Descontrol el primer día de control horario: “No va a servir de mucho. Esto se truca muy fácil”
Empresarios y trabajadores se enfrentan a la primera jornada con registros de entrada y salida. Los comercios y las pequeñas empresas, los más despistados
Han pasado más de 24 horas desde que entró en vigor el registro obligatorio de la jornada laboral en España, y las empresas, tanto grandes como pequeñas, se han despertado este lunes en una nueva realidad: todas, sin excepción, deben llevar un registro en el que conste a qué hora entran y salen todos sus empleados. Hay empresas que han tenido que empezar un inventario completamente nuevo, a otras les ha bastado con adaptar los sistemas que tenían a la nueva normativa. Pero algunas, en especial las más pequeñas, ni siquiera saben qué deben hacer y están inmersas en el desconocimiento y la desorganización.
Algunas pequeñas empresas han optado por el sistema más clásico: apuntar en papel cuándo han arrancado la jornada los empleados. Desde carpinterías hasta peluquerías, muchos pequeños negocios empezaron este domingo a firmar la hora de entrada y de salida en un planillo. "Ya lo teníamos antes, y lo dejamos de usar. Ahora lo tuvimos que retomar y de forma más oficial", explica Javier Prieto, jefe de recepción del Hotel Julia, en el barrio San Blas de Madrid. En su caso, la medida no le afecta muy directamente porque, asegura, que sus horarios se cumplen a rajatabla, pero es consciente de la importancia de mantener actualizado el registro "por si viene la inspección". Algo similar sucede en el centro deportivo Sideropolis, donde ya llevaban un registro tanto digital como en plantilla, pero que ahora realizan "con más cuidado".
Para muchos negocios este lunes ha sido desconcertante, porque ni tienen registro ni saben muy bien cómo hacerlo. "El jefe está de viaje y no nos dijo nada. No sabemos si tenemos que anotarlo en un papel, marcar ficha o qué", afirma una trabajadora de una clínica dental. Ella quiere que todo se apunte correctamente, porque está ansiosa de que empiecen a contar las horas extra que hace, y así poder cobrarlas. "A mí me viene fenomenal", comenta.
El caso de David Martí es diferente. Tiene en el mismo barrio una óptica, pero no cuenta con ningún trabajador más que él, por lo que "asume" que no tiene que llevar ningún registro. Aun así, se queja de la falta de información. "Yo entiendo que como autónomos no tenemos que hacerlo, pero lo cierto es que nadie nos dice nada. Uno se entera de estas cosas por la prensa", afirma. Efectivamente, en su caso no es necesario llevar un registro, aunque la medida si aplica a los trabajadores autónomos que tengan empleados a su cargo.
¿Bueno para el trabajador o para la empresa?
Entre los empleados, las opiniones son diversas. Existen personas que consideran que es una buena manera de controlar el horario y que de esta forma se podrá pagar al trabajador lo que corresponde. Y por el otro, existen los más escépticos que consideran que esta nueva medida solo beneficiará a los empleadores. En la tienda de artículos de hogar Tiger, por ejemplo, el registro pasó de ser por huella digital a realizarlo en papel. "No va a servir de nada. Esto se truca más fácil que lo que teníamos antes", afirma una trabajadora.
Un poco más adelante, en la misma calle madrileña, en la panadería El Rincón comentan que siempre tuvieron un registro electrónico, por lo que la nueva normativa no le supone cambio alguno a sus trabajadores. Pero en su opinión, la norma en España no va a cambiar mucho la situación de los trabajadores en general. "Quien trabaje en negro va a seguir trabajando en negro y, a quien no le paguen las horas extra, seguirá sin cobrarlas", lamenta una empleada.
Mari Luz Gómez, dueña de una cafetería en Cádiz llega a calificar la nueva norma como "destrucción encubierta de la pequeña empresa". En su opinión, el hecho de que exijan un registro más exacto de los horarios y su consecuente cotización en la Seguridad Social no se produce en beneficio del trabajador, sino que se realiza "solo para engordar las arcas del Estado".
