Los dos sindicalistas acusados de agresión rechazan pactar con el fiscal
Comienza el juicio a dos huelguistas de UGT que partiparon en el paro del 29 de marzo de 2012
El fiscal ofreció este miércoles a los dos sindicalistas de UGT para los que pide siete años de prisión un pacto que dejaba su petición de condena en una multa a cambio de que aceptaran un delito contra los derechos de los trabajadores. Los dos acusados, Rubén Ranz y José Manuel Nogales, rechazaron el acuerdo y el juicio, en el que se les juzga por disturbios que ocurrieron en la huelga general de marzo de 2012, comenzó con casi cuatro horas de retraso. Este miércoles no declararon todos los testigos y se ha aplazado la declaración de los dos que faltan hasta el 7 de julio.
El caso de los dos sindicalistas de UGT se ha convertido en otro símbolo de la lucha que tienen los sindicatos para reclamar la abolición del artículo 315.3 del código penal, que impone penas de tres años de cárcel a quienes “coaccionen [...] a iniciar o continuar una huelga”. Este artículo se ha invocado para procesar a más de 300 sindicalistas y solicitar, en muchos casos, condenas de cárcel, también es así para Rubén Ranz y José Manuel Nogales.
Por eso este miércoles, antes de que comenzara el juicio a estos dos sindicalistas, acusados de agredir a policías y a dos camareros durante la huelga general de 2012, UGT y CC OO habían convocado una manifestación de apoyo, a la que acudieron los líderes de ambas organizaciones, Pepe Álvarez e Ignacio Fernández Toxo. También participó José Alcázar, el más conocido de los Ocho de Airbus, otro caso simbólico con peticiones de cárcel para huelguistas que acabó con la absolución de los acusados. La marcha llegó hasta la puerta del juzgado.
Una vez dentro llegó la oferta del fiscal para reducir su petición a cambio de que ambos sindicalistas aceptaran los delitos y una multa. Tras renunciar al pacto, comenzó el juicio.
En él, los acusados han admitido que en la mañana del 29 de marzo estuvieron presentes en la Plaza de la Lealtad, en Madrid, y también que a primera hora de la mañana hubo incidentes ante una cafetería de la zona cercana al Hotel Ritz que acabaron con cargas policiales en las que ambos acusados fueron detenidos. Lo que rechazan Ranz y Nogales es que ellos agredieran a los camareros de la cafetería (un empleado y el dueño) y a los policías antidisturbios que intervinieron.
Los dos sindicalistas han rechazado que ellos coaccionaran a los camareros. Ranz, en concreto, apuntó que trató de apaciguar los ánimos, ya que temía que el empleado de la cafetería golpeara a alguno de sus compañeros. Por el contrario, el empleado del bar lo señaló como el autor del primer golpe que le pegaron en la cara. Otros testigos de la defensa, en cambio, han rechazado estos hechos y han apuntado que no fue Ranz el autor de ese golpe sino que fue otra persona, "una mujer", del piquete.
Entre los policías, las versiones sobre lo sucedido han sido diferentes. Unos no han podido precisar si Ranz y Nogales participaban en la pelea a las puertas del bar y otro ha comentado que detuvieron a los más activos.
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