Linde revela que Bankia recibió un anticipo del rescate para evitar una “catástrofe”
El exgobernador del Banco de España dice que el Estado le salvó de la quiebra porque el BCE le iba a reclamar los 82.000 millones prestados
El exgobernador del Banco de España Luis Linde ha revelado que Bankia recibió un anticipo del rescate bancario de 4.500 millones de euros en septiembre de 2012 para "evitar la catástrofe inminente" que suponía que el Banco Central Europeo (BCE) le exigiese los 82.000 millones que le había prestado. La inyección del dinero era conocida, pero lo que no se hizo público entonces era la intención, o la capacidad, del BCE para exigir los 82.000 millones que hubiera tenido funestas consecuencias para el banco y la economía española. Vivimos la peor situación económica “desde la Guerra Civil”, dijo.
España al borde del abismo. La llegada de Linde al Banco de España (junio de 2012) le exigió, como apunta el dicho, la difícil tarea de agarrar un cuchillo cuando está cayendo. Eso se desprende de su relato de ayer en la Audiencia Nacional, a donde acudió como testigo del caso Bankia.
“España sufría un colapso financiero que le llevó a una situación desconocida en la economía como no se había visto desde la Guerra Civil, eso lo dice todo”, apuntó. Afirmó que a principios de 2012 todo el sistema financiero debía 150.000 millones al Banco Central Europeo (BCE), de los que 20.000 millones eran peticiones de Bankia. Pocos meses después, en octubre, “la situación se agravó, y la deuda bancaria subió a 409.000 millones, y de los que 82.500 millones correspondían a Bankia”.
En agosto de ese año, Bankia presentó sus cuentas del primer semestre de 2012, que reflejaban pérdidas de 4.448 millones, con lo que incumplía el coeficiente de solvencia. Esta situación podía haber llevado al supervisor a sancionar a José Ignacio Goirigolzarri, que ya era presidente, pero Linde dijo que no hubiera tenido sentido castigar al que acaba de llegar para salvar la entidad. El Estado reaccionó dándole un anticipo del rescate de 4.500 millones para recuperar el capital mínimo con el que Bankia podía seguir abierto.
Pero lo peor no era eso. Las agencias de rating bajaron la nota de Bankia, dejándola por debajo de lo que exige el BCE para darle contraprestación, es decir, para dejarle dinero. El BCE podía pedir la devolución de los 82.000 millones prestados. Este colapso se evitó con el anticipo del rescate. Linde criticó la “tendencia a ignorar” la segunda recesión que llegó a España y reconoció que el FMI o el Banco de España nunca han tenido un error tan grave como su previsión sobre el comportamiento del PIB en el segundo semestre de 2011.
La libertad de los peritos
Durante la hora de declaración de Linde como testigo del caso Bankia, en la Audiencia Nacional, entró en la polémica sobre el dictamen de los peritos, que no coincidió con el del supervisor. Dijo que los inspectores que trabajaron como peritos para la Audiencia, Antonio Busquets y Víctor Sánchez, trabajaron con “absoluta libertad e independencia, pero sus opiniones no pueden limitar lo que piensa el Banco de España” sobre el caso Bankia.
También abordó el tema de la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP), las conocidas como fusiones frías, que dio lugar a BFA-Bankia. Sobre el tema mantuvo una posición ambigua; dijo que los SIP “no fueron todo lo eficaces que podía esperarse que fueran”, lo que no quiere decir que en su momento fueran un error o algo que no debió utilizarse, matizó. “No eran una idea disparatada”, concluyó.
Tras Linde declaró Miguel Crespo, actual secretario del consejo de Bankia, cargo que ocupa desde julio de 2010, cuando Rodrigo Rato le fichó para Caja Madrid. Esta trayectoria obligó a Crespo a realizar una declaración medida, con enfrentamientos con algún letrado y con tono altivo, pero sin acusaciones contra las partes.
Crespo dedicó mucho tiempo a aclarar qué pasó en abril de 2012, poco antes de que se supiera que Deloitte no iba a presentar la auditoría de las cuentas. Respecto a esta polémica, Crespo se limitó a decir que “las cuentas estuvieron a su disposición”. No aclaró por qué el banco no se las envió al auditor, como estipula la norma. Posteriormente, a preguntas de la fiscal, Carmen Launa, el secretario del consejo añadió que parte de la documentación sobre las cuentas, estuvo a disposición de Deloitte “pero no la requirió”.
Crespo envió dos correos polémicos a los consejeros, uno cuando el FMI señaló los problemas de Bankia y otro cuando las cuentas de Bankia se entregaron a la CNMV sin auditar. Ambos los redactó Crespo a petición de Rato y en ellos se quitaba importancia a la situación, evidentemente, grave. Ayer el secretario admitió que no fue una acción muy afortunada. Y se quitó importancia: incluso se comparó con un botones de un ayuntamiento.
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