La rotación en el empleo indefinido aumenta

A cada año que pasa es más evidente que tener un contrato indefinido no se traduce en tener un empleo fijo y estable. Por cada puesto de trabajo estable en 2016 se firmaron 1,51 contratos indefinidos, según un cálculo del gabinete de estudios económicos de CC OO. Esta ratio sube la del año anterior (1,45) que, a su vez, aumentaba la de 2014.

Es evidente que un contrato indefinido nunca ha sido sinónimo de empleo fijo, pero también es cierto que la distancia entre un concepto y otro ha ido creciendo desde que se aprobó la reforma laboral. En 2011 esa ratio se situaba en 1,15; un año después, cuando se aprobó la reforma, subió a 1,2. El mayor salto se dio en 2013 (1,35).

Para realizar el cálculo, el equipo de economistas del sindicato toma el número de contratos indefinidos suscritos durante el año (1.713.262 en 2016) y los pone en relación con los empleos fijos creados en ese mismo periodo (1.136.015).

La conclusión a la que llega el equipo económico del sindicato en la tercera edición de este informe, al que ha tenido acceso este diario, es que “como resultado de la reforma ahora es necesario firmar más contratos indefinidos que antes de la reforma para consolidar un empleo permanente”. Y eso es así, siguiendo el argumento, porque este cambio del Estatuto de los Trabajadores “ha significado transferir una parte significativa del riesgo que implica crear un nuevo empleo, del empresario al trabajador”.

Peor que en 2009

Una de las conclusiones más contundentes que enuncia el documento es que “en 2009 con la economía sumida en una profunda crisis y destruyendo un volumen elevado de empleo se logró consolidar a final de año más empleo indefinido que durante 2014, 2015 ó 2016”. “Y para lograrlo fue necesario firmar un número menor de contratos”, remancha el informe.

Los datos de este estudio están en línea con lo observado no solo en la contratación indefinida sino también en la temporal. El año pasado se firmaron casi 20 millones de contratos de todo tipo. Esta cifra supone un máximo histórico que bate el récord de 2007, cuando había casi dos millones más de empleos.