¿Qué puede hacer la Unión Europea para afrontar la crisis del coronavirus?
Un informe elaborado para los ministros de Finanzas de la UE propone coordinar medidas como una rebaja de las cotizaciones para la Seguridad Social
Bruselas se mantiene casi al margen de la crisis del coronavirus pese a admitir que Europa ha entrado en el terreno de una inevitable recesión. El clamor para una intervención centralizada y coordinada, que va desde los principales grupos del Parlamento Europeo hasta el Banco Central Europeo, ha caído hasta ahora en saco roto. La Comisión insiste en que las competencias sanitarias son nacionales, pero la mayoría de los expertos cree que las instituciones europeas disponen de amplias posibilidades para mitigar el coste sanitario, económico y social que provocará la pandemia.
La Comisión Europea, presidida por Ursula Von der Leyen, se ha limitado hasta ahora a dar carta blanca a las capitales para que contrarresten el impacto con tanto dinero público como consideren necesario y a prometer benevolencia con las posibles ayudas de Estado a las empresas y sectores más afectados. También ha propuesto cambios en los reglamentos de los fondos estructurales para acelerar el desembolso de hasta 37.000 millones.
Fuentes comunitarias aseguran que “la cúpula de la Comisión está revolviendo mil y una ideas sobre cómo canalizar la aportación europea frente a la crisis”, pero admiten que “el clima político aún no está maduro para plantearlas y quizá haya que esperar unos días”. Este fin de semana, el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, dijo que buscará una respuesta “global y coordinada” entre los ministros de Finanzas de la zona euro —que se reúnen este lunes por videoconferencia—, pero rebajó las expectativas al asegurar que habrá nuevos pasos cuanto la situación vaya evolucionando.
Ante ese encuentro, políticos y expertos han puesto sobre la mesa medidas que pueden ser adoptadas por la UE. El think tank Bruegel ha preparado un documento, que será discutido por los ministros, pidiendo una respuesta “audaz” y “coordinada”. Estas son las principales propuestas:
Fondo contra la epidemia. El eurodiputado socialista Jonás Fernández plantea la posibilidad de “resucitar” el fondo de rescate creado en 2010, en plena tormenta de la zona euro, y que quedó aparcado tras la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Aquel fondo (conocido como EFSM) tenía una capacidad de financiación de 60.000 millones de euros, de la que se consumieron 46.500 millones en préstamos a Irlanda y Portugal. Fernández señala que el remanente de 14.000 millones podría utilizarse “para financiar un programa destinado específicamente a la lucha contra la crisis del coronavirus”.
Presupuesto de la UE. El documento de Bruegel encargado por la presidencia croata ve como “un principio” la movilización de fondos de Von der Leyen, pero señala otras partidas que pueden emplearse: el Fondo de Solidaridad, dotado con 800 millones para afrontar desastres naturales; el Instrumento de Flexibilidad; y los fondos de Contingencia, equivalentes al 0,03% del PIB.
Líneas de crédito. El Fondo Europeo de Inversión inyectará préstamos por 8.000 millones de euros para dar liquidez a 100.000 pymes. Pero fuentes diplomáticas esperan que el Banco Europeo de Inversión (BEI) inyecte más créditos. El líder del grupo Popular, Manfred Weber, ha escrito a la Comisión para pedir que se articule “una respuesta de la UE a través de los préstamos del Banco Europeo de Inversión y de los Fondos Europeos para Inversiones Estratégicas, destinados especialmente a pymes y sectores más vulnerables”.
Cooperación entre países. Los profesores Agnès Benassy-Quére (Paris School of Economics); Ramon Marimon (Instituto Universitario Europeo), Jean Pisani-Ferry (Bruegel) y Lucrezia Reichlin (London Business School) apuntan a usar el Presupuesto de la UE y advierten a los halcones de que en este caso ni vale apelar al “riesgo moral” ni temer a ninguna “mutualización”. En una contribución para el Centre for Economic Policiy Research, piden a los países que arrimen el hombro con el Presupuesto de la UE, recolocando fondos. Al respecto, recuerdan que el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la UE permite crear un instrumento de cooperación, como en su momento se hizo con el fondo que asistió a Irlanda y Portugal.
Préstamos a la Seguridad Social. La crisis sanitaria va a poner en tensión los sistemas nacionales de Seguridad Social, tanto por el incremento de costes como por la previsible caída de cotizaciones. El artículo 122 del Tratado de Lisboa ofrece a la UE la posibilidad de amortiguar esa dolorosa factura mediante la activación de una línea de préstamos sin interés a los Estados miembros, según señalan Lucas Guttenberg y Johannes Hemker, en un informe del centro Jacques Delors / Hertie School.
Reducción a la mitad de las contribuciones a la Seguridad Social. El documento elaborado por Bruegel pide que los ministros de Finanzas salgan de la reunión de este lunes con una actuación coordinada, por ejemplo, protegiendo a empresas, trabajadores y autónomos. Dada la gravedad de la situación, el informe elaborado por Maria Demertzis, André Sapir, Simone Tagliapietra y Guntram Wolff, entre otros, propone reducir a la mitad todas las contribuciones a la Seguridad Social. Eso daría gas a la economía, equivalente a 2,5 puntos porcentuales del PIB. En las actuales circunstancias de los mercados financieros, Bruegel dice que los países podrían financiar ese incremento en el déficit con un “coste cero”.
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