_
_
_
_

La Autoridad Fiscal dice que los ‘viernes sociales’ cuestan 920 millones y sumarán una décima más al déficit

El organismo que vigila las cuentas públicas cree que no se hacen esfuerzos para reconducir el desfase presupuestario

Antonio Maqueda
El presidente de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, durante una comparecencia en el Congreso.
El presidente de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, durante una comparecencia en el Congreso.EFE

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el organismo encargado de vigilar las cuentas públicas, considera que el déficit de las Administraciones bajará en 2019 al 2,1% del PIB desde el 2,6% alcanzado al cierre de 2018. Y ello ocurrirá a pesar de los llamados viernes sociales, cuyo coste alcanzará los 920 millones de euros según los cálculos estimados por la Airef. Las cuotas de Seguridad Social pagadas a los cuidadores (315 millones), recuperar el subsidio para mayores de 52 años (242 millones), ampliar el permiso de paternidad de cinco a ocho semanas (225 millones) y el ingreso mínimo vital para familias con hijos a cargo (138 millones) solo empeorarán el desfase presupuestario en apenas una décima de PIB. De modo que, sin ellas, el déficit público se quedaría este año en el 2% en lugar del 2,1% previsto por la Autoridad Fiscal. La meta marcada por Bruselas para 2019 es del 1,3%.

Al margen de la mejora de los ingresos procedentes del ciclo económico, la Autoridad Fiscal esgrime dos motivos por los que el agujero se rebajará más de lo que esperan instituciones como el Banco de España: por una parte, la prórroga presupuestaria impedirá que se desembolsen muchos otros gastos que tenía previstos el Gobierno de Sánchez en sus presupuestos rechazados, sobre todo inversiones en ferrocarriles. Y dos, la recaudación por cotizaciones va un poco mejor de lo esperado.

En todo caso, la Autoridad Fiscal, impuesta en un principio por Europa para tutelar la marcha de las cuentas, recuerda que el objetivo de déficit comprometido con Bruselas se incumplirá este año en unos 10.000 millones de euros. De acabar el ejercicio en el 2,1% del PIB, se encontraría muy lejos del 1,3% que fijaron las autoridades europeas.

Cuando entró Pedro Sánchez en La Moncloa, la Autoridad Fiscal elaboró un informe en el que concluyó que la senda de corrección del agujero presupuestario era demasiado ambiciosa y, por lo tanto, entrañaba un esfuerzo poco realista. De manera que el Ejecutivo intentó cambiarla para dejarla en el 2,7% del PIB en 2018 y el 1,8% en 2019, unas metas más asequibles y que se podían conseguir prácticamente solo con la mejora de ingresos que trae la recuperación económica. Y ese cálculo ya tenía en cuenta la mejora de las pensiones y las subidas de sueldos de los funcionarios que aprobó el Gobierno de Rajoy. Sin embargo, la senda no se ha podido modificar. Sigue igual en el 1,3% del PIB porque en el Senado PP y Ciudadanos votaron en contra. Y, en cualquier caso, Bruselas no ha cambiado ese objetivo. Tiene que modificarse en un consejo de líderes europeos y ni siquiera se ha abordado.

Más información
España sale de la tutela de Bruselas pese a gastar más y crecer menos en 2018
El Banco de España critica que el Gobierno eleve el gasto con los decretos de los ‘viernes sociales’
Sánchez lanza otro decreto social y renuncia a tocar la reforma laboral

De todas formas, la Comisión Europea se contentaba en 2018 con que España bajase del 3% de déficit, la cifra por debajo de la cual se salía por fin del Procedimiento de Déficit Excesivo, el sistema de tutela para los países con severas dificultades presupuestarias y en el que ya solo quedaba España. Y una vez fuera, a partir de este mismo año, lo que Bruselas pide es un esfuerzo estructural de ajuste del 0,65% del PIB al año, pudiendo incumplir hasta 0,5% a repartir en dos años. O lo que es lo mismo, ocho décimas de PIB de ajuste en dos años: unos 10.000 millones.

