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Tom Perkins, impulsor de Silicon Valley

El fundador de KPCB, el gran fondo de capital riesgo tecnológico, fallece a los 84 años

Tom Perkins en una de sus últimas fotografías.
Tom Perkins en una de sus últimas fotografías.Getty Images

Thomas James Perkins (Nueva York, 1932–Condado de Marín, 2016), conocido como Tom Perkins o como la P de las siglas más poderosas del mundo financiero de Silicon Valley, murió el pasado martes a los 84 años en su casa de Marín. KPCB, Kleiner Perkins Caufield & Byers, es el fondo de capital riesgo que cofundó en 1972, pionero en tecnología. Sus camisetas, tazas y gorras se coleccionan como piezas de museo. Tener uno de estos objetos significa que, al menos una vez, se tuvo una reunión en su sede de Sand Hill Road, el equivalente a Wall Street en la Costa Oeste.

Su firma marcó una nueva forma de hacer negocios e impulsar empresas. No se limitó a poner pequeñas cantidades de dinero en startup-ups, sino que las apoyó con consejos, contactos, e incluso con directivos y expertos como empleados escogidos por ellos. Más de 40 años después, mantienen abierta una bolsa de trabajo en su web en la que se muestran las vacantes de las empresas de su cartera de inversiones.

Perkins llegó a la Bahía de San Francisco cuando el paisaje lo formaba una sucesión de árboles frutales. Entró a la universidad pensando en aprender a arreglar televisores. Salió del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT) con una ingeniería eléctrica.

Su olfato le llevó a dar la inversión semilla para Genentech, hoy líder en biotecnología, un sector todavía por crear en 1976, cuando se acercaron a su despacho con solo una idea. Se le reconoce también por ver opciones en Tandem Computers, reputados fabricantes de equipos seguros, a prueba de fraude. Su producto estrella fue el cajero automático. En 1997 pasaron a formar parte de Compaq, hoy parte de HP.

Fue también de los primeros en ver las posibilidades de AOL y Netscape, los pioneros de la primera era de Internet. No se quedó atrás con la ola que marca el paso en la actualidad. Dieron cheques tanto a un visionario Jeff Bezos cuando quería crear una tienda online de libros, hoy Amazon, y a dos estudiantes de doctorado de Stanford que pretendían ordenar toda la información de la web. Él entendió el potencial de la idea de Larry Page y Sergey Brin con Google.

A pesar de sus aciertos, sus opiniones resultaban incómodas. Sostenía, por ejemplo, que no todas las personas tendrían que tener un voto con el mismo valor, sino que los más formados y con una mejor carrera deberían contar con votos especiales. Y lo contrario en el caso de los menos cualificados. También sostuvo que el 1% de ricos de Estados Unidos comenzaban a sentirse perseguidos, como hicieron los nazis con los judíos en Alemania.

Su extravagante vida personal le granjeó algunas enemistades. Fue coleccionista de Bugattis. Su yate, Halcón Maltés, valorado según el mismo dijo en CBS “en una cantidad entre los 150 y los 300 millones de dólares”, chocó contra otro barco en la costa francesa y fue acusado de homicidio involuntario. Se casó con Gerd Thune-Ellefsen, una noruega que conoció esquiando en el las pistas del Lago Tahoe, con la que tuvo dos hijos. Enviudó en 1994. Cuatro años después contrajo matrimonio con la novelista de género rosa Danielle Steel. La pareja tuvo domicilio en Sausalito, uno de los lugares más selectos de la zona. Apenas duraron 18 meses justos. En 2006 publicó una novela “El Zillonario soltero y el sexo”, en portada aparecía su Halcón Maltés, dentro una dedicatoria a la exmujer.

Comenzó un retiro paulatino de la actividad hace 10 años, en 2010 paró por completo su actividad profesional. Una de sus últimas apariciones en televisión, fue en Bloomberg, en 2014, en su línea sentenció: “No soy mil millonario, pero sí he creado muchos”.

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