Linde ve “factible” el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha validado este martes ante la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso de los Diputados las nuevas previsiones económicas del Gobierno de Mariano Rajoy, que ha calificado de “factibles en el contexto actual”. Los Presupuestos Generales del Estado prevén un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 3% en 2016, una tasa ligeramente superior a la prevista por el organismo que dirige Linde, y que el paro cierre el año próximo en el 19,7%, sustancialmente por debajo del 22,4% actual.

El Banco de España cree que, pese a los crecientes riesgos en el panorama internacional, el recién revisado cuadro macroeconómico español entra dentro de lo posible. “El escenario macroeconómico sobre el que se ha elaborado el proyecto de Presupuestos es, con ligeras diferencias al alza, similar a las previsiones del Banco de España y, con carácter más general, al consenso de los analistas”, ha subrayado el gobernador del supervisor bancario español en la apertura de las comparecencias en la Cámara baja sobre las cuentas públicas de 2016. “Vivimos una situación bastante excepcional en la que la economía española mantiene ganancias de competitividad y nuestras exportaciones siguen ganando cuota de mercado”, ha añadido. El máximo responsable del Banco de España ha valorado como “razonable” que la mejora de la situación cíclica y la reducción de los tipos de interés de la deuda pública puedan tener un “efecto positivo” sobre las cuentas públicas, tal y como prevé el Gobierno.

Pese a que sus palabras suponen un espaldarazo para el Ejecutivo central, Linde ha avertido de que esta combinación sin precedentes en las últimas décadas “no garantiza por sí misma su continuidad ni significa que España haya logrado superar suficientemente las consecuencias de la crisis iniciada en 2007” y ha señalado que España aún está lejos de haber superado “todos los factores de vulnerabilidad”. “Las dudas sobre la continuidad en el esfuerzo de reequilibrio macroeconómico, fiscal y financiero podrían poner fin y llevar a retrocesos en el enderezamiento conseguido. El legado de la crisis todavía es muy gravoso”. En este sentido, Linde ha mencionado la deuda pública —que se ha incrementado en 60 puntos sobre PIB desde el estallido de la crisis, en 2007— y la tasa de paro, todavía por encima del 22%.

El gobernador del Banco de España también ha defendido la continuidad de las políticas de consolidación fiscal —esto es, la contención del gasto público para reequilibrar las cuentas—, como única vía para contener el aumento de la deuda pública, así como la continuidad de las políticas de mejora de la competitividad. Todas ellas son, a su juicio, “fundamentales” para controlar los costes de financiación de la economía española y generar empleo, el mayor reto económico al que se enfrenta España. La moderación en las cuentas públicas sigue siendo, según Linde, el mejor ancla para “preservar la credibilidad y asegurar la estabilización del nivel de endeudamiento público”.

El gobernador del Banco de España ha reservado un lugar destacado en su discurso a loar la política monetaria “muy expansiva” del Banco Central Europeo (BCE). “Su tarea nos ha ayudado, nos ayuda y nos seguirá ayudando”, ha aseverado. En enero, el organismo dio un paso más allá en su estrategia —que su presidente, Mario Draghi resumió en su emblemático “haré todo lo necesario para sostener el euro”— al lanzar un plan de compra masiva de activos públicos y privados valorado en un billón de euros. Este programa se ha traducido en una mejora de las condiciones de financiación de Estados y empresas y en una fuerte depreciación del euro, que ha aumentado la competitividad exterior de las empresas españolas y europeas.

“Las exportaciones mantienen un ritmo de crecimiento elevado, aunque las importaciones han respondido con intensidad a la reactivación del gasto interno”, ha afirmado Linde. Según las cifras publicadas este martes por el Ministerio de Economía, el déficit comercial español ascendió a 11,480 millones entre enero y junio, con un crecimiento de las exportaciones del 4,9% interanual y un repunte de las importaciones del 4,2% a pesar de la fuerte caída en el precio del petróleo en el periodo, del que España es importador neto.

Salvo una leve mención en los primeros compases de su discurso, las referencias de Linde sobre el contexto económico internacional, que se ha deteriorado en la primera mitad del año, fueron escasas. El gobernador del Banco de España sí dejó entrever cierta “volatilidad” en el ámbito financiero global derivada de las “vicisitudes” de las negociaciones entre las autoridades griegas y las instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional o las “dudas” sobre la economía china y las del resto de países emergentes. Pero eludió referirse explícitamente al estancamiento económico de la eurozona, el principal mercado para los productos españoles. En el segundo trimestre de 2015, las dos mayores economías de la eurozona —Alemania y Francia— crecieron menos de lo previsto por el grueso de las casas de análisis. Linde tampoco hizo hincapié en la ralentización del comercio mundial, que se contrajo un 3,4% entre enero y mayo.