Pemex y Chevron crean el primer consorcio de exploración en aguas profundas mexicanas

Pemex da un paso más en su proceso de puesta en rentabilidad. El gigante petrolero estatal mexicano ha firmado este martes el primer consorcio internacional de su historia para la exploración y extracción de crudo en aguas profundas en el Golfo de México de un bloque estatal con la estadounidense Chevron y la japonesa Inpex. Se trata, en concreto, del bloque cuatro del área de Perdido, que fue adjudicado tras la reforma energética mexicana. En el acuerdo, la segunda mayor petrolera de EE UU aporta su conocimiento y tecnología para las prospecciones e Inpex, la firma más grande del sector en Japón, actúa como socio financiero. Los tres socios tendrán una cuota idéntica de participación sobre los beneficios: del 33% cada uno.

El presidente de Chevron para América Latina y África, Clay Neff, ha destacado que este contrato es "un hito importante" en el ya longevo proceso de colaboración con Pemex y "evidencia que el futuro de México es también el futuro de Chevron". Sus palabras cobran especial importancia dado el difícil momento que atraviesan las relaciones entre ambos países tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Shuhei Miyamoto, máximo responsable de Inpex para América, ha subrayado por su parte que el acuerdo firmado este martes será "clave" para fortalecer la relación bilateral entre Japón y México.

La suscripción del acuerdo no quiere decir que la colaboración entre ambas partes acabe aquí. La estadounidense Chevron, que cuenta con amplia experiencia en aguas profundas —extrae unos tres millones de barriles diarios—, ha abierto la puerta a futuros acuerdos con la petrolera estatal mexicana en un esquema similar al del bloque cuatro. Y Pemex, por su parte, se ha mostrado más que dispuesta a "compartir los riesgos" que llevan aparejadas este tipo de operaciones, en las que la tecnología necesaria es altamente especializada y, por tanto, costosa. "La relación con Chevron e Inpex sienta las bases para participaciones conjuntas en futuras rondas de licitación así como para buscar una colaboración en oportunidades internacionales de exploración y producción de hidrocarburos", apunta Pemex en un comunicado.

En 2012, el país norteamericano encontró por primera vez petróleo en aguas profundas en el Golfo de México. Este hallazgo, solo 40 kilómetros al sur del límite con aguas estadounidenses elevó en casi un tercio la frontera de posibilidades de producción de crudo mexicana. El bloque 3 Norte está frente a las costas del estado de Tamaulipas (noreste del país), aproximadamente a 100 kilómetros de la línea de costa. Cubre un área de casi 1.700 kilómetros cuadrados y tiene el potencial de contener reservas hidrocarburos equivalentes a los yacimientos de Trion, también en Tamaulipas: unos 500 millones de barriles. La inversión prevista durante los cuatro primeros años de vigencia del contrato es, según las cifras proporcionadas por Pemex, de 100 millones de pesos (cinco millones de dólares) para definir el potencial extractivo del bloque. Si esta fase da sus frutos, las inversiones futuras rondarán los 2.000 millones de dólares y el periodo de operación puede extenderse durante hasta 50 años.

La firma del contrato llega 24 horas después de que Pemex —embarcada en un severo proceso de reducción de costes— presentase unos resultados mejores de lo previsto en 2016, con una reducción interanual de las pérdidas del 60%. Pese a la mejora, sus cuentas arrojaron importantes pérdidas (14.300 millones de dólares) por cuarto año consecutivo pese al reciente repunte en el precio del crudo en los mercados internacionales tras más de tres años de caídas.