Lo que algunos ven como una medida inútil, otros ven una oportunidad de negocio. Tal es el caso de Docuimpresión XXI, una concesionaria oficial de Xerox que al ver esta nueva necesidad en las empresas, empezaron a comercializar una aplicación de control de registros. Hasta el momento han contactado con "miles de empresas", según ha explicado José Aurelio Hidalgo, analista de proyectos de la compañía, y cerca de 80 ya contrataron el servicio que es de pago mensual. "El objetivo es que se paguen las horas extra al trabajador, y en caso de ser necesario que se realicen nuevas contrataciones", afirma Hidalgo. "No se puede estar defraudando tantas horas a la Seguridad Social".
Las grandes empresas, en plena negociación
Las inmensa mayoría de grandes empresas lo han tenido más fácil este lunes: sí cuentan con sistemas digitales ya implantados en los que se registra la jornada laboral regulada y, salvo el personal que trabaja a turno cerrado (en fábrica o en cadenas de montaje, por ejemplo), la mayor parte cuenta con una gran flexibilidad que ha sido pactada con los sindicatos y reflejada en los convenios colectivos. En ese sentido, precisamente, la nueva normativa va a obligar a negociar algunos sistemas especiales por si se necesitan adaptaciones. Así lo han explicado fuentes de Cepsa, Repsol, Iberdrola, Endesa, Naturgy y Red Eléctrica de España.
Esta última empresa, en concreto, va a adaptar a una parte pequeña de su plantilla que no estaba sometida a horario (el 6%, perteneciente a filiales) porque funcionaban con otra tipología, según explica José Antonio Vernia, director de Recursos Humanos del grupo. Esta compañía, nacida en 1985, tiene un registro desde su comienzo y, a medida que ha ido creciendo, se ha ido adaptando. En la actualidad, el registro se almacena en la base de datos y el empleado lo ve reflejado en su ordenador, a través del que además puede registrarse si está fuera del centro de trabajo.
En esta empresa, al igual que otras grandes industriales y de servicios, la digitalización ha permitido ajustar la jornada laboral e incorporar mucha flexibilidad, permitiendo quitar tiempos muertos y facilitar el teletrabajo. Asimismo, según destacan sus portavoces, en muchos casos hay bolsas de horas que gestionan los trabajadores en aras siempre a la conciliación familiar y a la citada flexibilidad laboral, que también ha cristalizado con la implantación de la jornada continua durante todo el año (no solo en verano).
Las grandes empresas de distribución, por su parte, no tuvieron que hacer grandes cambios en sus sistemas de registro para sus empleados de tiendas u oficinas. En Dia, por ejemplo, tienen tarjetas en oficinas y tiendas y lectores de huella dactilar en los almacenes. No obstante, fuentes de la empresa afirman que pondrán en marcha una mesa de diálogo con los sindicatos para analizar la “contabilización de las horas de trabajo efectivas” y hacer una reflexión de cara a una posible reorganización del trabajo. Carrefour afirma que su sistema ya cumple con la obligación de registro de jornada, mientras que Mercadona explica que está “negociando con la representación de los trabajadores un sistema de registro de la jornada”.
ANGED, la patronal de las grandes empresas de distribución, en la que están presentes, por ejemplo, El Corte Inglés, FNAC, Ikea, Carrefour, Eroski o Media Markt, pactó con los sindicatos (FETICO, FASGA, CC.OO y UGT) una declaración institucional en la que destacaba la flexibilidad que permite el convenio de Grandes Almacenes y ponía el acento en arbitrar, entre empresa y sindicatos, “una correcta relación entre tiempo de presencia y control efectivo de la jornada”, tanto en tiendas como en oficinas, de forma que pueda quedar registrado eficazmente el segundo.
En cuanto a los mandos y empleados comerciales, se remite al convenio, que recoge “la capacidad del personal de Mando de modificar su tiempo de trabajo y descansos”. En todo caso, el texto reiteraba que el control de la jornada deberá efectuarse “con carácter individual y anualmente”, y que los excesos sobre la jornada “se compensan de conformidad con lo establecido en el convenio, dentro del primer trimestre del año natural siguiente”.
