Uber cancela las pruebas del coche sin conductor tras un accidente
En diciembre abandonaron Silicon Valley para seguir los experimentos en Arizona
Un accidente ha echado el freno al sueño de Uber. La carrera por el coche sin conductor tendrá que esperar. Tras un accidente este viernes en Tempe (Arizona), la startup ha decidido cancelar las pruebas en la calle, con tráfico. La colisión tuvo gran eco tras publicarse en Twitter la imagen de su icónico vehículo volcado, con las ventanas rotas y diversos arañazos y golpes en medio de la carretera. Uber ha confirmado la veracidad de la imagen y anunciado que van a dejar de hacer pruebas no solo en Arizona, donde se fueron tras tener que abandonar San Francisco por carecer de permisos a finales de diciembre, sino también en Pittsburgh, donde comenzó el experimento y han creado un laboratorio de investigación para acelerar esta tecnología.
Josie Montenero, portavoz de la policía de Tempe, apunta que fue el otro coche el culpable, que no se echó a un lado. El coche de Uber iba con un conductor que pudo hacerse con el control del volante, pero todavía no se sabe si lo hizo. Sí han confirmado que no iba con más pasajeros.
El coche sin conductor tiene dos protagonistas principales, Google y Uber. Mientras que Uber acaba de tener este aparatoso accidente, los de Waymo, la filial de Google, solo han registrado colisiones menores, en su mayoría debido a que el coche que va detrás del robotizado no frena a tiempo. Los modelos de Waymo, una cápsula biplaza, una furgoneta y un todoterreno urbano, ya han recorrido más de dos millones de millas.
La lucha entre ambas se disputa también en los juzgados. Waymo ha denunciado a Otto, la firma comprada por Uber para impulsar la investigación, por robo de patentes, planos y secretos. El fundador de Otto era empleado de Google y se le acusa de llevarse consigo más de 14.000 archivos.
Este accidente se suma al rosario de problemas que afronta la empresa y, especialmente, su fundador y consejero delegado Travis Kalanick, que busca un número dos para reflotar una firma con una valoración superior a los 50.000 millones de dólares.
Para Uber el coche sin conductor es una de las claves de su futuro. Gran parte de su viabilidad depende del éxito de esta idea. Conseguir una flota sin humanos al volante les permitiría deshacerse del pago a conductores, contar con una flota de coches que, además, pueden circular 24 horas al día, solo parando para revisiones y repostar. Los conductores, que no son empleados de la empresa, son uno de los puntos flacos de Uber, con los que tienen abiertos diversos litigios por las condiciones laborales y cambios en tarifas.
Llama la atención esta decisión cuando el mismo viernes por la tarde uno de sus coches, un SUV de Volvo, circulaba por SOMA, el barrio de las startups de San Francisco. Iba con conductor, claro.
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