_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La arenga de Brufau e Imaz

Los responsables de Repsol reúnen a casi 300 directivos en Madrid y dan comienzo a una nueva etapa con mejores resultados, la revalorización en Bolsa y la subida del precio del crudo.

Miguel Ángel Noceda
Antonio Brufau y Josu Jon Imaz durante la convención.
Antonio Brufau y Josu Jon Imaz durante la convención.

A principios de este mes Repsol reunió en Madrid a 274 directivos para celebrar su convención mundial. Tenía mucho interés para ellos escuchar al presidente, Antonio Brufau, y al consejero delegado, Josu Jon Imaz, porque era la primera que el grupo organizaba desde la adquisición del grupo canadiense Talisman, que se remonta a mayo de 2015. Es decir, hace más de año y medio, cuando además la empresa atravesaba una depresión debido sobre todo a la caída del precio del crudo y se ponía en cuestión la compra de Talisman. Bajo el lema Afrontemos juntos un futuro retador/Facing a challenging future together (así escrito en español e inglés, los dos idiomas en los que se desarrolló el acto), la arenga se extendió durante día y medio con esas dos razones: el futuro del sector y el reto que se le presenta a Repsol.

Aunque el evento estaba previsto con antelación, las fechas elegidas resultaron pintiparadas por el alza del precio del petróleo, la recuperación de los resultados y la revalorización de la acción en Bolsa. Hoy parece que el precio del crudo ha levantado cabeza, que las medidas de ajuste han tenido efecto en la cuenta de resultados y que en la Bolsa las repsoles se han convertido en uno de los valores estrella. Hasta el miércoles ha subido un 33%, frente a la caída del 2% del Ibex. También es la petrolera que más ha subido a excepción de BP (ha subido más por razones puramente técnicas derivadas de la depreciación de la libra tras el Brexit).

Brufau aprovechó para alentar al personal: “Hoy debemos cambiar, debemos ser líderes anticipativos, que veamos lo que otros no ven, con talento, innovación y dosis controladas de riesgo; los nuevos negocios no van a requerir grandes cantidades de capital empleado, pero sí de talento, imaginación y dosis de riesgo”. Luego subrayaría que Repsol tiene que ser una compañía más global, más transversal, más en contacto con el cliente. “Esta casa no la va a conocer nadie dentro de diez años porque será mucho mejor”, enfatizó.

Brufau: “Debemos ser líderes anticipativos, que veamos lo que otros no ven, con talento”

En ese sentido, recalcó el cambio de modelo de negocio: “Se está pasando del énfasis en el capital empleado y en los productos, al énfasis en los clientes. No tenemos usuarios, debemos tener una actitud muy proactiva frente a los clientes. Nos tendremos que adaptar a un mundo más sutil, más intangible, en donde los activos materiales perderán el protagonismo que han tenido hasta ahora, y esto es una gran oportunidad para Repsol”.

Y, de paso, también se atrevió a poner deberes: “El mundo, y los políticos tienen que prever que el planeta dispondrá de energía con cuatro pilares: seguridad, competitividad, sostenibilidad y responsabilidad. Es necesario complementar y no contraponer los cuatro objetivos para conseguir un crecimiento justo y uniforme en todas las regiones del mundo”. “Estoy convencido de que vamos hacia un planeta bajo en emisiones. La tecnología que ya se ha puesto en marcha no va a parar. Tenemos que ser mucho más agresivos en nuestro planteamiento. Nuestras estrategias tienen que ir a extremar al límite nuestro rigor con lo que nos demanda la sociedad si queremos continuar operando. Hay que fijarse en el escenario más retador en reducción de emisiones. Este es el escenario. No hay que temerlo. Esto nos va a exigir muchas más dosis de esfuerzo e imaginación. La tecnología y la demanda social nos van a obligar a estos cambios”, completó.

Josu Jon Imaz, que informó de que el Plan Estratégico 2016-2020 va con un año de adelanto, resaltó que los retos siguen siendo la gestión de los precios (incluso más bajos de 40 dólares el barril) y los riesgos geopolíticos que se presentan en muchas de las áreas de producción. “Estamos sentando las bases para convertirnos en una compañía que pueda jugar un papel relevante en la transición del sector energético hacia un futuro de bajas emisiones, ello pasa por ser más eficientes en un modelo integrado y con un mayor equilibrio entre los dos principales negocios (upstream y downstream) basados además en una nueva forma de trabajar, más ágil, más flexible, que potencie el talento, la innovación y una visión a largo plazo”.

Imaz: “Repsol tiene menos riesgo geopolítico y está preparada para un futuro de bajas emisiones”

El ejecutivo vasco remató: “Hay que invertir contracíclicamente. Compramos algo mucho más importante que reservas a 10 dólares por barril, que en sí mismo hubiese justificado la compra de Talisman. Compramos mucho talento humano. Esta compañía está cambiando en muchas cosas y se está abriendo. Estamos bien posicionados para abordar el debate del cambio climático porque el 67% de nuestra producción y el 75% de nuestras reservas son gas. La compra de Talisman ha convertido a Repsol en una auténtica compañía integrada, con un upstream y un downstream con pesos similares. Repsol ahora tiene menos riesgo geopolítico, está mejor preparada para abordar un escenario menos intensivo en CO2 y cuenta con un perfil mucho más internacional”.

Conversación en la convención

M.Á.N.

La convención de Repsol ofreció la novedad de una conversación entre Antonio Brufau y Josu Jon Imaz en la que abordaron cuestiones acuciantes, entre ellas, el futuro de la compañía. “Debemos tener la suficiente humildad para decir que tenemos incertidumbres y que no sabemos exactamente cuáles van a ser los escenarios a largo plazo”, dijo. Para él, Repsol tiene que ser líder en los negocios de energía y movilidad, que van a crecer en las próximas décadas, adaptándose al entrono, a los consumidores y a las nuevas tecnologías. “En este mundo que viene, los que sean eficientes, los que tengan menos capital empleado, los que se muevan más rápido, que tengan flexibilidad financiera y procesos muy simples, son los que van a ser capaces de ser eficientes. Esta es la Repsol con la que sueño”, remachó.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_