La Politécnica de Valencia desarrolla un respirador, listo para su fabricación por la industria de la automoción

La Universitat Politècnica de València (UPV) lidera el desarrollo de un nuevo respirador mecánico, listo ya para su rápida producción industrial y que contribuiría así a dotar de estos dispositivos a los hospitales para el tratamiento de pacientes afectados de la Covid-19, sobre todo los más críticos, que representan entre 3% y 7% del total. El ventilador ha sido probado con éxito en un pulmón artificial, antes de iniciar la prueba con animales. Además, un grupo de empresas valencianas de la automoción, algunas vinculadas al parque de la multinacional Ford, en Almussafes, participa en la iniciativa y está en disposición de fabricar el dispositivo, en cuanto se obtenga el visto bueno definitivo de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.

El proyecto es obra de un amplio equipo coordinado por Javier Saiz, director del Centro de Investigación e Innovación en Bioingeniería, y formado por expertos en ingeniería, medicina o biomecánica. Han participado investigadores del Instituto de Biomecánica (IBV) y el Instituto Tecnológico Aidimme, ademas de especialistas en tecnología de ventilación mecánica respiratoria como Daniel Navajas y Ramón Farré, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES)-Universitat de Barcelona, y Rafael Badenes, del Grupo de Investigación en Anestesia del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clinic-Universitari de València

La insuficiencia respiratoria es uno de los síntomas asociados con Covid-19. Se estima que entre un 3% y un 7% de los infectados con el virus requerirán sistemas de ventilación mecánica. “Con la incidencia de esta pandemia, nuestro sistema sanitario puede verse desbordado. Nuestro trabajo quiere contribuir a aumentar el número de ventiladores disponibles en nuestros hospitales. El equipo ya está validado en el laboratorio y listo para producirse a gran escala, cuando se obtenga el permiso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios”, señala Javier Saiz.

Precisamente, Saiz acaba de mantener esta mañana una teleconferencia con los representantes de la Agencia Española, junto con más de una treintena de promotores de proyectos interdisciplinares similares al de la Politécnica de Valencia. “El ministerio tiene una serie de directrices que tenemos que cumplir, como es normal. Y esta mañana nos han dejado todo lo claro que puede estar en un momento como el actual el camino que hemos de seguir para que nuestro ventilador pueda ser empelado en los hospitales”, explica por teléfono a este periódico. El ingeniero apunta que ahora han de pasar las pruebas de validación en el laboratorio con un ensayo con animales. “Si los médicos hacen medicina de guerra, los ingenieros hacemos ingeniería de guerra, trabajamos como podemos y con ideas”, apostilla Saiz. Confía en obtener en unos días el permiso para su fabricación, pero no se aventura en decir una fecha.

Simplicidad y fácil manejo

“El ventilador se ha desarrollado en tan solo 10 días. Consiste en un dispositivo electro-mecánico controlado que mantendrá el ciclo respiratorio en pacientes críticos. Destaca por su simplicidad, fácil manejo y reducido tamaño”, destaca la nota de prensa de la Politécnica. El sistema permitirá al personal sanitario controlar la frecuencia del ciclo respiratorio, el volumen de aire y la presión. También se ha contado con la colaboración del Hospital Virtual de la Universidad Católica de Valencia, que cedió un simulador capaz de reproducir las condiciones fisiológicas de un paciente con Covid-19

Tras su validación en los laboratorios de la Ciudad Politécnica de la Innovación, un gran número de empresas han mostrado ya su predisposición para producir a gran escala. La Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), con el apoyo del Clúster de Automoción de la Comunidad Valenciana (AVIA), está coordinando la iniciativa por la parte empresarial.

La UPV cuenta ya con la colaboración de diferentes empresas valencianas del sector de automoción como Agfra, CLR, Itera, Sinfiny, Nutai e IT8, así como del sector metalmecánico y otros sectores, como Factor, Rodytrans y Celestica, que están aportando su conocimiento en procesos de fabricación, selección de materiales y preparación de la cadena de suministro, para finalmente proceder a su fabricación y montaje a escala industrial, a los que se le suman otras empresas que han manifestado su interés en participar como Power Electronics o IR Technology.

En EE UU, General Motors fue el primer gran fabricante de coches que se ofreció a producir respiradores. De hecho, el presidente estadounidense urgió hace unos días a esta empresa a que no demorase la producción invocando la Ley de Producción, promulgada durante la guerra de Corea. Luego se unieron otras firmas como Ford, en cuyo parque de proveedores en la localidad valenciana de Almussafes se ubican algunas de las empresas participantes en el proyecto.