El PP gana tiempo a la espera de la comparecencia de Rajoy sobre pensiones
La mayoría de grupos parlamentarios, menos el popular, se muestran partidarios de garantizar el poder adquisitivo
La idea de que las pensiones deben mantener el poder adquisitivo, con matices, es mayoritaria en el Pacto de Toledo. Ante esto, el PP ha reclamado cálculos sobre el coste de cambiar la fórmula de revalorización actual. Esto “no se hace en un rato”, admitió el portavoz popular, Gerardo Camps. El tema ya no volverá a tocarse hasta la próxima reunión de la comisión que trata los temas de pensiones el 20 de marzo, seis días después de la comparecencia monográfica del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre este asunto.
El cambio de la agenda prevista en el Pacto de Toledo para abordar ya el poder adquisitivo de las pensiones la semana pasada no gustó al PP. Las manifestaciones de pensionistas en la calle forzaron el cambio, pero al grupo que sustenta al Gobierno el cambio le irritó. Quería esperar a la comparecencia sobre este asunto del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, la semana próxima y que este fijara allí la posición o anunciara sus planes para revalorizar las pensiones. No lo consiguió. La comisión parlamentaria que aborda los asuntos sobre pensiones ha tratado el tema este miércoles. Pero ahí el PP logró, al menos, parte de su objetivo: se vio que está en minoría en su defensa del mecanismo de actualización anual que no garantiza el poder adquisitivo, en cambio, no hubo muchos avances en esta materia que estrecharan margen de actuación a Rajoy para el próximo miércoles.
La posición solitaria del PP se fue viendo en las diferentes intervenciones de todos los portavoces. Podemos y PSOE defendieron la vuelta al IPC como la mejor garantía de mantenimiento del poder adquisitivo. “Es la mejor forma porque da tranquilidad. Es clave, no podemos hablar de sostenibilidad financiera sin hablar de poder adquisitivo”, incidió la portavoz socialista, Mercè Perea, “sabemos que hay margen para aumentar el gasto”. En la misma línea, la portavoz de Podemos En Comú, Aina Vidal, reclamó esa vuelta al IPC como vía de actualización, mecanismo vigente hasta 2013 (aunque no se aplicó en 2011, 2012 y 2013).
Con ciertos matices, el PNV y el PdeCAT también reclamaron una forma que mantenga la capacidad de compra de los pensionistas. El portavoz del PdeCAT, Carles Campuzano, apuntó una propuesta que debería tener en cuenta no solo los ingresos y gastos de la Seguridad Social, como ahora, sino también la evolución de los precios y el PIB. Incluso señaló que podría asegurarse el nivel de vida de todos los pensionistas en las épocas de crecimiento y hacerlo solo para los que tengan menores ingresos en las crisis. La propuesta de Campuzano es parecida a la que llevaba tiempo defendiendo en la comisión el PNV, señaló su portavoz, Íñigo Barandiaran.
Hasta Ciudadanos se mostró partidario de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas. Aunque su responsable económico, Toni Roldán, mostró más dureza con el PSOE que con el PP en su intervención. “Estamos dispuestos, pero no queremos parches que nos lleven a recortes en dos o tres años. Hay que hacer también una reforma laboral y aumentar la natalidad”.
Esta coincidencia, con matices, entre los diferentes grupos parlamentarios llevó a varios de los presentes en la reunión a calificar el encuentro de “productivo” o “positivo”.
Fijadas estas posiciones, Gerardo Camps, portavoz popular y ex secretario de Estado de Seguridad Social, se declaró “dispuesto a hablar de todo”, señaló a la salida de la reunión. Pero también exigió números para ver cuánto cuesta cada una de las propuestas que la oposición puso sobre la mesa y eso “no se hace en un rato”. Es decir, esas cifras no se podían conocer este miércoles y no se verán hasta la siguiente reunión del Pacto de Toledo, el 20 de marzo... si Rajoy no las adelanta antes en la comparecencia parlamentaria del miércoles de la semana que viene.
“El PP está ganando tiempo”, admitió Vidal, de En Comú, al tiempo que se quejó. Exactamente la misma frase empleó la socialista Perea y otros portavoces como Barandiaran.
Bruselas defiende las dos últimas reformas de la Seguridad Social
España sigue siendo uno de los países con desequilibrios macroeconómicos, según la Comisión Europea . La abultada deuda pública, privada y exterior la hacen vulnerable ante potenciales subidas de los tipos de interés. Bruselas, además, entró ayer de lleno en el debate de las pensiones: las reformas aprobadas en 2011 y 2013 van en la dirección de garantizar la sostenibilidad del sistema, aunque la Comisión sostiene que provocarán "un declive gradual en el valor real de las pensiones existentes". En plata: los pensionistas van a perder valor adquisitivo, algo que ya ha sucedido en los últimos tiempos.
El Ejecutivo de la UE sostiene que las reformas fueron necesarias ante el estancamiento económico, el envejecimiento de la población y el aumento de la pensión media. Esos factores pueden suponer "un impacto negativo potencialmente fuerte en los niveles de vida de los pensionistas" en los próximos años. Bruselas cuadra un círculo imposible: ha patrocinado las reformas laborales que han reducido las cotizaciones sociales y han dejado un agujero en la Seguridad Social, han reclamado reformas de pensiones que a la postre suponen recortes, y a la vez alertan del elevado riesgo de pobreza en España. Las futuras pensiones dependerán, según la Comisión, de los desafíos laborales actuales: altísima temporalidad y el aumento del trabajo a tiempo parcial. Tendencias que no han hecho más que intensificarse con las reformas laborales que reclama la propia Comisión.
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