Los pensionistas vascos exigen al nuevo Gobierno que elimine la reforma laboral y de pensiones

Los jubilados que lunes tras lunes acudían a las puertas del Ayuntamiento de Bilbao sin importarles el frío o la lluvia han cumplido esta semana dos años de protestas en favor del sistema de pensiones. La concentración, convocada a dos días del aniversario exacto del primer encuentro frente al Consistorio, ha transcurrido este lunes bajo un clima agradable y con un acontecimiento clave planeando sobre sus pancartas y proclamas: el nuevo Gobierno.

El colectivo, que reclama que la pensión mínima sea de 1.080 euros mensuales —actualmente se encuentra entre 597 y 845 euros—, el incremento del salario mínimo interprofesional a 1.200 o la igualdad laboral entre hombres y mujeres, han lanzado un mensaje claro de aviso al Ejecutivo que este lunes ha prometido sus cargos ante el Rey. Los discursos de las plataformas convocantes, que han reunido a cientos de personas junto a la ría de Bilbao, han aplaudido al "Gobierno progresista" que integran en coalición el PSOE y Unidas Podemos con el apoyo de otras formaciones. En cambio, han censurado la "ambigüedad y falta de concreción" hacia cuestiones como la derogación de la reforma laboral y de pensiones aplicada por el socialista Zapatero en 2010 y 2011, una reivindicación troncal del movimiento, pues facilitó el despido y elevó la edad de jubilación a los 67 años.

Los discursos han insistido en que se cumplan las promesas del texto. El documento recoge los puntos que plantearán a los demás partidos. Entre ellos, un nuevo Pacto de Toledo que sostenga el sistema público de pensiones, la actualización por ley de las prestaciones conforme al IPC y la reducción de las diferencias en los ingresos entre hombres y mujeres.

Reducir la brecha de género en las pensiones

Los manifestantes han repetido "¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden!" entre los manifiestos de las plataformas sindicales. El colectivo ha presumido de haber puesto en las agendas de los políticos sus denuncias y ha recalcado que el Gobierno "no tiene ya la excusa de que estando en funciones no puede hacer cambios". Asimismo, han valorado "haber vencido a las derechas".

Las buenas palabras no han estado exentas de advertencias, "si se arrugan, nos tendrán enfrente", ha anunciado un movimiento que ha defendido la huelga convocada el próximo 30 de enero por sindicatos nacionalistas a escala nacional. Las mujeres han recibido también el apoyo y los aplausos de los asistentes, quienes han cargado contra "la brecha de género" que sufren las mayores y que "las obliga a sacar sus hogares adelante con apenas 400 o 600 euros". Para conseguirlo, han añadido, es esencial derogar la reforma laboral para que el sistema no siga siendo "una burla".

Subidas de la pensión mínima

Los pensionistas han pedido también que el PNV y el Partido Socialista vasco respalden sus iniciativas contra "economistas de pacotilla" que rechazan el incremento de la remuneración mínima. Asimismo, han alertado al nuevo Gobierno de que recibirá presiones de Europa "para imponer condiciones draconianas que contenten a los poderes económicos". Los congregados han mostrado su entusiasmo con reivindicarse en Bruselas si no se cumplen sus demandas.

El encuentro ha finalizado con caldo y chistorra repartido por la organización para conmemorar los dos años de citas en Bilbao. Unos pensionistas que recuperaban energías han recelado ante la capacidad de Sánchez para mejorar sus condiciones, aunque Sole, de 91 años, dice confiar en ello. A su lado, uno de los asistentes ha resumido el tono de la mañana: "Nos han ilusionado un poco, pero habrá que atornillar".