Bruselas amenaza con expedientar a Alemania por la sentencia de su Constitucional sobre el BCE
Von der Leyen recuerda que el Tribunal de Justicia europeo “siempre tiene la última palabra sobre el derecho de la UE”
La Comisión Europea amenaza con abrir un expediente de infracción contra Alemania por la sentencia del Tribunal Constitucional que obligaba a revisar el programa de compra de deuda pública del Banco Central Europeo (BCE). Bruselas considera que el veredicto de la corte nacional ha invadido competencias comunitarias y, sobre todo, en función de la ejecución del fallo, podría constituir una violación del Tratado de la Unión. La amenaza pone en un brete al Gobierno de Angela Merkel y al propio Parlamento alemán que, según la sentencia del pasado martes, deberían pedir explicaciones al BCE por el programa de compra de deuda pública que puso en marcha durante la crisis financiera y que ha sido ampliado a raíz de la crisis de la covid-19.
El posible expediente de infracción ha sido invocado por la propia presidenta de la Comisión, Von der Leyen, en respuesta a una carta del europarlamentario alemán Sven Giegold, del grupo de los Verdes. Para gran sorpresa del eurodiputado, Von der Leyen respondió el sábado a su cuestión en solo dos horas, cuando la Comisión suele tardar semanas o meses en contestar las preguntas parlamentarias.
“Estamos examinando los posibles próximos pasos, incluidos los procedimientos de infracción”, señala Von der Leyen. Y la presidenta, también alemana, remata el mazazo subrayando que “el Tribunal de Justicia europeo siempre tiene la última palabra sobre el derecho de la UE”.
Los jueces del Constitucional alemán se permitieron el martes no solo verificar la legalidad de uno de los programas del BCE sino que, además, declararon inaplicable en Alemania la sentencia del Tribunal europeo que había validado las operaciones del organismo que encabeza Christine Lagarde.
La sorprendente sentencia provocó un seísmo institucional inmediato que obligó al BCE a reaccionar la misma tarde del martes, para aseverar que mantendrá sus programas pese a todo. Y el miércoles, la Comisión Europea, en su reunión ordinaria, llevó a cabo una primer debate sobre las consecuencias del veredicto, en base a un primer análisis de sus servicios jurídicos. Dos días más tarde, el Tribunal de Justicia de la UE emitió un durísimo comunicado en el que advertía al tribunal alemán que su fallo amenazaba "la unidad del ordenamiento jurídico de la Unión y la seguridad jurídica”.
La información facilitada por Von der Leyen a petición del eurodiputado Giegold indica que esos primeros análisis apuntan ya a que el Constitucional alemán ha “invadido la soberanía europea”, al extralimitarse presuntamente en sus competencias.
“La respuesta [de la presidenta de la Comisión] es gratificantemente clara”, ha celebrado el eurodiputado alemán en un tuit. “La Comisión está considerando procedimientos de infracción. ¡Esto es bueno para la comunidad jurídica europea!”, ha añadió Giegold.
El análisis de la Comisión parece coincidir con la mayoría de los analistas, que apuntaron a una ruptura de la jerarquía judicial de Europa a raíz de la sentencia del Constitucional . Aunque no es la primera vez que se produce un choque entre el Tribunal de Luxemburgo y algún tribunal nacional, la envergadura del encontronazo con la máxima instancia judicial de Alemania, el país más grande de Europa, ha puesto en peligro la estructura jurídica en la que se fundamenta la Unión.
La amenaza del expediente de Bruselas puede marcar los debates en el Parlamento alemán, que ya ha empezado a estudiar qué seguimiento dar a la sentencia de la corte con sede en Karlsruhe. Los parlamentarios nacionales se plantean someter a un escrutinio mayor al Bundesbank (banco nacional alemán), lo cual sería compatible con los Tratados de la Unión. Pero si aplican a rajatabla el veredicto de Karlsruhe y piden cuentas al BCE, podrían estar invadiendo competencias del Parlamento Europeo.
Además, el Constitucional se ha reservado la última palabra sobre la participación del Bundesbank en el programa de compra de deudas. Los jueces han dado tres meses al banco alemán para que presente pruebas de que ese programa es proporcionado y no equivale a una intervención fiscal encubierta en favor de países con dificultades financieras como Italia o España. Si los jueces no se dieran por satisfechos con las explicaciones, podrían impedir que el Bundesbank siguiera comprando deuda pública de la zona euro . Una decisión que no solo reventaría la intervención del BCE sino que pondría hacer estallar la estructura jurídica de la UE y de la zona euro. Von der Leyen, de momento, no parece dispuesta a permitir esa deflagración.
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