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Berlín promete relajar la disciplina fiscal por el coronavirus

La canciller Merkel promete “hacer lo que sea necesario” para combatir la propagación

11/03/2020 11 March 2020, Berlin: German Chancellor Angela Merkel speaks during a press conference on the latest developments of the coronavirus. Photo: Kay Nietfeld/dpa
SOCIEDAD INTERNACIONAL
Kay Nietfeld/dpa
11/03/2020 11 March 2020, Berlin: German Chancellor Angela Merkel speaks during a press conference on the latest developments of the coronavirus. Photo: Kay Nietfeld/dpa SOCIEDAD INTERNACIONAL Kay Nietfeld/dpa Kay Nietfeld/dpa (Europa Press)
Ana Carbajosa

El monumental desafío que supone el coronavirus para Alemania y para Europa ha provocado un quiebro atípico en la rigurosa política fiscal berlinesa. En su primera gran comparecencia pública sobre el coronavirus, la canciller, Angela Merkel, ha marcado distancia respecto al dogma de la disciplina presupuestaria, dejando claro que la gravedad de la situación requiere medidas excepcionales. “El mensaje es que haremos lo que sea necesario” como país y también junto con Europa”, dijo Merkel, sin concretar ningún plan. La expresión recordó al ya célebre Whatever it takes –hacer lo que haga falta para salvar el euro- pronunciado por Mario Draghi en 2012, en plena crisis financiera.

Alemania es uno de los países europeos más afectados por la expansión del virus. Hay ya 1.567 personas contagiadas y tres han fallecido por la infección. La economía alemana además, se encuentra al borde de la recesión y especialmente expuesta por el peso de las exportaciones en la locomotora europea. Las regiones más afectadas por el coronavirus son además sede del tupido tejido industrial alemán. El Gobierno ha recomendado suspender los eventos con más de 1.000 asistentes y en la capital, se han cancelado los conciertos, teatros y otras celebraciones culturales.

Merkel indicó que se adoptarán las medidas necesarias y que “solo después veremos lo que suponen [gastos para paliar la crisis] para nuestro déficit”, dijo la canciller, en alusión al pacto del Gobierno alemán de mantener un presupuesto con déficit cero, el famoso schwarze Null.

Berlín está dispuesta en esta crisis, según las palabras de la canciller, a flexibilizar su doctrina del rigor presupuestario dentro y fuera de casa, ya que para la canciller se trata “un desafío europeo”. De puertas para fuera, la canciller dio a entender que el dogma del rigor presupuestario berlinés se flexibilizará también en su aplicación a sus socios de la UE. “Obviamente, no vamos a pedir a un país como Italia que no invierta en su sistema de salud solo para que no incumpla las reglas de endeudamiento”, dijo en alusión al pacto de estabilidad y crecimiento europeo.

Las declaraciones de Merkel se producían apenas una hora después de que los seis grandes institutos económicos alemanes sumaran fuerzas para pedir a Berlín en una comparecencia pública una mayor flexibilidad fiscal ante el impacto económico del coronavirus en la mayor economía europea. Recordaron que Alemania se ve especialmente afectada por ser una potencia enfocada a la exportación y por las intensas relaciones comerciales que mantiene con China e Italia, los dos países más afectados por el virus. Por eso, pidieron un plan de ayuda a las empresas que vaya mucho más allá de las contempladas hasta ahora por Berlín.

Hasta ahora, el Gobierno ha presentado un plan para ayudar a las empresas alemanas a financiar la reducción de horas de trabajo de sus empleados ante la merma de la producción. Berlín ha ofrecido además liquidez y créditos a las compañías que atraviesen dificultades. El viernes, el Ejecutivo tiene previsto presentar una batería de medidas de apoyo a la economía.

Ante el efecto dominó del cierre de fronteras que el coronavirus está causando en la Unión Europea, Merkel descartó sin embargo que el aislamiento fuera una medida efectiva para frenar la propagación del virus. “En Alemania somos de la opinión de que cerrar la frontera no es la respuesta adecuada para este desafío”, estimó. De momento, Berlín no ha impuesto restricciones a la entrada y salida del país.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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