de 700.000 euros el balance es muy positivo, estamos en un sector de crecimiento plano, por lo que estos datos nos dan mucha confianza y nos animan a seguir creciendo, muy apoyados en la venta digital", reconoce López. "Siempre tuvimos la idea clara de hacer algo grande", por lo que el primer gran gasto que afrontó este auditor, que comenzó su carrera profesional en firmas como Deloitte y los grupos Sánchez Ramade y Montealto, fue la apertura de su primera tienda física en Córdoba en 2010 y la tienda online en 2011. Consciente de que la multicanalidad es uno de los pilares fundamentales de la entidad, López asegura que siempre apostaron "muy fuerte por el negocio digital". "En 10 años el panorama ha cambiado por completo, pero en 2011 aún no había explotado la venta online en moda. Abrimos casi a la vez que Inditex y hoy por hoy no tenemos nada que envidiarle", asegura el consejero delegado.
Silbon facturó el pasado ejercicio 2,1 millones de euros a través de Internet, lo que supuso el 28% de la facturación total de la compañía —"una de cada cuatro prendas se vende por la Red—", asegura López. El crecimiento actual de la facturación en este canal es del 72%. No obstante, esta línea de negocio camina en paralelo a la expansión geográfica con la apertura de tiendas físicas: "Hemos comprobado que el 80% de las ventas por Internet se produce en provincias donde contamos con tiendas presenciales. Es un refuerzo que ofrece confianza al cliente", explica.
Con una plantilla en torno al centenar de personas y presencia en 16 ciudades españolas y siete corners de El Corte Inglés, Silbon dio el salto internacional en 2018 con una tienda en París —desde donde poder abrirse al mercado online francés—, mientras que para este 2020 tiene previsión de abrir cinco nuevos puntos de venta en la zona sur y centro de España; así como continuar con la internacionalización de la marca levantando la persiana por primera vez en Portugal. A excepción de dos franquicias en Tenerife y Sevilla, el resto de tiendas Silbon son propias. Del mismo modo, prevé crecer en el mercado digital con la entrada en la web de El Corte Inglés el próximo mes de febrero, y en Amazon.
El primer punto de venta outlet de la firma, que se ubicará en Córdoba, donde se encuentra la tienda madre de Silbon, y el inicio de nuevas líneas de negocio en hogar y ropa deportiva (en 2019 comenzaron con una colección de ciclismo y en 2020 se lanzará otra enfocada al running) completarán un 2020 en el que Pablo López confía tener un crecimiento en torno al 35%. "Es un reto importante, pero lo haremos de manera moderada y cabal", sostiene.
El nivel de tecnologización y posicionamiento de la marca en Google, asociado con el concepto preppy de la firma —"ropa clásica actualizada a las tendencias del momento", aclara López—, son las claves sobre las que pivota la filosofía de Silbon, que nació atrayendo a un cliente maduro —jóvenes profesionales de entre 27 y 35 años— y que ahora ha ampliado su abanico a todos los sectores. "Nuestra prenda fetiche siempre fue la americana, pero ahora hemos diversificado y comenzado a apostar por sudaderas, camisetas y un estilo más deportivo. La forma de vestir también ha cambiado en estos 10 años y, aunque partimos en los inicios trabajando sobre nuestros gustos personales, el cliente es soberano y nos hemos ido actualizando en función de la demanda", explica el directivo, para quien su máxima sigue siendo "la producción de cercanía y la apuesta por la calidad". "Silbon es ya una imagen de marca que la gente se ha creído y no lo podemos perder de vista", asegura.
Control de precios
La compañía fabrica un 40% en España y el resto en Portugal (un 30%) y Asia (otro 30%). Su reto es mantener la calidad "a unos precios razonables", lo que les permite asegurar "el estilo Silbon", que, según Pablo López, está asociado por el público con la elegancia.
Silbon, que se encarga también de vestir a los equipos de fútbol de la Real Sociedad y Real Valladolid fuera del campo, celebra ahora su primera década en el sector de la moda masculina y asegura que lo hace con un claro compromiso en materia de responsabilidad social corporativa. En este sentido, está desarrollando iniciativas de carácter solidario, "mostrando el lado humano de la actividad empresarial", asegura López. La última de ellas se desarrolla junto con la Fundación Vicente Ferrer en la India, en donde Silbon construirá una aldea para un total de 24 madres y sus familias. Contará también con un centro educativo y todas las condiciones necesarias para el desarrollo de una vida digna.
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