Anuncios míticos que se hacen más grandes con el paso del tiempo
La publicidad siempre debería ser buena, muy buena o excelente. Pero solo unos pocos, muy pocos anuncios consiguen quedarse en la memoria y ser recordados a través de los años
A lo largo del día podemos ver cientos de anuncios en televisión, en el periódico y en todo tipo de soportes inimaginables. Casi sin prestar atención descartamos más del 80% de los que vemos u oímos. Y de los pocos que llaman nuestra atención, una ínfima parte de ellos seguirán en nuestro recuerdo con el paso del tiempo.
Ya sea por su originalidad, creatividad, realización o cualquier otra circunstancia, hay publicidades que no se olvidan fácilmente y que con el paso del tiempo no se borran de la memoria colectiva. Su éxito también se puede deber a que fueron lanzados en el momento adecuado y se convirtieron sin querer en la bandera de alguna reivindicación.
Quizá no sean los anuncios más conocidos y populares. La selección es arbitraria. Por supuesto que no están todos los que son, pero sí son todos los que están. Algunos, cientos, se quedarán en el tintero esperando ver la luz. Supongo que, a medida que los vaya rescatando, habrá que hacer una segunda, tercera, cuarta... recopilación.
Empezamos con uno ciertamente minimalista realizado en 1997. Tan solo fue necesario el logo y una tipografía propia, que al cabo de los años sería muy reconocible, para apoyar publicitariamente el despegue de una compañía que en un principio parecía destinada al olvido. Se trataba de Apple, la compañía que fundó Steve Jobs, que se convirtió poco después en una de las empresas más reconocibles y más poderosas del mundo.
Más antiguo todavía (1983) es este de Porsche. Sus bólidos, concretamente el modelo 956, fue el más rápido en esa edición de las 24 horas de Le Mans, la carrera automovilística de resistencia más prestigiosa del mundo. Detrás de él cruzan la meta otros siete coches de la misma marca alemana. La falsa modestia de su mensaje es simplemente genial.
En 1991, esta foto de David Kirby, que fue tomada en mayo de 1990, ganó el World Press Photo Award. Benetton la usó en una polémica publicidad para intentar que se hablara más de las muertes causadas por el sida. Esta gráfica se sumaba a unas cuantas en donde la marca de ropa italiana denunciaba diferentes problemas de la sociedad de la época, como el aborto, la mafia, el racismo... Se les acusó de populismo y oportunismo a costa de las desgracias ajenas. Podéis ver casi todas en este enlace.
Seguimos en el siglo XX, concretamente en 1993. Por esa época, la empresa de artículos deportivos Nike se peleaba con Reebok (bajo el control de Adidas) por ser la marca preferida del público. En esas estaban cuando Nike consigue firmar con un jugador emergente de la liga de baloncesto norteamericana (la NBA) para que se calzase sus zapatillas. Se llamaba, no sé si le recordarán, Michael Jordan, y a partir de ese momento la pelea se terminó con un claro vencedor.
A continuación, la publicidad que fue declarada por la revista especializada Campaign como la mejor campaña de exteriores de todos los tiempos. Fue realizada en 1994 para la empresa canadiense Wonderbra, la creadora de un sujetador que realzaba el pecho y que arrasó a finales de siglo. Protagonizada por la modelo checa Eva Herzigova y bajo el eslogan de Hello Boys (Hola chicos), este anuncio consiguió aumentar las ventas de esta prenda exponencialmente, y además abrió las puertas de esta marca de lencería al mercado estadounidense, con lo que ello significaba.
Ya en este siglo, el siguiente anuncio fue aclamado por unanimidad por todos los profesionales. Se trata del anuncio que Honda realizó en 2003 para presentar la séptima generación de su berlina más lujosa, el Honda Accord. Un dato curioso es que para rodar el anuncio no se utilizó ninguna manipulación informática ni gráfica. Todo lo que se ve realmente sucedió en tiempo real. Hubo que realizar 606 tomas de la misma secuencia. Las 605 primeras, con pequeños errores, hicieron que se volviera a empezar todo el proceso de nuevo. El resultado es magistral.
Otra campaña polémica. En este caso, mucho más mundana. La obsesión de las marcas de belleza y cosmética por la perfección en las líneas femeninas tornaba en irreal todo tipo de campañas publicitarias. Mujeres espectaculares, rostros inmaculadamente finos y perfectos nos hacían creer en los resultados milagrosos de sus cremas y ungüentos. Una de estas marcas, Dove, lanzó al mercado en 2004 la campaña Por la belleza real, donde se muestra el proceso completo de convertir a una mujer normal en una superwoman de anuncio. Esta marca quería reivindicar la diversidad de la belleza femenina, no siendo la cultura de la perfección lo que las hacía atractivas.
Paradójicamente, la multinacional norteamericana Unilever propietaria de esta casa de cosméticos es también la dueña de Axe, una de las firmas que más estereotipa la imagen de las mujeres en sus anuncios. Mensajes contradictorios.
Ya para terminar, nos situamos en 2012. Ese año comenzaron sus andaduras los simpáticos protagonistas de Maneras estúpidas de morir, la campaña realizada por Metro Trains. Esta empresa, responsable de la red de transporte ferroviario de la ciudad australiana de Melbourne, afirmó que esta campaña contribuyó a una reducción de los accidentes potenciales en un 30%. En la actualidad lleva más de 171 millones de visualizaciones en YouTube y tiene hasta una app para jugar en el móvil con estos muñequitos bailones.
¿Alguna sugerencia para la segunda parte de esta recopilación?
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