La basura como recurso valioso
El Ayuntamiento de Logroño y Ecoembes ponen en marcha un laboratorio pionero de economía circular
Plásticos procedentes de los alimentos, ropa, restos orgánicos, papel, electrodomésticos o muebles que desechamos de nuestra actividad diaria y que hasta hace bien poco solo eran basura siguen llenando bolsas y contenedores, a veces sin ningún tipo de separación para reciclar. Según los últimos datos que manejan el INE y el Ministerio de Medio Ambiente, la cantidad de residuos de competencia municipal recogidos en España es de 20,8 millones de toneladas. Pese a que poco a poco disminuye la cifra, sigue siendo demasiado volumen, coinciden los expertos, habida cuenta de que en torno al 45% es orgánico y la UE va a limitar de forma drástica su depósito en los vertederos.
No es la única limitación que ha impuesto a los Estados miembros. En 2030, los Ayuntamientos estarán obligados a reciclar el 65% de los residuos, el 75% de los envases y solo podrán llevar a los vertederos el 10% de las basuras generadas. El Ayuntamiento de Logroño quiere liderar ese proceso de transformación para que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad en todo momento. Ecoembes, la organización sin ánimo de lucro que se dedica a la recuperación de envases en toda España, ha elegido la ciudad y la comunidad, y ha puesto en marcha The Circular Lab, un laboratorio en el que investigar y desarrollar nuevas prácticas en el ámbito de los envases. Un ejemplo de colaboración público-privada que monitoriza la UE y cuyos resultados se exportarán al resto de España y del Viejo Continente.
“Las ciudades españolas estamos liderando ese cambio”, defendió la alcaldesa de Logroño y vicepresidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias, Cuca Gamarra, en un encuentro organizado el pasado martes por EL PAÍS, la cadena SER y la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) como parte del ciclo Retos y estrategias del municipalismo. Junto al consultor de Intercom Strategys, Ramiro Aurín; el director general de FCC Medio Ambiente, Jordi Payet, y el responsable de la gestión local y autonómica de Ecoembes, Ángel Hervella, Gamarra explicó que la ciudad ideal, que recicla basándose en los principios de la economía circular, “está en camino” gracias, entre otros compromisos, a la colaboración público-privada. Según el INE, La Rioja es la comunidad autónoma con menor cantidad de recogida de residuos urbanos.
“La solución es un reto impresionante y pasa por convertir el desperdicio en un recurso. Entender y desarrollar esto es el auténtico cambio de ciclo”, apuntó Jordi Payet durante el debate. ¿Cómo? A base de inversiones en I+D para aumentar los índices de reciclaje y de desarrollar subproductos derivados de la basura; de articular una sociedad cada vez más colaborativa y comprometida con el medio ambiente, y, finalmente, con unas Administraciones públicas que apliquen las cláusulas sociales en los contratos públicos. Es decir, que obliguen a los contratistas a reutilizar los subproductos derivados del tratamiento de la basura en la obra pública. La contratación pública supone el 20% del PIB, recordaron los ponentes para darle dimensión al efecto que podría tener en la reutilización de los residuos de acuerdo con una ley de contratos públicos explotada al máximo.
“Lo que hacen en La Rioja será el futuro. Es la única posibilidad de sobrevivir”, describió el consultor de Intercom y miembro de la Asociación para la Excelencia de los Servicios Públicos, Ramiro Aurín. En su opinión, el concepto de vertedero está en extinción. “Las ciudades deberán ser como estaciones espaciales autosuficientes”, describió tras asegurar que el reciclaje “es cuestión de supervivencia”.
El laboratorio circular no se va a circunscribir a Logroño, sino que va a tomar toda la comunidad como referencia para hacer pruebas, desde el diseño de los envases hasta su reutilización, y volver a empezar otra vez en el ciclo productivo. El objetivo es no dejar rastro y evitar las consecuencias más negativas de su desperdicio, como, por ejemplo, la acumulación en el mar y su terrible penetración en el ciclo de la vida submarina. Ángel Hervella explicó que hay que pasar “del concepto de ‘Estado de bienestar’ al de ‘sociedad del bienestar”. Tras proclamar que hay que hacerse a la idea de que el quinto contenedor, el de los residuos orgánicos, es una necesidad para seguir avanzando, auguró que poco a poco los más de 8.000 municipios españoles van a adaptarse a la normativa de la UE.
En este sentido, todos los presentes apostaron por la colaboración público-privada, por una mayor complicidad entre las Administraciones y las empresas que pueden aportar investigación al tratamiento de las basuras, y renegaron de medidas como devolver al sector público servicios que han sido privatizados.
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