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OHL reclama 220 millones de indemnizaciones públicas por proyectos fallidos

La constructora trata de calmar a los mercados con el anuncio de un dividendo extraordinario y un recorte de costes para volver a ser rentable

Ramón Muñoz
Juan Villar-Mir, presidente de OHL, en la Junta General de Accionistas.
Juan Villar-Mir, presidente de OHL, en la Junta General de Accionistas. Fernando Villar (EFE)

OHL prevé obtener unos ingresos de 220 millones de euros correspondientes a indemnizaciones públicas por dos concesiones en liquidación: el ferrocarril Móstoles-Navalcarnero y la autopista de peaje al Aeropuerto de Madrid-Barajas, según consta en el Plan de Negocio 2018-2020 presentado este miércoles por la constructora española. Ambas concesiones han sido liquidadas judicialmente y están pendientes de que se fije una indemnización, aunque es previsible que acaben en los tribunales por las diferencias de valoración entre las Administraciones que encargaron los proyectos fallidos —la Comunidad de Madrid en el caso de la línea de Cercanías y el Ministerio de Fomento en el de la autopista— y el grupo constructor.

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El proyecto de construcción de la línea de Cercanías entre las localidades madrileñas de Móstoles y Navalcarnero fue adjudicado a OHL en 2007, pero su construcción se paralizó, y fue declarado en liquidación el pasado año. Por su parte, el Ministerio de Fomento rescató el pasado mes de abril la autopista de peaje M-12 Eje Aeropuerto, la vía que une Madrid y el Aeropuerto de Barajas, que fue construida por una concesionaria participada por OHL.

Ahora las dos administraciones deberán fijar la denominada responsabilidad patrimonial de la administración (RPA) para compensar las inversiones fallidas, un importe que será sensiblemente inferior a lo reclamado por la constructora como sucede casi siempre en estos litigios.

Además, OHL ha vivido este miércoles una sesión de vértigo en la Bolsa. Las acciones de compañía se desplomaban al inicio de la jornada hasta un 16% tras comunicar el martes por la noche las cuentas del primer trimestre, en el que perdió 144,9 millones de euros. No obstante, las pérdidas cse disiparon a lo largo de la sesión para cerrar con una caída del 3,5% tras el anuncio del consejero delegado de OHL Juan Osuna, de que repartirán un dividendo extraordinario, no cuantificado, tras culminar la venta de su división de concesiones al fondo IFM, una operación que ha dejado 2.158 millones en su caja.

Osuna resaltó que la venta de la filial de Concesiones ha sido "como cortarse los brazos", pero era necesario para saldar las deudas, y destacó que a liquidez de "ciencia ficción", que tiene el grupo tras la operación, con 1.000 millones de euros, lo que hace factible el pago del citado dividendo. 

Plan de negocio 2018-2020

Este anuncio se enmarca dentro del plan estratégico 2018-2020 presentado este miércoles por el grupo fundado por Juan Miguel Villar Mir que plantea reducir la estructura de la compañía para concentrarse en las áreas de construcción y promoción de concesiones, focalizarse en tres áreas geográficas (Estados Unidos, Latinoamérica y España) y reducir los costes de estructura con el objetivo de ser rentable y de mantener a cero su deuda neta.

En este sentido, el plan contempla reducir los costes de estructura desde el 8% hasta el 4%, con un ahorro de estimado en el entorno de los 100 millones en 2020 con el objetivo de obtener un Ebitda superior al 5% y unas ventas del entorno de 2.800 millones de euros, con caja neta positiva.

La empresa reconoce que la adaptación a este nuevo plan de negocio desde la situación actual será gradual en el trienio 2018-2020, "lo que necesariamente conllevará un impacto en la cuenta de resultados hasta la finalización de la implantación del plan, para llegar a ser una empresa rentable de menor tamaño". La firma precisa que ello conllevará a que la comparación de cifras consolidadas con los datos del mismo periodo del ejercicio anterior se deba interpretar en el marco de este nuevo enfoque establecido por la compañía. Con esto aseguran que "será normal asistir a un descenso de ventas" y a que se produzcan costes asociados a la adaptación al nuevo Plan de Negocio, así como desinversiones adicionales en los activos menores de la compañía "para financiar este plan de ajuste".

La compañía prevé recuperar 208 millones por las reclamaciones de proyectos legacy o fallidos, y que los planes de Canalejas (Madrid) y Old War Office (Londres) le aporten 150 millones. También se deshará de activos considerados no estratégicos que alcanzarían 280 millones de euros. Entre estos activos en venta, están la participación que mantiene en el complejo turístico de Mayakoba, operación que prevé cerrar en el primer semestre con unos ingresos de 215 millones de euros. También espera materializar en la primera mitad del año la venta de su filial checa ZPSV (40 millones) y en 2019 se desprenderá de otros activos por 25 millones.

"Tenemos la obligación de aprender del pasado, escuchar y tomar buena nota de las lecciones que el pasado inmediato nos ha dado para no volver a caer en situaciones por todos conocidas que nos han llevado a momentos complicados. En base a eso, debemos ser capaces de tener esta nueva OHL de una manera bastante distinta a la OHL que todos conocíais", ha precisado el presidente de la firma, Juan Villar-Mir.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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