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El gigante japonés Softbank compra el 46% de la tecnológica catalana Beabloo

La compañía de telecomunicaciones pone 10 millones en su primera inversión en España

Lluís Pellicer
El consejero delegado de Beabloo, Jaume Portell.
El consejero delegado de Beabloo, Jaume Portell. Gianluca Battista

El gigante japonés de telecomunicaciones Softbank se ha hecho con el 46% de las acciones de la tecnológica catalana Beabloo tras liderar una inversión de diez millones de euros en la compañía, según han anunciado esta mañana ambas compañías. Esta es la primera adquisición en España que realiza la multinacional nipona, en cuya cartera tiene el 36,3% de la china Alibaba, el 79,9% de Sprint Corporation o el 42,9% de Yahoo Japan, de acuerdo con los datos de la última memoria anual del grupo. Con la entrada del operador en su accionariado, Beabloo dará el salto al mercado asiático, en especial Japón, China, Indonesia e India.

La empresa barcelonesa fue fundada en 2008. Su consejero delegado, Jaume Portell, había estado seis años al frente del área tecnológica de eDreams. Allí, cuenta, no solo se dedicaba a procurar que los servicios llegaran a tantos clientes como fuera posible. “Medíamos su impacto de forma sistemática para mejorar la experiencia del usuario”, explica. Esa era, precisamente, la principal carencia del comercio tradicional. “Tenían los mejores productos del mundo y millones de clientes, pero no llegaban a ellos de forma digital ni medían si sus actuaciones favorecían o no que la gente entrara al comercio”, continúa.

La empresa ha desarrollado un sistema digital  para conocer el comportamiento del cliente en un comercio

Babloo ofrece a las empresas servicios de marketing multinacanal para que los comerciantes se comuniquen a través del cliente a través de cualquier plataforma digital y tecnologías para analizar el comportamiento de los consumidores. La firma ha desarrollado un sistema de videoanálisis que permite detectar sin imágenes los movimientos de los clientes –se garantiza siempre su anonimato— en un establecimiento y en sus alrededores. Los datos se envían de forma automática a la nube y luego son interpretados por la compañía. “Una empresa puede saber con precisión cuántas personas entran en las tiendas, si son hombre o mujer, en qué parte de la tienda se detienen o cuánto rato aguardan en la cola. Se trata de escuchar activamente el cliente”, explica el consejero delegado.

Además de España, hoy la empresa está ya presente en China, Turquía, Reino Unido, Chile, China y Alemania. Más de 300 clientes usan sus sistemas, que se han implantado, por ejemplo, en establecimientos de Mango, Converse, Sainsbury, Halcón Viajes o Shell. También el aeropuerto de Beirut o las oficinas de TBC Bank los emplean. Precisamente, fue en China donde los socios de Beabloo entraron en contacto con ejecutivos de Softbank. Los directivos de la firma catalana llamaron a la puerta de Alibaba –una de las de mayor valor del mundo— para buscar un socio en el país. La firma japonesa vio enseguida que Beabloo podía ser un puente entre el mundo del e-commerce y el mundo real, así que puso en marcha una due dilligence para incorporarse en el accionariado de la compañía barcelonesa.

Softbank ha anunciado finalmente hoy su entrada en el capital de la empresa catalana. En el consejo de la tecnológica se integrarán dos miembros de la japonesa, mientras que el equipo fundador conservará tres sillas –la de Portell, Álex de Dios Perramon y Miquel Tey— y el 20% de la compañía. Otro 14% está en manos del family office Infema/Cofema, mientras que el resto corresponde a otros pequeños accionistas. De hecho, a lo largo de su vida la empresa ha ido recibiendo inyecciones de capital tanto público como privado, por lo que en la compañía están la red de inversores privados del Colegio de Economistas de Cataluña, el Ministerio de Industria o la agencia ACCIÓ, dependiente de la Generalitat. “El acuerdo nos da la solidez financiera necesaria para dar servicio durante muchos años y nos conecta con todo el tejido del mercado asiático”, señala Portell.

Beabloo facturó 1,4 millones de euros en 2014, pero los planes de la compañía pasan por multiplicar por diez esa cifra, según Portell. La empresa prevé duplicar su plantilla ubicada en el distrito del 22@ de Barcelona de 30 a 60 personas, mientras que se contrarán entre 15 y 20 personas más en China. 

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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