Bruselas anuncia un fondo de paro comunitario dotado con 100.000 millones
El mecanismo, reclamado por España e Italia, busca promover las supensiones de empleo y evitar los despidos masivos
Bruselas quiere impedir a toda costa otra próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que deje sin atar una salida común a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. La Comisión Europea ha apretado el acelerador y está culminando una propuesta de un fondo de reaseguro de desempleo comunitario para mecanismos como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Según fuentes comunitarias, el Ejecutivo comunitario estima que deberá movilizar alrededor de 100.000 millones de euros.
La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha anunciado este miércoles a través de un vídeo la presentación de este esquema, bautizado como SURE, aunque no precisó cómo se financiará, cual será su volumen o qué requisitos tendrán que cumplir los países para recibir ayudas.
Los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel; de la Comisión, Ursula von der Leyen; del BCE, Christine Lagarde, y del Eurogrupo, Mário Centeno, mantuvieron este lunes una reunión por videoconferencia de media hora para preparar el terreno al encuentro virtual de ministros de Finanzas de la zona euro del martes que viene. Bruselas aspira a sacar del foco el debate de los eurobonos, defendidos por España, Italia y Francia, pero denostados por Alemania, Holanda o Austria.
La Comisión Europea quiere poner encima de la mesa un paquete de medidas, entre las cuales estaría ese reaseguro de desempleo. Bruselas estaba ya trabajando en una propuesta que debía tener perfilada en el último trimestre de este año. Sin embargo, la actual crisis por la pandemia de la Covid-19 ha hecho acelerar los trabajos de este instrumento.
Según las fuentes consultadas, el Ejecutivo de Ursula von der Leyen discutirá la propuesta en la reunión semanal de comisarios de este miércoles. Si percibe apoyos a su documento, podría tomar una decisión a finales de semana o incluso a comienzos de la que viene.
El fondo estaría dotado, según los primeros cálculos de Bruselas, con 100.000 millones de euros que debería conseguirse mediante una emisión de bonos o, si es necesario, a través de los remanentes o apurando el techo de gasto del Presupuesto de la UE. Esta cantidad servirá como aval para que los países puedan financiar instrumentos para fomentar la suspensión o el reparto de empleo en lugar de su suspensión. Es decir, se trataría de movilizar fondos para que las empresas se decanten por fórmulas como los Kurzarbeitgeld, en Alemania; la Cassa Integrazione Guadagni, en Italia, o los ERTE, en España, en lugar de destruir empleo. La Comisión debe afinar los detalles técnicos de la propuesta para ver las modalidades que hay en la UE.
La creación de ese instrumento es también un guiño a los países del sur de Europa, que son los que más están sufriendo los efectos de la pandemia y los que se hallan en una peor posición financiera para afrontarla. Este mecanismo había sido defendido en varias cumbres por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, e incluso los número dos de los ministros de Finanzas examinaron una propuesta auspiciada por España y Francia. La crisis del coronavirus podría acelerar su entrada en funcionamiento, aunque con fondos comunitarios en lugar de estatales.
En algunos países del norte, además, se empieza a contemplar la necesidad de responder a las demandas formuladas por Francia, España e Italia de algún modo para que la crisis no dinamite los cimientos del mercado único. A pesar de que por ahora no se auguran progresos con los eurobonos, sí se podría avanzar en otros campos, como una línea del fondo de rescate europeo (Mede) sin condiciones y a largo plazo o bien la movilización de líneas de préstamos del Banco Europeo de Inversión (BEI).
Bruselas está convencida de que la crisis es temporal y de que una respuesta unísona cuando se levanten las medidas de confinamiento podría permitir salir del bache de forma rápida. El objetivo es mantener las empresas vivas mediante avales del Estado y paquetes de ayudas —para lo cual se han flexibilizado las normas comunitarias— e impedir la destrucción masiva de puestos de trabajo. Este fondo, cuyos detalles aún se están perfilando en los cuarteles generales de la Comisión, tendría esa finalidad. Y además, no se descarta que pueda ser el embrión de un instrumento más estable en el futuro.
Medidas para ayudar a España
El vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, remitieron una carta a la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño y a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la que le anunciaban la adopción de un paquete de medidas, “en preparación”, que junto a los que ya se han aprobado permitirán financiar “las necesidades de los sistemas sanitarios y de protección civil”, apoyar a “familias y trabajadores vulnerables” y “mantener empleo y proveer flexibilidad y liquidez a las empresas”.
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