La economía rescatada
Dos de cada tres empleos perdidos entre 2008 y 2011 fueron por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria
La diferencia entre el conocimiento científico y el mito se basa en que las teorías y las hipótesis deben ser contrastables por la realidad. Conozco a varios ministros de Economía que han gestionado un rescate financiero y me han contado el trauma que supone. Luis de Guindos ha decidido desvirtuar la realidad para no reconocer su fracaso personal. En diciembre de 2011 la situación económica de España era muy delicada. La causa de la crisis fue la burbuja inmobiliaria, como ha reconocido el propio Guindos, que se formó siendo él y Rajoy miembros del Gobierno Aznar. En 1996, cuando Aznar llega a la Moncloa, a un español medio le costaba 3,5 veces su salario anual comprar una vivienda. En 2004, cuando el PP perdió las elecciones, le costaba siete veces.
La burbuja estalló y generó una grave crisis, como en Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Nueva Zelanda, etcétera. En España, dos de cada tres empleos destruidos entre 2008 y 2011 fueron provocados por el pinchazo de la burbuja. Y fue la causa de la crisis bancaria. Europa, a diferencia de EE UU, gestionó mal la crisis. Si el BCE hubiera comprado deuda pública desde mayo de 2010 estaríamos contando otra historia.
Pero Zapatero no fue rescatado y Rajoy, sí. En diciembre de 2011, cuando Rajoy llegó a La Moncloa, había 30.000 millones en la cuenta corriente del Tesoro, el BCE tenía una línea extraordinaria de liquidez y el Tesoro público español pagaba una prima de riesgo elevada, pero 100 puntos básicos inferior a Italia y conseguía la financiación necesaria en cada subasta para no necesitar un rescate.
Como ha reconocido Guindos, “en julio de 2012 nadie nos prestaba ni un euro”. ¿Qué sucedió entre enero y julio de 2012 para que España fuera rescatada? El 4 de enero Luis de Guindos hizo una desafortunada entrevista en Financial Times. Anunció la creación de un banco malo con dinero público para sanear 170.000 millones de activos bancarios problemáticos y reconoció unas necesidades de capital de 50.000 millones.
En febrero de 2012 Guindos aprobó un decreto ley donde exigía a los bancos recortar el valor del suelo adjudicado un 80%. El decreto reconocía que BFA, matriz de Bankia, estaba en quiebra técnica, como está investigando el juez Andreu. Pero Rajoy decidió no crear el banco malo y Guindos prometió que los bancos podrían recapitalizarse sin ayudas públicas.
Aquello provocó una fuga de capitales y de depósitos sin precedentes en la historia de España, ventas masivas de deuda pública y la prima de riesgo estalló. Rajoy, en junio de 2012, claudicó a las presiones de la troika para pedir el rescate. Cuando llega el caos, pierde el control y en julio no había dinero para pagar las pensiones y a los funcionarios el siguiente mes.
Draghi dijo sus mágicas palabras el 25 de julio y Merkel se enfrentó al Bundesbank autorizando el cambio de estatutos del BCE para comprar deuda pública para evitar que Rajoy y Guindos hicieran saltar por los aires el euro y acabarán con el proyecto europeo. Lo que no supieron evitar es que 860.000 españoles perdieran su empleo en 2012.
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