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Directo | Blesa: “Los consejeros podían gastar con la tarjeta como les pareciese oportuno”

El Tribunal considera que los recibos de las tarjetas son válidos como prueba

El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha sido el primero de los 65 acusados por los gastos de las tarjetas black en declarar ante el juez. En su comparecencia, ha admitido que él era el que fijaba "el sistema y la cuantía de la compensación mediante tarjeta" a los consejeros y directivos. Tras más de una hora de interrogatorio, la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, decidió dar por concluida la primera jornada y aplazó la sesión hasta el martes 4 de octubre. El siguiente en declarar será el expresidente de la entidad y exministro de Economía Rodrigo Rato. En la sesión, el juez desestimó las cuestiones previas, de las defensas de los encausados, que habían pedido la nulidad de las pruebas.

Más adelante, Norniella refiere que se dio cuenta de que también se recogían gastos de la tarjeta de Caja Madrid y, al día siguiente, reintegró los 170.000 euros que se le achacaban. Razona que lo hizo por la presión mediática a la que se vio sometido: "Hoy vengo aquí humilde pero fui humillado cuando fui al juzgado", remacha visiblemente afectado. Y comenta que lo devuelve a expensas de que todo se aclare y pueda recuperar su dinero.

Norniella explica que renunció a su indemnización de unos 200.000 euros cuando abandonó la entidad, una cantidad que a su entender se podría sumar a los 9.000 euros que ya devolvió de la tarjeta solo de Bankia. "¿Cómo puede ser que una tarjeta que iba contra mi salario sea ilegal?", se pregunta. 

Norniella insiste en que se trataba de una tarjeta de libre disposición completamente legal. Al exsecretario de Estado se le imputan 175.000 euros de gastos con la visa opaca. Explica que el director financiero Sánchez Barcoj le entregó la tarjeta de Bankia por orden de Rato tras el decreto que limitaba las retribuciones a los 600.000 euros. Al igual que Rato, distingue entre las tarjetas de Bankia y las de Caja Madrid: "Barcoj me recordó que de todas formas mi remuneración en Bankia estaba limitada por los 600.000 euros. Lo que gastaba se descontaba de mi salario".

TURNO DE JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ NORNIELLA, EXCONSEJERO DE LA ENTIDAD, EXPRESIDENTE DE BANKIA CON RATO Y EXSECRETARIO DE ESTADO DE COMERCIO Y TURISMO TAMBIÉN CON RATO.

"Yo no soy un chorizo, he tenido que ahorrar para devolver el dinero", sostiene Espinar.

"Nunca llegué a agotar el límite de la tarjeta por si me daban un toque de atención. Me parecía mejor dejar un poco sin gastar", declara Espinar. Denuncia que hay errores de bulto en el Excel entregado por Bankia con los gastos de las tarjetas. Los responsables de acreditar los gastos serán los que me dijeron que no tenía que presentar justificantes, explica.

"Necesitaba el pin de la tarjeta para las relaciones sociales que se tienen debido al cargo en la caja", argumenta Espinar.

Espinar explica que siguió usando la tarjeta durante tres meses después de su cese porque pasaban a una filial de Caja Madrid y había una norma no escrita que les permitía seguir teniendo algunos beneficios. Desmiente sus propias declaraciones anteriores en las que decía que Norniella le autorizó continuar utilizándola. 

Espinar afirma que nadie le pidió justificantes, que era una tarjeta de libre disposición diseñada para compensar por gastos que tenía que usar con prudencia y que él creía que se estaba declarando a Hacienda. A Espinar se le atribuyen gastos con la visa por valor de 178.000 euros.

COMPARECE RAMÓN ESPINAR, CONSEJERO DE LA CAJA POR EL PSOE.

Ignacio de Mevasqües es el primer acusado que asegura que la tarjeta incluso estaba dada de alta en la sucursal y podía consultarla. Además, refuta el valor de la auditoría realizada por KPMG. "Yo no habría utilizado esa auditoría para iniciar un proceso judicial por todas las contradicciones que tiene. No es justo que sobre esta base se haga esto. No es un informe, es un PowerPoint. Se ha buscado todo lo posible para inculparnos", sostiene. Y reitera: "Cómo voy a esconder la tarjeta si la tenía en la sucursal. Yo he devuelto el dinero amedrentado por lo que salía en la prensa, porque yo no creo que haya cometido ningún delito", explica. Justifica sus desembolsos en bodas al tener que acudir a ellas por ser miembro del consejo.

EMPIEZA LA DECLARACIÓN DE IGNACIO DE NAVASQÜES COBIAN, CONSEJERO POR EL SINDICATO DE CUADROS DE LA CAJA.

"Todavía no he conseguido la habilidad de comer en San Sebastián y poner gasolina a los cinco minutos en Alcobendas", se defiende De la Riva, quien como el resto de acusados no reconoce la validez del listado de gastos de las tarjetas opacas. Al exconsejero socialista se le imputan 208.000 euros.

TURNO DE JOSÉ MARÍA DE LA RIVA, CONSEJERO DE LA ENTIDAD POR EL PSOE.

Romero de Tejada explica que él declaró en una entrevista publicada en 1999 en el diario El PAÍS que él disponía de una tarjeta de la entidad que no requería justificantes. "Si hubiese habido alguna irregularidad se habría tenido que parar", afirma. Tejada no reconoce algunos de los cargos recogidos en la lista, por ejemplo el último de la lista de 1.700 euros que apuraba el límite de la tarjeta. "Ese yo nunca lo realicé", sostiene.

El consejero por el PP explica que él gastaba según los límites mensuales y anuales establecidos. "Me avisaban cuando llegaba al límite y dejaba de gastar", dice. A Romero de Tejada se le imputan unos 212.000 euros gastados con la "black".

"Normalmente hacía gastos relacionados con la caja. Por ejemplo en el coche, yo no disponía de coche de la entidad y realizaba muchos desplazamientos por gestiones para la caja. Lo que no quita que hiciese algunos desembolsos con carácter particular. En 18 años nadie me llamó la atención por algún gasto. Entiendo que la entidad me habría avisado si hiciese algo ilegal", argumenta Romero de Tejada.

COMIENZA LA DECLARACIÓN DE RICARDO ROMERO DE TEJADA, CONSEJERO POR EL PP EN LA CAJA.

El fiscal, Alejandro Luzón, insiste en que las tarjetas opacas no se recogían en los informes de gobierno corporativo. Explica que en las sesiones que se celebraban para aprobar el informe se detallaban los conceptos de las remuneraciones pero que ahí ya no figuraban las tarjetas. Incluso recuerda al consejero que el año 2007 que toma de ejemplo se gastó 39.000 euros con su tarjeta black. En ese momento se producen reproches por parte de los acusados. El fiscal se queja de los comentarios y abucheos que vierten en la sala tras haber mencionado por primera vez la expresión tarjeta black, algo que en principio no se puede hacer porque es precisamente lo que se juzga: "Es difícil preguntar así", protesta el fiscal.

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