El precio de volver a casa para Navidad

Los españoles no son los trabajadores con más vacaciones, pero tampoco se pueden quejar: la ley reconoce 30 días naturales de descanso remunerado al año, que se traduce en 22 jornadas libres —excluidos los festivos—, una cifra que se sitúa por encima de la media mundial. Pese a ello, casi siete de cada 10 quisieran disfrutar de más tiempo libre, según la encuesta Vacation Deprivation 2016, elaborada por la agencia de viajes online Expedia y llevada a cabo en 18 países.

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En este informe, los chinos son los que tienen menos días libres (14 al año), pero no son los que más se sienten despojados de vacaciones. España y Emiratos Árabes son, entre los países analizados, los que más perciben este sentimiento de privación y, a la vez, los que más días libres tienen. Al igual que los españoles, el 68% de los trabajadores de los Emiratos Árabes quisieran tener más jornadas de reposo. Y eso que gozan de uno de los periodos de descanso remunerado más largo del mundo: 26 días efectivos, según las estadísticas del Banco Mundial.

También malayos, surcoreanos e hindúes, en un porcentaje superior al 60%, han asegurado que el periodo vacacional se les queda corto, pero con más razón: el máximo de días libres —en Corea del Sur y Malasia varía en función de la antigüedad en el puesto—, que se tiene derecho es de 16, 19, y 21 días libres, respectivamente. Sin embargo, la encuesta destaca que los trabajadores de estos países no disfrutaron este año de todos los días a los que tenían derecho: en Malasia se usaron 12, ocho en Corea del Sur y 15 en India. “En Asia, es una tendencia que se repite año tras año”, dice el estudio.

En España, esto no suele ocurrir: la gran mayoría de los trabajadores ha declarado usar todos los días a los que tiene derecho. Sin embargo, hasta un 22% ha dicho que lleva más de un año sin cogerse vacaciones y un 14% no suele disfrutar de todos los días que le corresponden. ¿La razón? Casi siempre por motivos vinculadas con el trabajo. La causa más mencionada, en el 44% de los casos, ha sido la percepción por parte del trabajador de que el “jefe no le apoya o le alienta a que tome todos los días de fiesta que le corresponden”. Otros se sienten culpable (4%), dicen que la empresa no tiene suficientes empleados para cumplir con la carga de trabajo (10%) o creen que el quedarse en el puesto será tomado como algo positivo por parte de sus responsables (5%).

¿Cuánto cuesta viajar en Navidad?

La segunda razón más mencionada para no salir de vacaciones o no disfrutar de todos los días a los que se tiene derecho es, sin embargo, la escasez de recursos, aducida en un 11% de los casos. Viajar no es barato, sobre todo cuando se acercan los periodos festivos más esperados del año. Esta Navidad, el precio medio para viajar dentro de España —con ida el 23 de diciembre y vuelta el 8 de enero—, es de 152 euros, de acuerdo con un estudio del comparador Gopili que analiza el coste del desplazamiento en función del medio de transporte.

Si se elige el coche compartido, la opción más económica, la cifra se reduce hasta los 74 euros de media; el viaje en autobús vale 85 euros y el precio para desplazarse en tren es de 122. Volar, por otro lado, gana como la opción más cara: el precio medio se sitúa en 335 euros, y Aragón es la Comunidad Autónoma más cara para desplazarse con este medio de transporte, con un coste de 593 euros. En general, Aragón es el destino más caro adonde viajar, por encima de Galicia y Asturias, pero por detrás de Canarias: en este caso las alternativas se reducen, y unido a la lejanía y a la alta demanda turística, ya no se encuentran vuelos por debajo de los 300 euros —incluso con descuento para residentes incluido—, asegura el estudio del comparador. Llegar a las Baleares resulta considerablemente más barato, pese a las fechas: es uno de los destinos más asequibles para volar esta Navidad, con billetes por 116 euros ida y vuelta.

Los españoles que vivan en el extranjero y quieran pasar las fiestas en familia pagarán algo más: ida y vuelta de Londres o Berlín a Madrid cuesta unos 180 euros, según datos del comparador Skyscanner. Si la distancia aumenta, los precios lógicamente se disparan: aquellos que vivan en México tendrán que desembolsar unos 900 euros si quieren volver a España en Navidad, y unos 860 si están en Buenos Aires. En estos últimos dos casos, para conseguir un billete a buen precio habría que reservar con, al menos, siete semanas de antelación. Otra manera para rebajar más aún el coste del boleto, cualquiera sea la lejanía, es hacer escala, aterrizar en aeropuertos cercanos al destino elegido o comprar la ida y la vuelta por separado. E, in extremis, sacrificarse y viajar cuando nadie más quiere, por ejemplo el 25 de diciembre o el 31 de enero.