¿Cómo será el futuro de la intermediación inmobiliaria?
La calidad de servicio no aparece como un eje fundamental, pero aparecerá
El negocio de las agencias inmobiliarias vive un nuevo ciclo. Un simple paseo por cualquier barrio del país permite comprobar, en primera persona, cómo está creciendo el número de oficinas inmobiliarias dedicadas a la compraventa y/o alquiler de viviendas entre particulares. Esta tendencia, que tiene fácil justificación, refuerza la idea de que la recuperación inmobiliaria se va consolidando.
En Solvia ya hemos constatado y señalado en varias ocasiones, a través de nuestros estudios de mercado, que un porcentaje muy relevante de las compraventas de viviendas que se están cerrando en la actualidad se realizan entre particulares. El motivo es que estos, ante un escenario de recuperación del precio de la vivienda, han vuelto a poner a la venta sus inmuebles. Una circunstancia que, sin lugar a dudas, está impulsando el mercado de la intermediación, dado que una parte importante de este tipo de transacciones se canalizan a través de agentes inmobiliarios.
No obstante, el resurgir de las oficinas inmobiliarias y su futura evolución debe articularse de forma muy distinta a lo que hemos visto en los años de bonanza económica. A diferencia de lo que ocurrió antaño, este negocio requiere de una reconversión que le permita crecer no solamente en volumen y número de agencias. En la actualidad, el negocio de la intermediación inmobiliaria se encuentra fragmentado, con múltiples operadores, la mayor parte de ellos microempresas sin una infraestructura sólida, y con un alto nivel de competencia.
Si contrastamos la situación del mercado español, con otros mercados europeos, nos encontramos que en estos últimos, una mayor regulación en relación a garantizar el buen servicio al cliente comprador de vivienda, y una mayor competencia en términos de contenido de calidad en el asesoramiento (cualificación de agentes, transparencia de información, mejor experiencia de compraventa), ha llevado a una mayor concentración del sector de la intermediación.
En España, la recuperación de la actividad inmobiliaria ya está reflejando cambios: crecen las agencias, pero con un papel protagonista de las franquicias frente al agente individual. Todavía la calidad de servicio no aparece como un eje fundamental que facilite la concentración en el sector de la intermediación. Sin embargo, aparecerá. Y no lo decimos solamente por los comparables europeos, sino porque en cualquier sector, los clientes se sofistican y apuestan por el competidor que presta un mejor servicio, y en el sector inmobiliario, también.
Javier García del Río es director general de Solvia
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