_
_
_
_

España sufre su periodo más largo con el paro por encima del 20%

La economía española bate su récord de desempleo de principios de los noventa. Las personas sin trabajo aumentan en 11.900 en el primer trimestre

Manuel V. Gómez
Más información
El paro sube 11.900 desempleados en el primer trimestre del año
Seis regiones españolas están entre las diez con más paro de Europa
Los datos de la EPA como nunca los habías visto
In English: Spain breaks its own record for joblessness of over 20%

Cinco años y medio con una tasa de paro por encima del 20%. 66 meses seguidos. España, un país con una estrecha y odiosa relación con el desempleo, ha batido su propio récord al comienzo de 2016. Tampoco ha pasado mucho tiempo desde que sufriera un periodo similar, aunque ligeramente más corto, cinco años y tres meses. Lo hizo en mitad de los noventa. El 21% registrado entre enero y marzo lo ha llevado un trimestre más allá, pese a que España encadena ya casi dos años de recuperación laboral, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Incluso en su salida, la crisis sigue marcando hitos negativos en España, un país con una triste historia reciente en el mercado laboral. Desde que comenzó a caer el empleo en 2007 hasta que tocó suelo a principios de 2014, se llevó por delante uno de cada cinco puestos de trabajo, casi cuatro millones de empleos. A comienzos de 2013 estuvo en torno al 27% de paro. Ese mismo trimestre, el número de desempleados superó los 6,2 millones. Y ahora, cuando el país se encamina a otras elecciones generales apenas cuatro meses después de celebradas las anteriores, se rompe otro récord negro: por primera vez se registran cinco años y medio con una tasa de desempleo superando el 20%.

La encuesta de población activa (EPA) que el INE divulgó ayer no es mala en sus grandes números. Es verdad que entre enero y marzo subió el paro —11.900 desocupados más— y bajó el empleo —64.600 puestos de trabajo menos— pero también era el primer trimestre del año, una época tradicionalmente mala para el mercado laboral. Además, la tendencia de fondo del último año muestra que la recuperación avanza e, incluso, toma cierta fuerza. Los poco más de 18 millones de empleos del primer trimestre suponen un incremento anual del 3,3%, el ritmo más alto visto en los últimos años, y los 4,8 millones de parados, implican una reducción del 12%.

Incluso, cuando se ven las cifras desestacionalizadas —sin el efecto de las temporadas turísticas o las campañas agrícolas— se ve que la ocupación crece al 0,87% en el primer trimestre.

Aprovechando estos datos, el ministro de Economía, Luis de Guindos, trató de poner énfasis en esta aceleración en un acto organizado por Europa Press. Destacó que este año se crea más el empleo pese a que la economía se está frenando. El Banco de España ha señalado recientemente que en el primer trimestre el crecimiento fue del 0,7%, cuando el año pasado en las mismas fechas era del 0,9%.

Trabajos poco productivos

No obstante, como apunta el economista José Ignacio Conde-Ruiz, esta tendencia que en principio tiene esa lectura positiva, tiene otra que no lo es tanto: “Si se acelera la creación de empleo, como está pasando, cuando economía se frena, esto prueba que la productividad de los empleos que se están creando es muy baja. Son malos. El modelo está yendo a lo de siempre”.

Un dato que sostiene esta afirmación es la evolución del empleo temporal en el último año. En solo 13 meses, el número de trabajadores con un contrato eventual ha crecido un 10%, al pasar de 3,4 millones a 3,7. La tasa de temporalidad se sitúa así en el 25%, casi 1,5 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año anterior.

El empleo con fecha de caducidad ha sido la vía de salida habitual de las crisis laborales en España. Esta vez no es una excepción, pero que siga teniendo el empuje que tiene dos años después, también evidencia que los empresarios todavía ven el futuro con incertidumbre para firmar compromisos estables.

Cinco años y medio con una tasa de paro por encima del 20% y  ocho que ya van por encima del 10%, pesan. Y esto no solo se ve en la contratación y la precariedad. Hay otros indicadores que lo expresan con más crudeza. A saber: entre enero y marzo pasados, había 719.100 hogares en los que no entraba ningún tipo de ingresos; y en 1.610.900 hogares, ninguno de sus miembros tenía empleo alguno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_