Los bancos defienden el trabajo flexible
Los bancos tienen fama de ser uno de los sectores que más horas extra no remuneradas hacen sus empleados. Las entidades consultadas coinciden en que ya controlan los horarios por sus medidas de seguridad y que están terminando de implantar un programa nuevo para el registro más concreto de la jornada. A la vez, recuerdan que el sector favorece "el trabajo por objetivos y las políticas de trabajo flexible (flexiworking), en el que tienen menos sentido la rigidez de las políticas de control horario y registro de jornada", señalan desde el Santander. La entidad presidida por Ana Botín dice que se prima "la responsabilidad de cada empleado para organizar sus tareas; los profesionales tienen bastante libertad para compensar las horas trabajadas en momentos de necesidad".
El mayor banco de la zona euro añade que "el banco ya tiene desde hace tiempo establecidos tornos que registran la entrada y la salida al trabajo y que podrán registrar por tanto el inicio y finalización de la jornada, que es lo que pide la norma". Como el resto de entidades, apunta que "se acaban de iniciar las negociaciones para el establecimiento de un nuevo convenio colectivo, se ha acordado con sindicatos incluir una comisión negociadora del convenio el tema del registro de jornada”.
Desde el BBVA indican que "se ha comunicado a toda la plantilla que ha entrado en vigor de la norma y el banco está trabajando en definir una solución tecnológica para todas las empresas del Grupo en España". Aún no tienen fecha para la implantación de esta norma. El Sabadell también está implantando un nuevo sistema de registro de horarios, mientras que Bankia y CaixaBank se remiten a la negociación que se está llevando en la CECA para el convenio. Recuerdan que "la ley habla de un plazo razonable mientras se está negociando; estamos dentro del plazo razonable".
Pese a que ya todo son entidades financieras con la misma regulación, todavía funcionan con dos convenios diferentes: los de los bancos que proceden de cajas (CECA) y los que siempre fueron bancos (Asociación Española de Banca, AEB). Desde la CECA se señala que el 24 de abril se notificó a los sindicatos el deseo de incluir de manera expresa el registro de jornada como una materia de negociación sectorial, que se discutirá en la próxima reunión del convenio del 30 de mayo.
"La CECA se considera suficiente a día de hoy esta actuación a efectos del cumplimiento de la norma, en la medida en que existe una voluntad firme de negociar en un plazo corto de tiempo sobre el tema". Desde la AEB, se apunta que patronal y sindicatos "están de acuerdo en tratar de negociar un marco sobre la filosofía, principios y modelo de registro a aplicar en el sector. Una vez conseguido este acuerdo se incluiría en el texto del convenio colectivo".
Innovación vs. retroceso
La empresa hotelera Paradores fue un paso más allá y ha negociado son los sindicatos implementar un sistema de reconocimiento facial. Según explica un portavoz de la compañía, actualmente en 58 de los 98 establecimientos se realiza un registro manual, mientras que en las restantes 40 sucursales se utiliza un control por tarjeta o huella dactilar. Debido a algunos fallos en el funcionamiento de estas opciones electrónicas, se ha optado por esta nueva metodología que, tras una prueba piloto, se espera implementar en todos los establecimientos a lo largo del año.
El sector de construcción lo tiene un poco más “complicado”. Según explica un portavoz sindical de Grupo Ortiz, el problema no se produce con los trabajadores de oficina, ya que ellos cuentan con un registro por torno, sino que los obreros en las construcciones. “Hemos llegado a un acuerdo con la empresa para volver a una forma de control que teníamos antes, que es el listero”, detalla. Se trata de una hoja de papel a cargo del jefe de la obra donde se pondrá las entradas y salidas del personal. Y si bien este empleado reconoce la “rapidez” con la que la constructora reaccionó a la nueva normativa, si destaca el hecho de que volver al listado supone “retroceder 10 años” y que debería implementarse algún tipo de control electrónico.
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