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Abengoa reduce su plantilla en 7.000 empleados desde el inicio de su crisis

La multinacional ha pasado de 23.300 empleados a 17.000 y plantea a la plantilla siete ERTE

Javier Martín-Arroyo
Planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor (Sevilla).
Planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor (Sevilla).PACO PUENTES

La dieta de Abengoa para obtener la liquidez que pague parte de su descomunal deuda pasa por las desinversiones y la reducción de plantilla. Para alcanzar el plan de reestructuración planteado, con una compañía un tercio más pequeña y centrada en la ingeniería y construcción, la multinacional andaluza ya ha reducido su plantilla en más de 7.000 personas y multiplicado las desinversiones desde finales de 2014. Ahora la firma plantea siete expedientes temporales (ERTE) que pueden afectar a otros 600 trabajadores los próximos 15 meses.

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Abengoa ultima un acuerdo con los bancos acreedores y fondos de inversión para inyectarle liquidez. Y las negociaciones pasan por saber si las desinversiones y la reducción de personal han sido apropiadas —o no—.

Si en 2014 el grupo disponía de 24.306 trabajadores, hoy día la plantilla está compuesta por unas 17.000 personas. Para los próximos 15 meses, la firma propone a los sindicatos siete expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) que afectarían a unos 600 empleados.

“La clave es la venta de activos no estratégicos y retener los estratégicos o que están en periodo de construcción. Hemos hecho la foto de inicio pero no habrá una foto final hasta dentro de unos años”, detallan fuentes de la compañía. Entre las desinversiones hay algunas con carga simbólica como la sede antigua de la compañía en Madrid y terrenos en Sevilla. Y frente a estas de poca trascendencia en la caja, se han vendido cuatro plantas fotovoltaicas en Sevilla y Jaén, el parque eólico Campo Palomas en Uruguay y la participación en la planta termosolar de 100 megavatios Shams-1 en Emiratos Árabes Unidos.

Además, Abengoa ha cerrado la venta del 80% del proyecto de agua San Antonio Water en Estados Unidos y el traspaso del 50% en el proyecto solar Ashalim en Israel. Por último, acordó la venta de su filial tecnológica Abentel, con 500 empleados, a Ericsson.

Mientras, la plantilla vive con angustia el devenir de las negociaciones, ya que la paga de julio fue abonada tras sufrir un retraso de días y aún está pendiente la paga extra de verano por las necesidades imperiosas de liquidez. Hasta ahora, el único ERE (expediente de regulación de empleo) ha afectado en la firma Inabeinsa (propiedad al 100% del grupo) a 72 trabajadores despedidos y otros 220 que formarán parte de un ERTE.

Sin embargo, Abengoa tiene en marcha —en periodo de consultas— tres expedientes temporales, y otros tres planteados antes del periodo de consultas, previo a la constitución de la mesa negociadora. Las cifras aún no están definidas, pero la estimación de los sindicatos es que los siete ERTE afectarán a unos 600 empleados. De momento, la empresa plantea que tres de ellos incluyan a 353 trabajadores que se turnarán para no acudir a sus puestos los próximos 15 meses.

Los sindicatos reclaman a la firma mayor claridad y unos objetivos con menor repercusión sobre la plantilla. “La propuesta de la empresa para 15 meses en todas las empresas desvirtúa el espíritu de lo que es un ERTE”, se queja Agustín Mazón, de UGT. De momento, la negociación con las centrales para fijar el alcance de estos expedientes está abierta en paralelo al pulso con los bancos acreedores y los fondos de inversión.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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