El Ministerio de Transición Ecológica abre expediente sancionador a Adif por despeñar dos vagones al río Sil
El vídeo viral de los trabajadores de la empresa pública empujando los vagones ladera abajo desata una tormenta política. Transportes abre una investigación y afirma que reparará todos los daños
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha abierto diligencias para investigar y determinar los daños al dominio público hidráulico por la caída al cauce del río Sil de dos vagones del tren de mercancías descarrilado en Sobradelo (Orense) provocados por operarios de Adif, según anunció el departamento que dirige Teresa Ribera. El despeño de los dos vagones ha causado una verdadera tormenta política, con duras acusaciones de la Xunta de Galicia al Gobierno central, y el compromiso del Ministerio de Transportes de que se abrirá una investigación y se repararán todos los daños medioambientales que se hayan podido causar.
El domingo pasado operarios de empresa pública Adif despeñaron dos de los vagones para sacarlos de las vías y uno de ellos llegó incluso a caer al agua. La empresa había solicitado la mañana de ese mismo día a la Confederación Hidrográfica realizar esta operación, algo que fue denegado por este organismo de cuenca.
“El domingo por la tarde nos encontramos con la sorpresa de que la empresa ejecutó la acción de retirada”, ha explicado José Antonio Quiroga, presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Quiroga ha detallado que sus técnicos ya están elaborando el expediente contra Adif cuya resolución “obviamente tiene que pasar por una sanción económica y la retirada” de los dos vagones. La propia ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha calificado de “descabellada” la solución dada por Adif para despejar la vía y ha pedido también explicaciones a su compañero de Gabinete y ministro de Transportes, José Luis Ábalos.
Maniobra no autorizada
Precisamente, el departamento de Teresa Ribera informó este miércoles que los técnicos del Confederación están realizando un seguimiento de “las posibles afecciones a la calidad de las aguas mediante muestreos periódicos”. Transición Ecológica ha señalado que “de las investigaciones y averiguaciones realizadas por el personal de la Confederación Hidrográfica se desprende que los vagones habrían sido empujados de forma intencionada para que se produjera su caída por el talud”, una maniobra que “no sería autorizable”.
Las investigaciones parten de varios vídeos que se han hecho virales en los que se ve a los trabajadores de Adif, el gestor encargado de conservar las vías de tren, empujando el pasado domingo al río los vagones. En las imágenes se ve cómo una excavadora desplaza con su pala los vagones ladera abajo. Uno de ellos acaba semisumergido en el cauce tras arrancar algunos árboles de la ribera, mientras que el otro queda varado en medio de la ladera. Los empleados de Adif no parecen muy preocupados por el resultado de la maniobra, pese a la imagen desoladora de los vagones despanzurrados en el paraje natural en medio de una tremenda polvareda.
El suceso se originó el 28 de julio, cuando un tren de mercancías con 25 vagones descarriló poco antes de llegar a la estación de Sobradelo, en el concello orensano de Carballeda de Valdeorras, cuando se dirigía hacia la cementera Cosmos, de Toral de los Vados (León), dañando vías y catenaria. El convoy iba vacío tanto de personal como de mercancía y gobernado tan solo por el maquinista, que resultó ileso. Varios vagones permanecieron en las vías mientras que otros 11 debieron ser devueltos a los raíles. Debido a su localización y a los destrozos, dos de ellos no pudieron ser colocados por no haber espacio para la grúa, por lo que se tomó la decisión de empujarlos al río, con la intención de sacarlos después aguas abajo. Toda la maniobra fue seguida por vecinos de Sobradelo, que grabaron con sus móviles varios vídeos del suceso.
La compañía se enfrenta a una multa millonaria por daños al medio ambiente. Además del expediente de Transición Ecológica, la asociación ecologista Adega ha pedido a la Fiscalía que abra una investigación por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, que advierte además que la estructura de los vagones “está compuesta por metales de diverso tipo” y “podría contener materiales o sustancias que son muy peligrosas para el ecosistema acuático, como es el amianto”.
Acusaciones de la Xunta
Unas imágenes que han causado una tormenta política. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda de la Xunta anunciaba este miércoles que ha remitido sendas cartas a los ministros de Transportes y para la Transición Ecológica en las que pide que se tomen las medidas “oportunas” para evitar que la caída de vagones dañe el patrimonio natural del entorno en una conducta que califica de “totalmente inadmisible”.
“Arrojar de forma voluntaria vagones ferroviarios a un cauce fluvial supone un ataque al patrimonio natural, a la biodiversidad y al paisaje de la zona”, advierte la Xunta, que reclama al Ministerio de Transportes que, como responsable de Adif, clarifique “oportunamente” los hechos.
Adif, el gestor que preside la gallega Isabel Pardo de Vera y que depende orgánicamente del Ministerio de Transportes informó de que ha abierto una investigación para conocer todos los detalles de este suceso. “Estamos analizando a fondo todas las acciones efectuadas durante las actividades de retirada del material descarrilado y, una vez se disponga de todos los datos, se depurarán en su caso, las responsabilidades pertinentes”, indicó el gestor público. También señaló que están trabajando en la retirada de los dos vagones y que se procederá a la restauración del entorno natural a la mayor brevedad. Este miércoles finalmente se ha restablecido el tráfico en la vía entre Ponferrada y La Rúa. Desde el accidente, unos 200 pasajeros diarios tenían que viajar en autobús para poder llegar a sus destinos.
Retirada pìeza por pieza
Adif informó esta noche en un comunicado que ya ha iniciado el operativo para retirar los cuatro vagones –dos que están junto a la vía y los dos que cayeron al cauce del río- , para lo que los desmontará en el propio lugar para luego transportar los restos en ferrocarril. La solución ha sido consensuada y será ejecutada por los técnicos de Adif y de Renfe y provocará que la circulación se vea interrumpida en la línea, por lo que se establecerá un plan alternativo de transportes. Los trabajos durarán en torno a una semana, según los cálculos del ente.
El plan es desmontar los vagones en el lugar en el que se encuentran para "facilitar el traslado de los mismos fuera de una zona de difícil acceso". Para desarrollar estas tareas, ha indicado Adif, "se están tramitando los permisos preceptivos, que incluyen una autorización para usar maquinaria no agrícola ni forestal en zonas próximas a montes, que debe emitir la Dirección Xeral de Defensa do Monte de la Consellería do Medio Rural, y otra para hacer trabajos en una zona de protección del cauce del río, que debe conceder la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.
En el operativo se emplearán dos grúas de carretera de 80 toneladas, con las que se estabilizarán los vagones situados junto a la vía y que permitirán que los trabajadores y los equipos que necesiten bajen al vagón que se encuentra en la orilla del río y que, una vez desmontado, se puedan retirar las piezas. Los restos de los vagones, ha explicado Adif, se transportarán por vía férrea a la estación de Quereño, en la misma provincia de Ourense.
Los operarios deberán construir un vial de acceso para vehículos de carretera, de 400 metros de longitud, para que las grúas puedan ir desde la estación de Sobradelo hasta el punto del descarrilamiento. El perímetro se desbrozará para evitar posibles incendios por el uso de maquinaria. Para que las grúas trabajen sobre la plataforma de la vía habrá que acondicionarla, ha añadido Adif, que ha detallado que habrá que desmontar la catenaria en la zona de trabajo.
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