Anuncios que hay que mirar dos veces: trampantojos psicodélicos
En este mundo no todo es lo que parece. La vista a veces nos engaña y nos hace ver cosas que en realidad no son lo que parecen o simplemente son diferentes
Un trampantojo es una ilusión óptica o trampa con la que se engaña a una persona haciéndole creer que ve algo distinto de lo que en realidad es. Vamos, hacerte creer que te vas a comer unos estupendos huevos con patatas cuando en realidad es una manzana, un melocotón en almíbar y un poco de yogur. Más sano, pero más triste.
No solo en la cocina se pueden encontrar este tipo de "artimañas". Desde hace ya mucho tiempo, este tipo de engaño visual se ha utilizado como recurso en el arte, fachadas y cualquier espacio en donde poder engañar a los sentidos.
El mundo de la publicidad también se sirve de eso para sorprender. Poniendo nuestros ojos a prueba y haciendo creer cosas que no son, pero que podrían ser. Los espectadores no solo dedicarán más tiempo a examinar un anuncio, sino que probablemente también lo contarán a sus amigos, lo que hará que la repercusión sea mayor. Pues hoy va de eso, de anuncios tramposos para los ojos que intentarán que veas lo que ellos quieren que veas.
Comenzamos con uno en el que ves lo que no hay. Se trata de Clearasil, una crema facial para el acné. Jugando tan solo con el contraste entre el blanco y el negro han conseguido un efecto visual sorprendente y muy apropiado para sus propósitos.
Más ilusiones. Y otra vez en blanco y negro. La ONG WWF quiere denunciar el peligro que supone el riesgo de que varias especies animales puedan desaparecer. Una de ellas se puede apreciar en esta gráfica. Aunque no hay que tener una vista de lince para apreciarla, sí hay que poner un poco de interés.
También, aunque con más despliegue cromático, Panadol intenta reflejar lo que se siente cuando se sufre un horrible dolor de cabeza, y el alivio que supone tener estos comprimidos a mano.
Más anuncios mareantes. Sony también se apunta a esta moda para anunciar su nueva gama de televisores Bravia.
La siguiente pieza es de la marca de pinturas Benjamin Moore. Es un buen ejemplo de una ilusión óptica, ya que canaliza los estereogramas que fueron tan populares a principios de los 90. Si se observa lo suficiente, los patrones aparentemente aleatorios, una imagen tridimensional de un artículo relacionado con la pintura comenzará a emerger.
Y si mareantes eran los anuncios anteriores, este lo es con razón. Cuando se bebe demasiado, el movimiento de objetos inanimados a tu alrededor se vuelve de lo más normal. En Alcohólicos Anónimos lo saben y creen que es el momento de pedir ayuda.
Más "visualmente correcto" pero con truco en la composición es este de la ONG india World For All Animal. Utilizando muy cuidadosamente los espacios y los contrastes entre los blancos y negros de la imagen logra crear figuras donde no hay nada.
Los autobuses y camiones son plataformas muy utilizadas para todos estos tipos de juegos visuales. Por ejemplo, el Zoo de Copenhague utilizó el transporte público de la capital.
Quién no diría al pasar al lado de este camión con el coche que la multinacional deportiva alemana Adidas se ha dejado la pasta en una bota de fútbol gigante para exponerla en un evento. De entrada da el pego, aunque cuando se avanza un poco se aclarará el entuerto.
Por último, una publicidad de Citroën que fue retirada en Reino Unido por la posibilidad de desencadenar ataques de epilepsia fotosensible a los espectadores. La normativa inglesa publicitaria establece: "Los anuncios no deben incluir efectos visuales o técnicas que puedan afectar negativamente a los espectadores con epilepsia fotosensible".
Y ahora, cierren los ojos y relájense que ya hemos terminado.
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