Wall Street se da un respiro en medio de la crisis por la pandemia

Wall Street ha cerrado esta semana de cuatro días -por fiestas no ha operado este viernes- al alza a pesar de la incertidumbre económica que ha provocado el coronavirus. Las acciones registraron su mayor semana de ganancias desde 1974, recuperándose con fuerza de los turbulentos días vividos por la pandemia. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha celebrado esta mañana el avance de los mercados: “¡Tenemos una gran oportunidad [de ver] un gran rebote cuando el enemigo invisible se haya ido!”, ha escrito en Twitter. El S&P 500 ganó un 1,4%, el jueves, acumulando un alza de 12% durante la semana, la mayor en décadas. El Dow Jones avanzó un 1,2%, y escalando 13% en los cuatro días, mientras que las tecnológicas del Nasdaq subieron un 0,8%, agregando un 11% semanal.

Una de las razones de las ganancias del parqué es el anuncio de la Reserva Federal de este jueves sobre un nuevo paquete de estímulos para aumentar la capacidad de préstamos del sistema bancario dirigido a ciudades, Estados, hogares y empresas por cerca de 2,3 billones de dólares. El banco central también dijo que expandirá sus programas de préstamos corporativos a tipos de deuda de mayor riesgo que previamente habían sido excluidos.

La noticia de la Fed llegó después de que el Departamento del Trabajo publicara que 6,6 millones de personas solicitaron ayudas para el desempleo la semana pasada. En las últimas tres semanas el total de peticiones roza los 17 millones, un panorama sin precedentes en la primera potencial mundial. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el desempleo en EE UU aumentará en más del 10% en el segundo trimestre. En el último dato, de febrero, la tasa se situaba en un 3,6%.

En cuanto al precio del petróleo, Arabia Saudí y Rusia han alcanzado este viernes un acuerdo para aplicar un severo recorte sobre la oferta de hasta 10 millones de barriles diarios, como había adelantado Trump hace unas semanas en Twitter. A esa cifra habrá que sumar otros cinco millones procedentes de productores externos, como Estados Unidos, con el objetivo de atajar la reciente sangría de precios.

Mientras tanto, la Casa Blanca negocia con el Congreso un paquete de ayudas para aliviar el impacto en las pequeñas empresas. La Administración quiere que se apruebe un plan por 251.000 millones de dólares, pero los líderes demócratas están presionando para agregar otros 100.000 millones destinados a hospitales, centros de salud comunitarios y sistemas de salud, así como 150.000 millones más para los gobiernos locales y un aumento del 15% en los beneficios de asistencia alimentaria. Trump también ha tuiteado esta mañana que el paquete de ayudas que está sobre la mesa debería enfocarse solo a las pequeñas empresas y preparar además otra fase para la recuperación económica.