El ahorrador vuelve a confiar en el Ibex
El mercado español es el favorito de los inversores, según la la Encuesta de Confianza de JP Morgan AM
Los inversores no quieren sorpresas. Prefieren mercados más caros, pero menos volátiles como el americano o el alemán, antes que destinar una parte de su cartera a la renta variable de otros países, con más potencial aunque sujeta a más incertidumbre. Desde que empezó la crisis, la Bolsa española va a la zaga entre las grandes plazas mundiales en cuanto a revalorización se refiere. A pesar de cotizar a múltiplos más baratos que otros índices, el Ibex 35 no logra captar del todo la atención de los grandes fondos debido a la exposición de sus compañías a Latinoamérica y al gran peso que tiene el sector financiero (además de la incertidumbre política).
“Lo único claro es que la volatilidad continuará”
“Vamos a seguir teniendo mucha volatilidad. Es lo único que tenemos claro en un mercado como el actual”, reconoce Manuel Arroyo, director de inversiones de JP Morgan AM en España. La teoría, según este experto, dice que los inversores siguen contando con un entorno favorable donde hay crecimiento económico (es cierto que por debajo de su potencial, pero la economía mundial sigue creciendo), inflación baja y políticas monetarias por parte de los bancos centrales favorables a los activos de riesgo. Sin embargo, en la práctica hay mucha incertidumbre, circunstancia que está pesando en el ánimo de los inversores. “Desde principios de año redujimos un poco el peso de la renta variable en nuestros fondos y apostamos por el crédito empresarial. Esta estrategia no ha cambiado. Como la volatilidad va a continuar, habrá que acostumbrarse a rentabilidad más bajas con más riesgo”, explica Arroyo.
JP Morgan AM, al contrario que la mayoría de las gestoras, apostó desde el principio de año por la Bolsa americana. Muchos de sus colegas preferían tener exposición a las acciones europeas por su menor valoración. La apuesta les ha salido bien y la mantienen. “Es cierto que en Europa los múltiplos a los que cotizan las compañías son menores, pero también hay muchas más incertidumbres, algunas de las cuales como el ‘Brexit’ han terminado por materializarse. En cambio, EE UU es una economía con más visibilidad, donde hay crecimiento y donde, si bien las acciones ya no están baratas, sí hay potencia puesto que los beneficios empresariales crecen”, argumenta Arroyo.
Desde el punto de vistas sectorial, en JP Morgan prefieren no hacer apuestas concretas, si bien algunos de sus fondos tienen más exposición a sectores cíclicos para recoger la posible recuperación de las economías. Otros fondos apuestas más por valores defensivos, es decir, negocios estables que permiten a las compañías que operan en ellos generar dividendos recurrentes.
Sin embargo, algo empieza a cambiar en las preferencias de los inversores. La Encuesta de Confianza, que trimestralmente elabora JP Morgan AM en exclusiva para EL PAÍS, señala que, a la pregunta de qué Bolsa subirá más en los próximos seis meses, la opción más nombrada entre los 1.427 entrevistados es la Bolsa española con un 24,7% de las respuestas. El Ibex supera así al resto de índices europeos, que son la segunda opción (21,2%) con más potencial según los encuestados. En tercer lugar, y subiendo con fuerza respecto a oleadas anteriores, se sitúa la renta variable americana (18,8%).
La confianza de los ahorradores españoles ha mejorado algo en el segundo trimestre del año, pero sigue en terreno negativo (hay que tener en cuenta que el trabajo de campo se hizo antes del Brexit y de las elecciones generales en España). El grupo de pesimistas —ven probable o muy probable que el mercado caiga a seis meses vista— se ha reducido algo, pasando a representar el 28,6% de las respuestas frente al 37% del trimestre anterior. Sin embargo, esta gente no se ha pasado al lado de los optimistas, que se mantiene casi igual (19,7%), sino que se ha ido a la zona más indecisa, es decir, aquellos que piensan que el mercado se mantendrá igual, cuyo peso ya alcanza el 51,7% del total de encuestados.
Más rentabilidad
La cultura bastante conservadora de los españoles y, por qué no decirlo, cierta confusión a la hora de separar qué es un producto de inversión de simples cuentas corrientes, provoca que los depósitos mantengan su supremacía como el activo financiero favorito de los ahorradores. A pesar de su escasa rentabilidad, el 63,7% de los encuestados asegura que en los próximos seis meses adquirirá un depósito. Es un porcentaje de gente ligeramente inferior al del trimestre anterior (65%). Poco a poco, una parte de los ahorradores va buscando alternativas que, asumiendo algo más de riesgo, proporcionen un rendimiento mayor. De esta forma, los inversores que comprarán un fondo suponen el 3,9% frente al 2,6% anterior, mientras que los que aseguran que comprarán directamente acciones pasan a representar el 3,3% desde el 2% previo.
La menor aversión al riesgo, no obstante, es un proceso que circula por el carril más lento. En las estrategias de los ahorradores todavía hay muchos tics conservadores. El 37,2% señala que lo que más valora a la hora de invertir es “no perder dinero”, el 44,1% explica que está dispuesto a sacrificar cierta rentabilidad a cambio de más seguridad en sus inversiones, y solo el 18,7% (un punto más que un trimestre antes) dice que su objetivo es lograr el mayor rendimiento posible con su dinero.
Los españoles, por más que los datos del PIB digan lo contrario, creen que aún estamos en crisis. Es más, aseguran que todavía tardaremos mucho tiempo el volver a niveles de bienestar previos a 2008. El 57,8% fija ese momento en un plazo no inferior a los cuatro años.
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