_
_
_
_

La Policía Nacional identifica a 800 turistas británicos por falsas intoxicaciones

Las reclamaciones se presentaron a través de 77 despachos de abogados radicados en Reino Unido

Los turistas este verano en la playa de Magaluf (Mallorca).
Los turistas este verano en la playa de Magaluf (Mallorca).ENRIQUE CALVO (REUTERS)

Cerca de 800 turistas británicos han sido identificados por la Policía Nacional como autores de reclamaciones por supuestas intoxicaciones alimentarias durante sus vacaciones en régimen de todo incluido en diversos hoteles de Baleares. Una investigación iniciada el pasado verano después de las reiteradas denuncias de establecimientos hoteleros a los que el timo de la indigestión ha hecho perder más de 60 millones de euros.

La laxitud en la normativa sobre reclamaciones en Reino Unido permitía reclamar la devolución total del importe de las vacaciones sin apenas pruebas. Bastaba con que el turista de regreso en el país de origen presentara una reclamación por intoxicación alimentaria contra el turoperador, que renunciaba a defenderse en los tribunales por los elevados costes del litigio y terminaba descontando al hotel balear el importe de las reclamaciones del cliente.

Más información
El ‘timo de la indigestión’ con el que cada vez más británicos pagan sus vacaciones en España
Londres intenta frenar el timo de las ‘falsas indigestiones’ de los turistas británicos en España

Los investigadores han comprobado que los 800 turistas actuaron a través de 77 despachos de abogados diferentes, a los que acusan de orquestar un entramado criminal basado en las falsas reclamaciones que han terminado por generar importantes perjuicios económicos al sector turístico. La investigación ha destapado que algunos denunciantes eran captados en los alrededores del hotel, donde trabajadores de los bufetes de abogados les tomaban los datos personales y les ofrecían la posibilidad de disfrutar gratis de sus vacaciones con solo poner una reclamación. El turista una vez de regreso a Reino Unido se ponía en contacto con el despacho para continuar con los trámites, con denuncias que en ocasiones no se presentaban hasta tres años después del viaje.

Las páginas web en las que se garantizaba un alto porcentaje de éxito en las reclamaciones era otro de los cebos utilizados por los despachos de abogados, que se quedaban con una parte de las ganancias que obtenían para sus clientes. Para la policía "existe un evidente ánimo de lucro" en la conducta de quienes han retorcido la normativa inglesa a su favor "en un claro fraude de ley". Los investigadores creen que estas 800 reclamaciones podrían ser falsas, ya que apenas una pequeña parte de los viajeros fue al médico para ratificar la intoxicación o presentó algún tipo de documentación concluyente sobre su estado de salud durante las vacaciones.

Incremento del 700%

Según los datos de la policía, desde que se iniciara la investigación el verano pasado se han presentado en las islas reclamaciones por valor de 4,46 millones de euros, lo que implica un incremento de hasta el 700% con respecto al volumen de años anteriores. Y el fraude no solo se da en Baleares, ya que zonas del Levante y Canarias también se han visto afectadas por estas denuncias en los últimos meses.

Los resultados de la investigación han sido remitidos al juzgado de instrucción número dos de Palma que desde hace varios meses investiga un posible delito de estafa en masa por estas reclamaciones fraudulentas. A principios de septiembre se detuvo a seis personas acusadas de defraudar 60 millones de euros mediante este método, que utilizaba una red de agentes comerciales diseminados por Mallorca y otras comunidades que se encargaban que captar a los reclamantes.

Las autoridades británicas se comprometieron a luchas contra este tipo de estafa y la semana pasada llegó una de las primeras condenas de prisión por este asunto. Una pareja de Liverpool fue sentenciada por un tribunal británico a un total de dos años de cárcel por fingir que se intoxicaron con la comida del hotel de Mallorca en el que pasaron sus vacaciones durante los veranos de 2015 y 2016. La pareja había reclamado una indemnización de 22.000 euros al turoperador y según diferentes medios ingleses fue condenada tras comprobarse que había fingido ser infectados por una bacteria durante su estancia en el hotel.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_