¿Terceras elecciones?
Si Rajoy quiere pactar, debe mostrar respeto al PSOE y asumir políticas contra la pobreza
Alexis Tsipras tardó 24 horas en formar gobierno y sólo necesitaba dos escaños. Mariano Rajoy lleva dos meses y el gobierno ni está ni se le espera. La aritmética de los votos el 26-J ha sido caprichosa y el PSOE, a partir de hoy, deberá decidir entre abstenerse o ir a unas terceras elecciones.
Estamos ante una anormalidad histórica. Por lo tanto, si Rajoy quiere gobernar tendrá que cambiar radicalmente su estrategia. Si sigue esperando que el PSOE le va apoyar sólo por sentido de Estado los españoles nos podemos ir preparando para votar el día de Navidad. Rajoy nunca ha tenido sentido de Estado con el PSOE. Si de verdad Rajoy quiere pactar, como los lobos que están en situación de debilidad, debe mover la patita para mostrar respeto al que le tiene que ayudar a pasar la votación.
Rajoy debe explicar qué compromisos ha asumido en Bruselas estando en funciones. Por qué en 2016 el déficit va a ser casi el doble del previsto en sus Presupuestos. Por qué ha vuelto a subir los impuestos. Por qué ha cerrado el presupuesto de gasto en julio con nuevos recortes. Por qué en 2016 el déficit de la Administración Central será un 50% superior al de 2011. Por qué ha multiplicado por 15 veces el déficit de la Seguridad Social con un agujero de 15.000 millones. Por qué ha liquidado la hucha para pensiones de 66.000 millones que le dejó Zapatero.
La mayor crítica económica del PSOE en el debate de investidura ha sido la ausencia de una política de lucha contra la pobreza y la desigualdad que ha aumentado desde que Rajoy llegó a La Moncloa. Rajoy debe rectificar y asumir políticas de lucha contra la pobreza compatibles con la corrección del déficit.
Debe cambiar las política activas de empleo para parados de larga duración sin prestación, 700.000 más que cuando Rajoy llegó a La Moncloa. Las mujeres solteras o divorciadas con hijos a cargo deben ser una prioridad. Debe dar una solución a la precariedad salarial que ha provocado su reforma laboral, principalmente a los jóvenes independientemente de su cualificación. El complemento salarial que propone Ciudadanos no es viable ante un recorte de déficit de 25.000 millones hasta 2018. Hay que subir el salario mínimo al menos un 2%, objetivo de estabilidad de precios del BCE, para que las empresas repartan los ingresos y beneficios que ya crecen entre sus trabajadores. Un proceso de normalización necesario tras una depresión.
La hucha de las pensiones que Rajoy heredó ha protegido a los pensionistas de sus recortes. Pero las pensiones han subido un 1% desde 2011 y los precios de los alimentos, principal componente de su cesta de la compra, han aumentado un 8%. Zapatero subió las pensiones mínimas un 50% reduciendo el riesgo de pobreza. Rajoy debe aceptar una subida razonable.
El PSOE llevó al Congreso en 2013 una proposición para reestructurar la deuda de las familias, frenar los desahucios de familias en riesgo de pobreza y sacarles de exclusión financiera. Hoy el coste para el Estado sería mínimo. Feliz Navidad.
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