Los asesores fiscales recomiendan revisar el sistema de módulos de los autónomos y los impuestos sobre la riqueza
Una amplia mayoría considera que el impuesto sobre el patrimonio no cumple con su objetivo, según una encuesta realizada por el IEB
El sistema fiscal español tiene un amplio margen de mejora. Esta es la opinión que el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), perteneciente al Consejo General de Economistas (CGE), ha trasladado en una encuesta publicada este martes y realizada por el Instituto de Economía de Barcelona (IEB). Entre los principales desequilibrios que el estudio destaca están la tributación por módulos de los autónomos, la ineficiencia de la imposición fiscal a la riqueza ―en particular el impuesto sobre el patrimonio―, el elevado coste del cumplimiento del IVA y el endurecimiento de las comprobaciones llevadas a cabo por la Agencia Tributaria (AEAT), sobre todo desde que acabó el confinamiento impuesto por el coronavirus.
El estudio, que ofrece una larga lista de recomendaciones, recoge la opinión de un colectivo conformado por de más de 5.000 asesores fiscales a través de más de 700 encuestados. “Hay que abogar por una simplificación y clarificación, tanto legislativa como de interpretación”, ha señalado este martes el presidente del CGE, Valentín Pich, en la presentación del informe que se ha realizado de manera telemática y en la cual también estuvieron presentes el presidente del REAF, Agustín Fernández, y los investigadores del IEB José María Durán-Cabré y Alejandro Esteller-Moré.
“Las Administraciones deben de atemperar el progresivo endurecimiento de las comprobaciones tributarias, más que en su extensión y profundidad, en la forma de realizarlas”, ha insistido Pich. “La pandemia fue una situación difícil porque fue absolutamente novedosa”, ha añadido Fernández. Según el 80,7% de los encuestados, la AEAT no se adapta al mundo de la empresa y de los contribuyentes, y un 94,6% considera que prima la recaudación en sus actuaciones. Sin embargo, más de ocho de cada diez entrevistados valora positivamente la capacidad tecnológica de la Agencia.
La encuesta también señala que la modificación continua de la normativa y su interpretación por parte de la administración tributaria restan claridad a los criterios interpretativos y añaden complejidad al sistema, lo que complica aún más el trabajo de los profesionales del sector.
Impuesto a la riqueza y descentralización
La tributación de la riqueza y la descentralización fiscal también han sido objeto de la encuesta. Los asesores fiscales consideran que el tributo sobre sucesiones y donaciones, y sobre todo el que grava el patrimonio, ambos cedidos totalmente a las comunidades autónomas, no cumplen con los objetivos por el cual fueron diseñados. Esta es la opinión del más del 85% de los encuestados.
El impuesto sobre el patrimonio “tiene deficiencias considerable en su configuración, aunque no se preguntó sobre ello en la encuesta”, ha detallado Durán-Cabré. El economista ha destacado, por ejemplo, la competencia que existe entre comunidades, la valoración de bienes que no es homogénea y la exención por empresa familiar, que acaba usándose como herramienta para pagar menos impuestos. “Prácticamente no hay país en el mundo que tenga un impuesto al patrimonio y otro a sucesiones y donaciones, los dos juntos. Pero todo esto no se puede revisar si no se va a un pacto político de revisión de fiscalidad autonómica”, ha añadido Pich. Esta reforma, que estaba prevista para noviembre, ha sido sin embargo aplazada por la llegada de la pandemia.
La encuesta también destaca que la descentralización no tiene un efecto “neutro” sobre la fiscalidad: aunque la mayoría de los encuestados considere que las bajadas de impuestos autonómica generan crecimiento en la región que las ha promovido, a la vez son un incentivo al movimiento de las bases dentro del país según el 87,4% de los encuestados.
El 43% considera que el sistema ha empeorado
Más del 85% de los asesores entrevistados considera que el sistema tributario está hoy en día igual o peor (43,1%) que hace cinco años. “Hay problemas que ya hace ocho años [cuando se hizo el anterior estudio] estaban encima de la mesa. Pero no sé si es una cuestión fiscal o política. El sistema fiscal no es la respuesta a todo, pero sí un input más para mejorar la competitividad del país”, ha comentado Esteller-Moré.
En concreto, ocho de cada diez encuestados señalan que el aumento de tipos del IVA, que ahora está sobre la mesa para financiar los rotos que está dejando la crisis, generaría más fraude fiscal. Un porcentaje algo inferior considera que los costes de cumplimiento para las empresas son elevados. Por ello, consideran que sería mejor ensanchar las bases reduciendo los agujeros que tiene el impuesto
En el IRPF, casi el 80% de los asesores coincide en que la tributación por módulos provoca fraude y permite pagar menos de lo que se debe, y por ello recomiendan reducir el ámbito de su aplicación. Este sistema, reconocido solo para determinadas actividades por cuenta propia, lleva años siendo cuestionado. En concreto, permite a los contribuyentes declarar no por lo que realmente facturan, sino en función de determinadas características de su negocio, como los metros cuadrados del establecimiento.
También ha habido crítica a la deducción por I+D+i aplicada en el impuesto de sociedades. Casi siete de cada diez encuestados estima que no cumple con sus objetivos y considera que la innovación debería de ser incentivada de otra manera. Por otro lado, más de un 80,2% estima que la diferencia entre los tipos impositivos de IRPF (más altos) y sociedades fomenta la creación de empresas para pagar menos impuestos.
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