Correos inicia su plan de desescalada con ampliación de horarios de las oficinas

Correos ha iniciado este martes su plan de desescalada y retorno progresivo a la actividad habitual, que se llevará a cabo en tres fases, con la ampliación progresiva de horarios de apertura de las oficinas, y la vuelta a todos los servicios, incluyendo la paquetería comercial, que no estaba incluida en el servicio postal universal, el único que mantenía activo hasta ahora. El objetivo es que la plantilla esté plenamente operativa a mediados de mayo

La primera fase supone ampliar la atención al cliente de las 9.30 a 12.30 horas actuales a la franja de las 8.30 a las 14.30 horas. La segunda fase supondrá que las oficinas consideradas principales y estratégicas amplíen su horario al habitual de mañana y tarde, es decir, de lunes a viernes de 8.00 a 21.00 horas, siendo de atención al cliente de 8.30 a 14.30 y de 15.30 a 20.30 horas, estudiándose además la apertura en sábado. En la tercera fase la red de oficinas se regirá ya con sus horarios habituales, siempre garantizando todas las medidas y protocolos de seguridad implantados.

La sociedad pública no ha detallado en su nota el calendario de las tres fases pero según el documento entregado a los sindicatos la primera comienza este mismo martes en las oficinas que dispongan de medidas de seguridad, con el 50% de la plantilla, mientras que la segunda lo hará la próxima semana, y ya afectará a la práctica totalidad de los trabajadores, salvo los de mayor edad. La tercera se iniciará el 11 de mayo con la recuperación de los horarios normales, y la incorporación del personal de más de 60 años sin patologías.

Desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo por la situación de crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus, la empresa pública postal ha reducido su actividad a la prestación del Servicio Postal Universal (SPU), como cartas ordinarias, giros y paquetes pequeños. Pero suspendió completamente su servicio de paquetería derivándolo a su filial Correos Express. Eso ha provocado un atasco en los envíos, máxime cuando debido al confinamiento se ha producido un incremento notable de los pedidos online. Correos tiene acuerdos con plataformas logísticas como Amazon.

La paralización de la paquetería en la empresa pública por presiones sindicales, pese a que el sector privado ha seguido manteniendo esta actividad esencial para muchos grupos sociales debido al estado de confinamiento, ha causado unas fuertes pérdidas económicas a la empresa pública. En 2019 el grupo postal entregó 197 millones de paquetes, de los que 129 millones los gestionó Correos, y 67 millones la filial de paquetería urgente.

Durante el periodo de la alarma, la media de profesionales que han trabajado en la compañía ha sido inferior al 30%, en torno a los 12.000 trabajadores, de los 55.000 trabajadores. Y la red de 2.395 oficinas postales presentes en toda España, se atendió a una media diaria de 72.000 personas, frente a las más de 300.000 de una situación normal.

La desescalada se producirá “bajo el cumplimiento escrupuloso de las medidas de seguridad y prevención, y en la garantía de la provisión de material de protección suficiente para toda la plantilla”, según Correos.

La empresa pública aclara que se trata además de un plan en revisión constante, cuya implementación dependerá de la evolución de la pandemia, las indicaciones y protocolos de las autoridades sanitarias y la propia evolución de las operaciones.

Medidas de seguridad

Correos ha diseñado este plan siguiendo el cumplimiento estricto del protocolo de seguridad que marcan las autoridades, con el reparto de 5,35 millones de guantes, cerca de 466.000 toallitas desinfectantes, 370.000 mascarillas y 15.710 litros de gel hidroalcohólico entre sus profesionales. También se han instalado 5.117 mamparas protectoras en las oficinas de todo el país.

Además de la protección individual, todos los empleados de la compañía disponen de información sobre los protocolos a seguir dependiendo de la naturaleza de cada puesto de trabajo y de las actuaciones que se llevan a cabo. Las principales premisas son garantizar la distancia de dos metros, evitar la saturación en oficinas, e instalaciones, y la desinfección continua de todos los elementos, medios de trabajo y vehículos. Por otra parte, todos los profesionales con cualquier tipo sintomatología deben permanecer en su domicilio y comunicarlo a su responsable.

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