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La Eurocámara pide que la lista de candidatos a vicepresidente del BCE incluya mujeres

El Parlamento Europeo pide por carta al Eurogrupo que haya alguna candidata en la terna para vicepresidente del eurobanco

Claudi Pérez
El vicepresidente del Banco Central Europeo, Vítor Constâncio, el 24 de noviembre en Madrid.
El vicepresidente del Banco Central Europeo, Vítor Constâncio, el 24 de noviembre en Madrid. Emilio Naranjo (EFE)

La igualdad de género no ha llegado a la institución europea más relevante para lidiar con las crisis, el BCE. La Eurocámara presiona para que los socios del euro presenten una lista corta de candidatos a suceder al vicepresidente Vítor Constâncio, y para que en esa lista haya mujeres. El Gobierno da por hecho que esa silla será para un español. El favorito, Luis de Guindos, tiene dos problemas: los ministros no son bienvenidos en Fráncfort, y la igualdad de género puede desempeñará un papel relevante en la decisión final.

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Sabine Lautenschläger es la única mujer que figura en el sanedrín del Banco Central Europeo, el consejo ejecutivo que preside el italiano Mario Draghi. Puede que por poco tiempo: el Parlamento Europeo ha dejado claro en una carta enviada al Eurogrupo (la reunión de ministros del euro) que espera “una lista de al menos tres candidatos” para cubrir la próxima vacante, la de Constâncio, que se marcha en mayo de 2018. La Eurocámara, además, espera que esa lista respete “la igualdad de género”, según la misiva a la que ha tenido acceso este diario.

Ese debate ya provocó una encendida polémica en los meses previos al nombramiento del luxemburgués Yves Mersch, que le ganó la partida al español Antonio Sáenz de Vicuña en el Eurobanco para desesperación del Gobierno de Mariano Rajoy, que ha fallado una y otra vez en la batalla por puestos de relevancia. Ya entonces la Eurocámara pidió listas cortas y mujeres candidatas.

La decisión sobre los consejeros del BCE corresponde al Eurogrupo y en última instancia a los jefes de Estado y de Gobierno, pero la Eurocámara y el propio banco central tienen un papel consultivo muy destacado. En el caso del BCE, porque Draghi se ha ganado a pulso una reputación. En el de la Eurocámara, porque tanto el Eurogrupo como el BCE necesitan cuidar al máximo sus discutibles credenciales democráticas.

La opción Guindos

Guindos no ha dado por hecho que vaya a presentarse, pero es un secreto a voces que el cargo le interesa. Y es favorito junto al irlandés Philip Lane. Pero el ministro español tiene varios factores en contra. El fundamental es que los ministros no son bien recibidos en Fráncfort, con el BCE muy consciente de la importancia de salvaguardar su independencia. A Guindos le puede perjudicar también el equilibrio institucional: los dos nombres con más posibilidades para suceder a Draghi son el alemán Jens Weidmann y el francés François Villeroy de Galhau, lo que facilitaría la candidatura de Lane para evitar que dos países grandes copen las sillas principales.

Guindos cuenta con el apoyo de Berlín, y con el hecho de que toda Europa es consciente de que España boxea muy por debajo de su peso en las instituciones. La igualdad de género aparece como escollo: en las listas iniciales que ha manejado España apenas hay mujeres, y solo Gloria Hernández (secretaria del Tesoro con Rodrigo Rato) tiene alguna opción.

En su carta al Eurogrupo, el Parlamento —a través de Roberto Gualtieri, de la comisión de Economía— deja claro que quiere un papel destacado, con reuniones informales con los posibles consejeros. Las candidaturas se conocerán en enero. Y esa partida se jugará entre febrero y marzo.

Guindos da por hecho que España tiene el puesto asegurado. Las fuentes consultadas en Bruselas, Fráncfort y Berlín coinciden en que España tiene muchas opciones, “siempre que presente al candidato o candidata adecuado”. En Bruselas, el ministro tiene buen cartel, “pero quizá España se juega demasiado capital político si decide presentarle como candidato”, apunta una alta fuente europea.

París y Berlín buscan la silla de Draghi

Los dos próximos años se abren varias vacantes en el BCE. El economista jefe, Peter Praet, dejará su puesto en 2019, y el presidente, Mario Draghi, en noviembre de ese año. Tanto Francia como Alemania aspiran a ese cargo. La canciller Merkel puede proponer a uno de sus hombres de confianza, Jens Weidmann, una suerte de antagonista de Draghi; Francia, a François Villeroy de Galhau. Si no hay acuerdo Berlín-París, podría aparecer el holandés Klaus Knot.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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