La Seguridad Social recibe 212.000 solicitudes del ingreso mínimo en los tres primeros días

La ventanilla para pedir el ingreso mínimo vital está abierta desde el lunes. Y en tres días ya ha recibido 212.000 solicitudes. A estas peticiones, todavía no resueltas, hay que añadir las 76.000 familias —unas 255.000 personas— que verían concedido de oficio el derecho a recibir la paga que garantiza su renta mínima, según ha detallado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el Senado. En su comparecencia, el ministro también ha hablado de pensiones, para cuyo sistema ha pedido “un pacto muy pronto, este año”, y de cómo está evolucionando el mercado laboral y la afiliación durante la pandemia.

En principio, el análisis que Escrivá iba a presentar en el Senado solo recogía las solicitudes de los dos primeros días (170.000), pero finalmente sumó también las que llegaron el miércoles. No obstante, los detalles de las solicitudes solo atañen a esos dos días iniciales. En ellos se ve que algo menos de la mitad de las peticiones (84.000) son unipersonales. También hay muchas familias monoparentales, 64.000, un colectivo en el que las mujeres son una mayoría abrumadora (90%).

De momento, la semana próxima quienes van a recibir ya el ingreso mínimo son esas 76.000 familias a las que se les ha reconocido de oficio el derecho a la renta garantizada. El monto total del pago ascenderá a algo más de 32 millones.

También ha repasado el ministro la marcha del mercado laboral durante la crisis. Ha expuesto datos diarios de afiliación para afirmar que tras el desplome inicial del empleo tras la declaración del estado de alarma, que se saldó con una pérdida de 950.000 cotizantes, ya se ha recuperado casi un tercio de lo perdido: concretamente 284.000. El desglose de estas cifras muestra que los jóvenes y las mujeres son los que más están sufriendo el golpe laboral.

Sobre las pensiones y la reforma pendiente, Escrivá ha incidido en las líneas básicas del discurso que ha mostrado desde que es ministro e incluso antes, cuando ocupaba la presidencia de la Airef. Ha apuntado dos vías para apuntalar la sostenibilidad del sistema. Por un lado, la profundización en la separación de fuentes de financiación, de tal forma que prestaciones, políticas y ayudas que ahora se pagan con cotizaciones, se costeen con impuestos procedentes de la Agencia Tributaria y no de la Seguridad Social. También ha señalado, como ya hiciera hace meses en el Congreso de los Diputados, la posibilidad de endurecer la jubilación anticipada voluntaria.

Pero estas lineas de actuación requieren que antes se alcance un acuerdo con recomendaciones en el Pacto de Toledo algo que reclamó para el plazo más corto: “Tenemos que llegar a un pacto por las pensiones muy pronto, este año”.

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