“Si el Reino Unido deja Europa provocará una enorme incertidumbre”
“A veces la falta de Gobierno no resulta tan mala idea. Bélgica ha estado dos años sin él y los negocios van muy bien”
El relato se escribe por su final. Pierre Nanterme (Lyon, Francia, 1959) martillea con los nudillos la mesa de la sala de reuniones de la planta 31º de la Torre Picasso (Madrid), se levanta y exclama al despedirse: “¡Es inaceptable!” El presidente de una empresa que embarca a 373.000 personas en 55 países y mueve 31.000 millones de dólares (27.600 millones de euros) suele ser más reposado. Pero no con este tema. El elevado paro de los jóvenes y ese transitado discurso de aceptar una generación perdida le hiere. Al fin y al cabo la compañía que dirige, Accenture, ha contratado a 90.000 millennials y confía en el advenimiento digital como el gran remedio frente a la inequidad del mundo o la desigualdad de género. La tecnología convertida, paradojas de los tiempos, en el nuevo factor humano.
Pregunta. La consultoría atraviesa un cambio radical. ¿Es la tecnología el mayor de todos?
Respuesta. Sí. La tecnología está cambiando nuestra actividad. Sobre todo alrededor de la revolución digital. Necesitas transformar las ideas y los conceptos en aspectos mesurables para los clientes. Esta es la gran revolución.
P. ¿La disrupción digital está en sus comienzos?
R. Desde luego. Estamos al principio de lo que denomino las tres olas. La primera es el consumidor digital (supone mejorar la conexión entre el cliente y las compañías a través de ese espacio 2.0); la segunda, en la que nos hallamos, responde a la empresa digital. Los líderes necesitan reinventar sus organizaciones para dar mejores servicios a los clientes. A través, por ejemplo, del business intelligence. Y la tercera, que acaba de empezar, se refiere al Internet de la cosas. Conectar las plataformas de productos y el universo analytics.
P. Servicios digitales como movilidad, analytics, el Internet de las cosas, la nube y la ciberseguridad representan el 30%, unos 10.000 millones de dólares, de los más 31.000 millones que ingresa la compañía. ¿Cuál es su previsión para este año?
R. Siempre mejorar. Estamos embarcados en la mayor transformación de nuestra historia. En el último año todas esas actividades juntas que describe han superado los 10.000 millones de dólares. En nuestro Q1 de 2016 [primer trimestre del año fiscal] esta innovación supone ya el 38% de los ingresos. En dos años representará el 100%.
P. Pero esta transformación está alimentada por más de 38 adquisiciones de empresas en los últimos tres años. Algo, en principio, caro. ¿Seguirán este año con esta estrategia?
R. Sí. Nuestro propósito es continuar. Si quieres acelerar esa rotación necesitas invertir en estas nuevas tecnologías digitales. La estrategia es seguir invirtiendo en lo nuevo de una forma significativa. Dentro de nuestro año fiscal [finaliza el 31 de agosto] invertiremos entre 900 y 1.000 millones de dólares en compras.
P. Hablamos mucho de tecnología. ¿Qué hay de la gente? Dirige a 373.000 empleados.
R. El factor humano resulta esencial porque somos una compañía que se basa en el talento. Detrás de los servicios digitales hay personas. Somos 373.000 trabajadores y tenemos un programa claro para conseguir atraer a los más cualificados. Por eso invertimos 800 millones de dólares en formación todos los años. Resulta importante, ya que queremos contar con la mejor gente y la mejor formada. De hecho el año fiscal 2015 ha sido el más exitoso de nuestra historia en términos de promoción de profesionales (700) a la categoría de director general, que es la más alta de la firma.
P. Accenture ha sido muy activo contratando talento joven. El año pasado incorporaron a 90.000 millennials. ¿Qué planes tienen para España y el mundo?
R. Seguiremos contratando entre 80.000 y 90.000 personas al año. La estrategia es añadir talento en todas nuestras divisiones. En cualquier parte del mundo. En España contratamos a unos 2.000. Nuestra forma de incorporar trabajadores se basa en tres categorías: recién graduados, profesionales con experiencia y personas que proceden de las empresas que adquirimos.
P. Hoy en día las mujeres suponen el 20% de los directores generales de Accenture. ¿Cuándo cree que se puede dar la paridad?
R. ¡Ah! Es una muy buena pregunta y a la vez muy difícil. Va a tardar. Sobre todo en una empresa de nuestras dimensiones. Si fuéramos una start-up le diría que en seis meses. Pero queremos alcanzar una relación al 50%. Vamos en esa dirección. Por ejemplo, en el consejo de administración hay 10 personas y cuatro son mujeres. Es más, las divisiones de Norteamérica, India, Filipinas, China y Arabia Saudí están dirigidas por mujeres. Tenemos el problema de que contratamos a muchos profesionales procedentes de ciencias, matemáticas, ingeniería y tecnología, y en estas disciplinas solo el 20% son chicas. Aquí nuestro rango de reclutamiento es estrecho. Pero nos estamos esforzando para que haya más mujeres en los niveles más altos de la firma.
P. España lleva con un Gobierno en funciones desde hace un par de meses. ¿Qué consecuencias tiene para las inversiones?
R. Desde luego, “estabilidad” es una palabra clave en términos de inversión. Lo que no le gusta a los negocios, y tampoco a esta compañía, es el “factor desconocido”. De todas formas, España ha estado razonablemente estable así que un periodo de dos meses no importa. En ese tiempo no cambia el mundo. Podría decir lo mismo del Brexit. Está generando incertidumbre. Pero a veces la ausencia de Gobierno no resulta tan mala idea. Bélgica ha estado dos años sin él y los negocios van muy bien.
P. Pero lo que sí parece un mal negocio es el ‘Brexit’.
R. El Brexit está creando inestabilidad en el Viejo Continente. No soy británico así que no puedo ponerme en el lugar de sus habitantes. Sin embargo, me pongo en el papel de un líder empresarial mundial que observa la situación. Si el Reino Unido deja Europa provocaría una enorme incertidumbre en el continente. Por eso no estoy a favor de la salida británica. Sería un movimiento extremadamente desestabilizador.
P. Otro problema que desestabiliza es la enorme inequidad del mundo. ¿Qué propone para reducirla?
R. Es un tema muy importante. Es perniciosa porque genera enfado y una frustración masiva. Pero seamos sinceros: siempre van a haber diferencias. Sin embargo las desigualdades llevadas al extremo provocan fricciones importantes y situaciones inaceptables. El planeta está en una situación muy complicada. Si eres optimista puedes pensar que el mundo es mucho mejor que antes. Hay más clase media, menos pobreza. Si eres pesimista podrías poner encima de la mesa la crisis económica, los refugiados, la brecha creciente entre ricos y pobres. El mundo todavía evidencia demasiados desequilibrios. En este espacio, lo digital puede ser una forma de reducir la desigualdad.
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