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Cómo evitar caer en la espiral de la deuda en nueve claves

Los expertos sugieren las preguntas que cada consumidor debería hacerse antes de recurrir a un crédito

Maravillas Delgado

Cuando las ganas de adquirir algo se hacen irresistibles y sobrepasan la conciencia de no tener finanzas suficientes para sufragarlo, la tentación de acudir a una de las muchas formas de crédito disponibles puede ser muy fuerte. De esta forma, y pese a todas las advertencias de los expertos, el 27% de los españoles asegura que muchas veces compra objetos o servicios que no puede permitirse, según una encuesta de Kruk, una compañía de cobro de deuda. El problema es que, a su vez, la financiación tiene un coste, lo que acabará encareciendo el gasto. Para más inri, si para subvencionar el crédito se pide otra financiación, el riesgo de caer en una espiral de deuda que se multiplica cada mes de manera exponencial es real.

Por ello, para evitar cualquier exposición a un riesgo inútil, José María López, experto en finanzas, propone analizar si el gasto está justificado. “En una sociedad tan acelerada como esta, resulta complicado tener un minuto para reflexionar sobre ello, pero el consumo responsable debe anteceder al crédito responsable”, explica el también autor del blog Todo son finanzas. Sin embargo, en los demás casos, ¿cómo saber si se está sobrendeudado o detectar un desbordamiento de la deuda antes de caer en ello? Hacerse las buenas preguntas (y contestar honestamente) puede ser el principio de una buena solución a este problema, según los expertos.

¿Controlas tus compras, ingresos y gastos? Para evitar pasarse con el endeudamiento, “la planificación es crucial”, dice Ricardo Camarena, director de operaciones de Resuelve tu deuda, una empresa especializada en este ámbito. Según Camarena, lo mejor es apuntarse los gastos y dividirlos por categorías: compras diarias, ocio, caprichos, y otros. De esta forma, serás más consciente de adónde va a parar tu sueldo y dónde deberías recortar para mejorar tu economía personal. ¿La voluntad te falla? Un truco podría ser pedir a tu banco “que establezca un límite mensual de gasto en la tarjeta”, sugiere este experto.

¿Tienes un fondo de emergencia? “Una buena medida para comprobar que tenemos un nivel de ahorro adecuado es calcular la cantidad que necesitaríamos para vivir hasta seis meses sin trabajar”, señala Camarena. Ese dinero se reservará exclusivamente para emergencias. “Si no disponemos de este fondo, y la causa es que nuestras deudas nos impiden tenerlo, podríamos estar sobrendeudados”, advierte Gorka Barrenetxea, director financiero de iMorosity, una asesoría que centra su actividad en los casos de impagos. “Si como consecuencia del endeudamiento, la pérdida de la fuente principal de ingresos limita a semanas o días la capacidad para mantener el gasto sin liquidar activos o pedir prestado, deberían saltar las alarmas”, redunda López. El 52% de los españoles reside en hogares que podrían aguantar más de seis meses en estas condiciones, pero el 30% de los que viven en familias con menos de 14.500 euros mensuales no podrían hacerlo ni siquiera durante un mes, según una encuesta del Banco de España y la CNMV.

¿Dedicas menos del 30% de tus ingresos a la deuda? Si no logras ahorrar nada o no tienes lo suficiente para llegar a fin de mes, “la situación no es la ideal”, subraya el director general de iMorosity, Mario Mazaira, quien aboga por aplicar la regla llamada “del 70-30”. Es decir, no más del 30% de los ingresos debería estar destinado al ahorro, al entretenimiento, al ocio, o al pago de financiaciones al consumo, y el 70% se gastaría en primeras necesidades como vivienda, manutención o transporte. “Cuando destinas más del 30% al pago de tus deudas, excluyendo hipotecas, estás técnicamente sobrendeudado”, resume Camarena. Una opinión que no comparte López. “Esta regla solo pretende que exista margen de maniobra por parte del deudor si aparecen contratiempos, como crisis familiar, despido, bajada de sueldo, enfermedad, subida de los índices en los préstamos a tipo variables, entre otros; pero no necesariamente indica sobrendeudamiento”, afirma.

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¿Tienes deuda solo con una entidad? “Es poco recomendable, incluso peligroso, endeudarse con más de dos entidades financieras”, asegura Mazaira. La razón es sencilla: tendríamos letras que pagar con tipos de interés distintos, diferentes duraciones, y varios tipos de comisiones. Gestionar todo ello resultaría muy poco eficiente. “La solución podría ser unificar las financiaciones en una cuota en la misma entidad”, aconseja Mazaira.

¿Pagas tus gastos sin financiación? Solucionar los problemas financieros a corto plazo comprometiendo el patrimonio a medio y largo plazo “suele ser el mayor de los errores”, destaca Mazaira, quien desaconseja también encarecidamente la llamada financiación a coste cero, o el pago financiado sin intereses. “En la mayoría de los casos, llevan gastos de apertura, gestión y formalización, y se utilizan para compras impulsivas, innecesarias”, señala. Para López, hay que reflexionar muy bien sobre qué opción es más conveniente en cada momento, si tirar de ahorros, cubrir la totalidad del coste del bien o del servicio a través de un crédito, o combinar ambas.

¿La cuota de tu tarjeta es más alta que el mínimo? Si compras con una tarjeta de crédito, “es importante cubrir todo el consumo realizado cuando venza el plazo, para no generar intereses”, indica Camarena. Si decides pagar solo una cuota mínima, “tardarás más en saldar la cuenta total y la deuda crecerá según la tasa de interés pactada con el banco”, añade este experto, para quien no se debería utilizar más del 10% del salario al pago de la tarjeta de crédito. “Si estás pagando más, debes revisar tus hábitos de consumo, establecer un plan financiero que convenga a tu estilo de vida, necesidades y, principalmente, a tus ingresos”, agrega.

¿Sabes cómo se calculan los intereses de la tarjeta? En opinión de Camarena, es importante tener en cuenta que los intereses no se aplican solo al consumo que quedó sin cobertura, y conocer dos conceptos: la tasa de interés mensual y el saldo promedio diario. “Ambos aparecen en el estado de la cuenta”, explica. “Para calcular el primero se debe dividir la tasa anual entre 12, mientras que el saldo promedio diario es la suma de la cantidad que se debe al banco diariamente en el periodo marcado, dividido entre el número de días del mismo, de tal manera que el resultado de la tasa de interés mensual por el saldo promedio diario es el interés ordinario”. A todo ello, para saber lo que cobra el banco cuando se tiene una deuda, habrá que sumar el IVA sobre el interés ordinario más las comisiones de la tarjeta. De ahí que es importante conocer qué cantidades exige tu entidad por retiro de efectivo, o falta de pago o reposición, entre otros conceptos.

¿No pides dinero a tu entorno? Como en el caso de la financiación, “que tengas que pedir dinero a algún familiar o amigo indica claramente que no llegamos a cubrir gastos”, dice Barrenetxea. Si esto ocurre y además te llegan cartas de los bancos reclamando pagos, deberías darte cuenta de que estás sobreendeudado.

¿Te conceden préstamos sin problemas? El acceso a la financiación puede estar limitado por distintos motivos: “estás en un fichero de morosos, la operación no parece viable por las características del cliente en función de la cantidad solicitada, o tienes ya demasiadas financiaciones para tu nivel de ingresos”, destaca Barrenetxea. En este último caso, estás sobreendeudado.

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