Zed, problemas con ING y algo más

La firma tecnológica que reclama 500 millones a la entidad holandesa tenía dificultades con la deuda y con Rusia

Javier Pérez Dolset, fundador de Zed, en Madrid.
Javier Pérez Dolset, fundador de Zed, en Madrid. ÁLVARO GARCÍA

Javier Pérez Dolset, fundador y consejero delegado de la tecnológica Zed, reclama 500 millones a ING por los daños causados por el banco a su empresa, que acabó en concurso de acreedores. ING lideró el sindicato de bancos, donde también estaba el Santander y el BBVA, que prestó 140 millones a Zed en diciembre de 2013.

Según la denuncia presentada ante la fiscalía de Amsterdam, las cuentas de la matriz se vieron perjudicadas porque su filial rusa, Zed, (que estaba fuera del control de los ejecutivos españoles) no entregó 30 millones en dividendos que le correspondían. Este bloqueo se hizo “gracias a la colaboración de ING”, según Pérez Dolset. Este directivo explica esta sintonía entre del banco holandés y los directivos rusos —que trabajaban con su firma VimpelCom—, por la cooperación que tenían para blanquear dinero.

Zed también afirma que el propio Santander preguntó a los inversores rusos, capitaneados por Mijail Fridman, principal accionista de VimpelCom, por los pagos sospechosos de soborno, sin obtener respuesta. Directivos del Santander, que tenía el 2% de Zed, se alarmaron al saber que VimpelCom estaba siendo investigada por las autoridades de Estados Unidos por pagar sobornos (finalmente fue multada con 715 millones de euros).

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En octubre de 2014, Zed “informó a ING y al sindicato de banqueros de sus hallazgos sobre pagos ilegales de VimpelCom, pero ING no inició una investigación ni informó a las autoridades”. En diciembre de 2014 Zed se quedó sin liquidez porque ING “nos cortó el grifo”, apunta Pérez Dolset.

En 2015, los bancos encargaron un informe a la consultara Alvarez & Marsal para buscar salidas a la situación. Ese informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, reconoce los problemas sobre la filial rusa, “que está fuera del control de la compañía y se deben detener las fugas” de pasivo mediante pagos. No obstante, también menciona otros problemas en Venezuela y Argentina. Afirma que Zed tiene un déficit de 15 millones para pagar las obligaciones de la deuda de 2015, que se elevará a 27 millones después de los ajustes.

“Se deben tomar medidas inmediatas para generar ahorros a corto plazo a través de un plan de reestructuración de la deuda y el capital, así como crear una nueva gobernanza en la compañía”, con la figura de un director financiero. En el verano de 2016, Zed entró en concurso de acreedores.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón

Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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