Los Presupuestos de 2019 que el Gobierno de Sánchez presentó y no pudo aprobar incumplían estos esfuerzos. De acuerdo con los propios números publicados este viernes por la Autoridad Fiscal, las medidas proyectadas suponían unos 5.228 millones en ingresos y unos 5.250 millones en gastos. Es decir, no había nada de ajuste estructural como exige Bruselas. Sin embargo, en opinión de la Airef, la prórroga de los presupuestos anteriores puede ser ligeramente beneficiosa a la hora de disminuir el déficit público. Es verdad que las medidas de ingresos como la subida al diésel, el impuesto digital o el tributo sobre las compras de acciones han decaído y no reportarán nuevos ingresos. Solo se han aprobado las subidas de cotizaciones como el incremento de bases máximas o el alza del salario mínimo, que en su conjunto brindarán una recaudación añadida por valor de 2.320 millones, según las estimaciones de la Airef.

Sin embargo, al mismo tiempo muchos de los gastos previstos en esos presupuestos no entrarán en vigor. Sobre todo unos 2.400 millones que estaban recogidos en las inversiones, fundamentalmente en ferrocarriles. Sí que se han aprobado unos 1.500 millones de gastos entre subidas de pensiones y reales decretos, los conocidos como viernes sociales. Lo cual significa que el gasto será menor de lo que se apuntaba en los presupuestos y, en consecuencia, la prórroga presupuestaria ayudará algo a corregir el desfase. Básicamente se gastarán unos 1.500 millones más y se ingresarán unos 2.300 millones más. Un ajuste de menos de una décima del PIB. Dicho ajuste, combinado con la mejor marcha de las cotizaciones y de los fondos europeos recibidos, ha contribuido a que la Airef mejore en una décima su previsión anterior de déficit, y que esta se quede ahora en el 2,1% del PIB para 2019. 

"La actual prórroga presupuestaria implica un retraso en el necesario proceso de consolidación fiscal que garantice la llegada de manera realista a niveles más seguros de deuda”, reza el informe de la Airef. No obstante, este año la Autoridad Fiscal ve complicado que se pueda abordar un ajuste con los procesos electorales en marcha.Y va a ser difícil que en la segunda mitad de 2019 el nuevo Ejecutivo pueda tomar medidas que tengan un impacto tan rápido. Por estos motivos, el organismo que preside José Luis Escrivá sí que pide, al menos, que el Gobierno que salga de las elecciones dibuje una estrategia a medio plazo de reducción del déficit y la deuda. 

5.490 millones en gastos extraordinarios

En 2018, el Estado tuvo que hacer frente a 5.940 millones de euros en gastos extraordinarios que no volverán a repetirse. Entre ellos, 2.357 millones por las autopistas de peaje quebradas y algunas inversiones en concesionarias; 1.073 millones en créditos fiscales que le reclamaron las empresas; 1.788 millones en pagos a bancos para compensarles por las pérdidas de las entidades rescatadas que compraron durante la crisis (los llamados esquemas de protección de activos); 702 millones por una sentencia que obligaba a Hacienda a devolver dinero a Telefónica del impuesto de sociedades, o 622 millones por la devolución del IRPF de la baja de maternidad. De no haberse producido, el déficit en 2018 se habría situado en el 2,1% del PIB, incluso por debajo del objetivo del 2,2% que había impuesto Bruselas. Dado que el año pasado la Comisión solo iba a pedir que España bajase del 3% para que saliese por fin de la tutela europea, la pregunta que cabe hacerse es si el Gobierno ha concentrado una parte de estos gastos en 2018, de forma que así pueda contar con más margen en este ejercicio. Y un ejemplo claro es la devolución del impuesto a Telefónica.

Para 2019, al haberse registrado en 2018 un déficit sin extraordinarios del 2,1% del PIB, podría parecer que el déficit en realidad se va a quedar este año exactamente igual. Pero no es así: la Airef prevé gastos extraordinarios para 2019 por valor de 3.004 millones, incluyendo 500 millones de créditos fiscales y 1.648 millones por esquemas de protección de activos. Sin estos desembolsos no recurrentes, el déficit se colocará en el 1,8% del PIB. Y la reducción para este año habrá sido de tres décimas. La menor desde que en 2012 se iniciase la corrección.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_