Una nueva laboralidad de las plataformas como garantía del contrato social
El desarrollo de la digitalización no puede resultar en precariedad y vulnerabilidad del sistema
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En febrero de 2020 McKinsey Global Institute publicaba un informe sobre la necesidad de formalizar un nuevo contrato social para el siglo XXI. Apenas cinco meses después, la tragedia del COVID-19 ha agudizado la dimensión de este gran reto colectivo. La llamada nueva economía ha generado una serie de creencias que hemos aceptado sin filtro crítico y hemos evitado el necesario debate sobre este contrato social de la era digital. Así, hemos creído que existe una disonancia entre innovación y protección social, de forma que toda apuesta que se haga por una mayor digitalización pasaría, inevitable...
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