_
_
_
_

La Autoridad Fiscal alerta de que ligar las pensiones al IPC llevará la deuda pública al 130% del PIB en 2048

Si no cambian las políticas, el endeudamiento crecerá en medio billón de euros en 30 años, advierte el organismo encargado de velar por las cuentas públicas

Antonio Maqueda
El presidente de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, durante una comparecencia en el Congreso.
El presidente de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, durante una comparecencia en el Congreso.EFE

El Pacto de Toledo, la comisión del Congreso donde se debaten las pensiones, ha recomendado vincular de nuevo las prestaciones a la inflación y suprimir el llamado Índice de Revalorización de las Pensiones, la fórmula que ligaba las revalorizaciones al estado de las cuentas. En tanto que hubiese déficit en el sistema, este índice solo brindaba actualizaciones del 0,25%. Sin embargo, en los dos últimos años los Gobiernos del PP y del PSOE han mejorado las pensiones por encima del 0,25%. Ante este nuevo escenario, en el que no se han tomado medidas alternativas que neutralicen el coste de las subidas con el IPC, la Autoridad Fiscal ha actualizado sus proyecciones sobre la evolución de la deuda pública. Y concluye que "la vinculación de las pensiones a la inflación supone una presión sobre el gasto, especialmente a partir de los años 2030, como consecuencia de la jubilación de las cohortes del baby boom". "A falta de medidas que la compensen, esta deriva implicaría un aumento en la deuda pública de unos 50 puntos de PIB en 2048", afirma la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el organismo impuesto por Bruselas para velar por las cuentas públicas.

Con el Producto Interior Bruto de 2018, estos 50 puntos de PIB suponen más de medio billón de euros. Con el PIB de 2048, lógicamente la cifra será muy superior.

En un escenario en el que siguen igual las políticas y se tiene en cuenta el incremento del gasto por el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, la deuda en porcentaje de PIB se estabilizará en el entorno del 90% hasta el año 2030. A partir de ahí, irá tomando una senda alcista y podría situarse en el entorno del 130% del PIB en 2048, muy lejos del 60% que exige el Pacto de Estabilidad europeo y de unas cifras que los mercados consideren sostenibles. En este escenario inercial, los saldos de las cuentas del resto de Administraciones se mantendrían igual que están ahora y compensarían una pequeña parte del incremento causado por las pensiones.

En un anterior informe que la Autoridad Fiscal preparó sobre las pensiones, el organismo ya alertó de que con el mantenimiento del poder adquisitivo el gasto en pensiones anual aumentará desde el 10,6% del PIB actual hasta el 13,4%. Unos 30.000 millones de euros más con el PIB de hoy. De haberse mantenido el 0,25% de revalorización, el gasto se hubiese quedado en el 11,3% del PIB, explicaba el informe que la Airef remitió al Pacto de Toledo. Todas estas previsiones suponen que se mantiene el llamado Factor de Sostenibilidad, que aprobó el PP en 2013 y que ligaba el cálculo de la pensión inicial a la esperanza de vida. Es decir, cuanto más aumente esta, la pensión inicial será más baja porque se entiende que el pensionista estará durante más tiempo cobrando una prestación. En sus últimos Presupuestos, el PP pactó con el PNV posponer a 2023 la entrada en vigor de este factor de sostenibilidad.

Los escenarios más optimistas

No obstante, pese a estos abrumadores números, el informe de la Autoridad Fiscal da también cifras para un cierto optimismo. En un segundo escenario en el que el resto de sectores de la Administración tomasen medidas para eliminar su déficit estructural, entonces la deuda podría estabilizarse por debajo del 75% del PIB incluso asumiendo el aumento del gasto ocasionado por ligar las pensiones al IPC. No obstante, "este escenario implica la generación de saldos primarios muy exigentes desde una perspectiva histórica", admite el organismo que preside José Luis Escrivá. En concreto, supone que durante unos treinta años las Administraciones mantengan el estado de las cuentas que tuvieron en los cinco años de la burbuja. Por tanto, dado que no se contará con el boom de ingresos que alimentó la burbuja, esta proyección conllevaría que se adoptasen más medidas para reforzar las cuentas públicas.

Dicho esto, en un tercer supuesto en el que se hiciesen reformas que mitigasen el impacto del envejecimiento, entonces la deuda convergería hacia el 60% del PIB desde el 97% que se registra en la actualidad, dice el documento del Observatorio de Deuda de la Airef. El organismo ya explicó en su anterior informe que se podían aprobar reformas con un impacto acumulado similar al del abolido Índice de Revalorización de las Pensiones. En ese estudio, proponía dos iniciativas para neutralizar el fin de las revalorizaciones al 0,25%: una, alargar el periodo de cálculo de la pensión a 35 años de vida laboral desde los 22 de ahora. Y dos, hacer que la jubilación se produzca realmente a la edad legal de retiro, esto es, los 67 años. En estos momentos, la edad de jubilación efectiva se sitúa más bien cerca de los 64 años. En todos estos escenarios se considera que el crecimiento medio del PIB será del 1,6%. Al sumar la inflación llegará a un 3%. Y el coste de la deuda se situará en un interés del 3%, similar al que se abona en estos momentos.

En definitiva, el informe de la Autoridad Fiscal constituye, en el fondo, una llamada de atención para que en un contexto de elevada fragmentación política se tomen medidas que pongan en una senda de sostenibilidad las cuentas públicas.

Las soluciones para el déficit

El informe sobre pensiones de la Autoridad Fiscal ha sido utilizado como una referencia de lo que hay que hacer para solventar el agujero de la Seguridad Social. Sin embargo, muchos expertos albergan dudas. Por un lado, porque consideran que sus previsiones de natalidad e inmigración son optimistas. Por otro, porque la Airef calcula que el gasto aumentará en 2,9 puntos del PIB hasta 2048, año de mayor presión por el baby boom. Esos 2,9 puntos se tienen que sumar al 1,7% del PIB que ya existe de déficit en la Seguridad Social. Es decir, el desfase que hay que afrontar equivale a 4,6 puntos de PIB. Con las reformas paramétricas que propone la Airef, se resolvería un tercio del problema. Pero quedan dos tercios por ajustar. La Autoridad dice que un tercio se podría pasar al Estado sin especificar cómo lo va a financiar. Y luego deja otro tercio como algo asumible. O sea, solo resuelve un tercio del problema.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_