París corteja a las empresas emergentes
La capital francesa abre dos centros de desarrollo de ‘start-ups’
Alexia Tronel es economista. Tiene 28 años y colaboraba en ONG hasta que fundó con Caroline Perdrix una firma de moda: Atelier Bartavelle. En febrero del año pasado logró instalarse en una incubadora de la capital francesa: Les Ateliers de Paris. Durante este tiempo, ha pagado precios muy por debajo del mercado por el alquiler del espacio para trabajar, la han enseñado a organizar una empresa y se ha beneficiado de la visibilidad que ofrece el sistema. En febrero próximo Tronel tendrá que independizarse y dejar sitio a la siguiente. Experiencias como esta se van a multiplicar exponencialmente con la próxima apertura de dos gigantescas incubadoras que acogerán simultáneamente a 1.125 nuevos proyectos empresariales innovadores. París no se conforma con ser la ciudad más visitada del mundo. Quiere convertirse también en la capital de los emprendedores.
La iniciativa pública, y muy en especial la del Ayuntamiento de París, promueve ese nuevo tejido innovador y empresarial con pequeñas incubadoras. Les ateliers de Paris (Los talleres de París) es una de las más veteranas. Nació en 2006 y acoge a una decena de start-ups. Este año, la ciudad dará el salto con la apertura de Cargo, en la que podrán formarse simultáneamente 125 proyectos.
La iniciativa privada, sin embargo, le va a ganar por goleada el próximo año con la apertura de la Halle Freyssinet (La lonja Freyssinet), en el que convivirán hasta mil start-ups. La iniciativa está promovida por Xavier Niel, fundador de la empresa de internet Free y copropietario de Le Monde, que va a invertir en el proyecto un total de 200 millones de euros. Niel afirma que será la mayor incubadora del mundo.
La transformación de los dos grandes inmuebles en obras no puede estar más cargada de simbolismo. Tanto Cargo como Freyssinet son emblemas de la logística y la industria pesada del siglo XX, albergarán a centenares de emprendedores nativos digitales en un ambiente de conectividad total y diseño vanguardista.
Las incubadoras
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Les Ateliers de Paris fue una iniciativa municipal que abrió sus puertas en 2006. Acoge cada año a una decena de start-ups dedicadas al diseño y la moda. Tiene dos filiales.
La Halle Freyssinet será, por tamaño, la mayor incubadora del mundo, donde se alojarán a partir de septiembre del próximo año 1.000 start-ups.
El grupo gasístico Air Liquide ha abierto un iLab en el este de París para alojar a sus equipos de investigación y desarrollo.
Numa, también en el centro de la ciudad, es una incubadora nacida el año pasado y financiada por BNP Paribas, Orange, SNCF y Cisco que promueve la innovación digital.
Welcome city lab, también de iniciativa pública con participación privada, es un espacio de coworking para emprendedores en el terreno turístico.
Microsoft Ventures acoge a diez start-ups cada año en su incubadora de le Sentier, cerca del centro Georges Pompidou.
El Ayuntamiento de París abrirá Cargo en noviembre de este año. Acogerá a 125 emprendedores.
Le Tremplin, también una iniciativa municipal, ha acogido este año su primera promoción: 17 start-ups centradas en el deporte.
Cargo es un inmueble de 15.000 metros cuadrados y seis alturas muy adaptable donde conformar 125 unidades para otras tantas start-ups. La arquitecta Odile Decq se ha prestado estos días a mostrar las obras a los periodistas. Hay salas de reuniones, zonas comunes, cableado de fibra óptica y un diseño limpio y sencillo en blanco y negro. “Se trata de que la gente pueda trabajar en cualquier rincón, que se sientan cómodos”, explica.
Lo importante, como cuenta Jean-Louis Missika, adjunto a la alcaldía de París y responsable de desarrollo económico, es que los emprendedores encuentren aquí el acompañamiento necesario para crear su empresa y conectar con las grandes firmas, deseosas de aprovechar su talento. La entidad pública Paris & Co ya tiene larga experiencia en este asunto y ofrece a los que logren instalarse en Cargo a formar parte de su red de start-ups (200 incubadas solo en 2015). Noviembre marcará el pistoletazo de salida.
MODA Y TECNOLOGÍA
El sistema funciona. Les Ateliers de Paris ha albergado desde 2006 a más de cien emprendedores centrados en la moda y el diseño y ofrecido su consejo a más de 1.200. Su éxito ha facilitado la creación de Ateliers Paris Design y La Pépinière du Viaduc des Arts. Lograr un espacio tiene muchas más ventajas que intentar establecerse y lanzarse al mercado en solitario. El precio durante el primer año por cada puesto de trabajo es de 170 euros al mes. El segundo año, el precio se duplica. En el mercado libre los alquileres pueden llegar a ser muy superiores: según la consultora inmobiliaria CBRE, la renta media para oficinas sin remodelar en el área metropolitana de París es de 218 euros por metro cuadrado, sin impuestos.
Conseguir ese espacio tras superar las pruebas previas es una buena carta de presentación para la firma. La competencia es alta. El año pasado 160 emprendedores optaron a las 15 plazas que ofrecía Ateliers de Paris, dice su directora Françoise Seince. Los emprendedores disponen aquí de asesoramiento y tienen más a mano la participación en exposiciones, así como el intercambio entre ellos de experiencia. La visibilidad se multiplica. “Ellos tratan con la prensa. Que usted esté hoy aquí hablando conmigo es la prueba de esa mayor visibilidad”, dice Alexia Tronel.
La antigua instalación ferroviaria se ha quedado ya en el chasis y los obreros trabajan a destajo para acondicionar el lugar la gigantesca incubadora de la Halle Freyssinet . Serán 33.742 metros cuadrados al servicio de jóvenes talentos deseosos de montar su propia empresa y comercializar sus innovaciones. Estas se centrarán en el entorno digital y el mundo de las aplicaciones.
Habrá auditorio, salas de reuniones y pequeñas ciudades (ocho en cada nivel) con cocina, skype box, anfiteatro, cafeterías… Es un proyecto a sumar con el del Ayuntamiento, que acaricia la idea de atraer emprendedores extranjeros para convertir París en la meca de la innovación.
El peor escollo para conseguirlo es el precio de la vivienda. Missika es consciente de ello. “Ahí tenemos un problema. Es de lo que más se quejan los emprendedores, de la carestía de París”, dice. Son escollos que se quieren resolver parcialmente aumentando la oferta de suelo y construyendo una nueva red de metro, ya en marcha, más amplia que conecte el centro de la capital con la periferia. Es el llamado Gran París Express, que añadirá al metro actual 200 kilómetros de vías.
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