_
_
_
_
IN MEMORIAM
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hombre bueno y ciudadano ejemplar

Jaime Carvajal Hoyos, banquero y consejero delegado del fondo de inversión Arcano, mantuvo un inquebrantable compromiso cívico

Jaime Carvajal Hoyos.
Jaime Carvajal Hoyos.Juan Lázaro

La muerte súbita de Jaime Carvajal Hoyos, marqués de Almodóvar del Río, en una calle de Madrid, el pasado 2 de septiembre, nos ha dejado sobrecogidos a quienes, por conocerle, le admiramos tanto como le queremos. Como un símbolo de la fragilidad que hoy nos circunda, la vida de Jaime se ha roto en unos segundos, dejándonos más solos.

Nació en Madrid, hace 56 años, y fue siempre tan bueno como inteligente, y tan emprendedor como solidario. Le conocía desde niño, seguí sus pasos cuando iniciaba su brillante carrera profesional, luego admiré su sentido del compromiso cívico, y disfruté de su valiosa amistad y de su buen consejo. Tuve la fortuna de contar con su colaboración como miembro del Consejo de Administración de Logista.

Jaime supo aprender del ejemplo de su abuelo, el conde de Fontanar, que desempeñó un papel importante en la causa del conde de Barcelona, a la que tanto debe la Transición democrática española; y, sobre todo, del de su padre, Jaime Carvajal Urquijo, marqués de Isasi, expresidente del Banco Urquijo y de Ford, y senador por designación real en la Transición. También su madre, Isabel Hoyos y Martínez de Irujo, duquesa de Almodóvar del Río, constituyó una excelente referencia para él. Con estos ejemplos, Jaime trazó decididamente su propia trayectoria profesional y cívica.

Se licenció brillantemente en Ciencias Físicas por la Universidad de Princeton e inició su carrera profesional en el área de fusiones y adquisiciones de Lehman Brothers. En 1997, se incorporó en Washington al Banco Mundial como ejecutivo del sector financiero, siendo pronto nombrado jefe del gabinete del presidente, James Wolfensohn. Dos años después, fue promovido a Lead Investment Manager del Fondo de Pensiones del Banco Mundial.

En 2001, decidió volver a España y se radicó en Barcelona. Fue contratado por el Banco de Sabadell y nombrado director general de Sabadell Banca Privada. De entonces proviene su profundo conocimiento y amor a Cataluña. En 2005, se incorporó como socio y consejero delegado a Arcano Partners, recién fundada, evidenciando su talento emprendedor: hoy cuenta con 180 empleados y gestiona activos por valor de 5.500 millones de euros, siendo su servicio de estudios económicos uno de los más influyentes de nuestro país.

Compatibilizó esta posición con la presidencia no ejecutiva de Evo Banco, con su pertenencia a los consejos de administración de Logista y de Allfunds Bank, y con sus posiciones en la Junta de Gobierno del Círculo de Economía de Barcelona, la Fundación Princesa de Girona (de la que fue vicepresidente), con la presidencia de la Fundación Juntos Sumamos, y con sus posiciones de patrono en la Fundación Joan Boscà, Fundación Institucional Española y Fundación Foro de Foros. También fue miembro destacado del Consejo Internacional del Teatro Real.

También pudo haber presidido PRISA a finales de 2017. Juan Luis Cebrián había iniciado un proceso para cubrir su sustitución, y yo propuse la candidatura de Jaime. Tuvo el apoyo unánime de todos los consejeros. De hecho, Cebrián adelantó su nombramiento en una entrevista que concedió a Vanity Fair en octubre de 2017. Aquello se malogró porque Jaime consideró disfuncional que Juan Luis mantuviera la posición de presidente ejecutivo de EL PAÍS, y rechazó la sugerencia de algún consejero para que aceptase y, una vez nombrado, modificara luego, con el apoyo de todos, la posición ejecutiva de Cebrián. La leal rectitud de Jaime le impidió aceptar esto último, y su convicción sobre lo que convenía a PRISA tampoco le permitió aceptar el planteamiento de Cebrián. Cinco meses después, los hechos confirmaron la razón que llevaba Jaime en su planteamiento, pero PRISA había perdido la posibilidad de contar con su valiosa colaboración.

En paralelo, Jaime Carvajal realizó una incansable labor para tender puentes de diálogo con Cataluña, y desde Cataluña, además de emprender múltiples iniciativas sociales, y estar siempre disponible para los próximos —amigos, colaboradores y familiares—. No podemos dejar de sentir por Jaime una profundísima gratitud por su apoyo y buen consejo, que prestó desde su convicción de que, siendo lo natural, no merecía reconocimiento alguno.

En esta extraordinaria aventura que ha sido su vida, ha contado siempre con Xandra Falcó, su extraordinaria mujer y compañera. Ambos educaron con infinito cariño a sus tres hijas: Isabela, Camila y Blanca.

Siendo adolescente, aprendí de mi abuelo Marañón que la bondad debía prevalecer sobre la inteligencia. Pues bien, siendo Jaime inteligentísimo, era, aún más, si cabe, bueno, desde su innata sensibilidad y la educación aprendida. Y esa bondadosa inteligencia se tradujo en la ejemplaridad cívica que distinguió siempre su vida. Esa vida que hoy todos hemos perdido, aunque su ejemplo, que guardaremos en la memoria de nuestro corazón, alumbrará siempre nuestro camino.

Gregorio Marañón y Bertrán de Lis es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.



Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_