La UE pide datos a La Caixa por la subida de comisiones de cajeros
CaixaBank ha empezado a cobrar dos euros por sacar dinero de sus cajeros si no se es cliente del banco. Bruselas ha pedido “aclaraciones de este modelo de servicio".
CaixaBank ha cambiado el esquema de pagos en los cajeros al empezar a cobrar dos euros a los que sacan dinero si no son clientes suyos. Hasta ahora, el banco propietario de la tarjeta realizaba el cobro al usuario. El problema es que algunas entidades siguen cobrando a sus clientes, que también pagan a CaixaBank. Bruselas ha pedido “aclaraciones de este modelo de prestación de servicios y de su aplicación”, mientras otras entidades, como el Santander, podrían imitar a CaixaBank, que sostiene que cobra para rentabilizar su inversión.
España es uno de los países con más cajeros del mundo, con 50.441 máquinas instaladas. Algunos analistas asocian esta gran red a la costumbre española de utilizar efectivo, lo que propicia la economía sumergida. A final de 2014, en España los pagos electrónicos representan el 18% del total frente al 25% de media en Europa.
CaixaBank, filial de La Caixa, tiene 9.683 cajeros, lo que le convierte en claro líder del sector. Por eso, el cambio del sistema de cobro que ha implantado desde final de marzo ha tenido gran impacto entre los millones de clientes bancarios y las asociaciones de consumidores.
Los ecos de la medida han llegado hasta Bruselas, que se ha puesto en contacto con la entidad para conocer los detalles de la oferta. Según fuentes de CaixaBank, la Comisión Europea no ha realizado una petición formal de información ni considera que afecta a la competencia, sino que ha mandado una comunicación “para aclarar el modelo de prestaciones y cómo se va a aplicar”. La entidad recuerda que Bruselas conoce bien este modelo porque es el que se aplica en Alemania y se denomina access fee.
Hasta ahora, era el banco propietario de la tarjeta el que realizaba el cobro al usuario
Fuentes del mercado señalan que la Comisión quiere saber si CaixaBank puede aprovecharse de la llegada de millones de europeos a España de vacaciones para aplicarles esta comisión. CaixaBank asegura que no se va a cobrar a los extranjeros, al menos por ahora.
Pero hay otro problema más peliagudo: Europa y el Banco de España quieren estar seguros de que no se van a cobrar dos comisiones por un mismo servicio. Si CaixaBank cobra dos euros al usuario, el banco que emite la tarjeta no le puede aplicar otra tarifa adicional, como ahora está ocurriendo en algunos casos.
Las comisiones bancarias son libres
Desde la entrada en vigor de la Orden de Economía y Hacienda de 2011, las tarifas de las comisiones bancarias son libres. El Banco de España no puede denegar el cobro de comisiones bancarias, ni limitar sus importes, según la ley.
Las comisiones deben responder a servicios efectivamente prestados.No se puede cobrar por servicios que no haya solicitado o aceptado.
Cuando se modifiquen condiciones que afecten a contratos deberán comunicarse a los clientes afectados con antelación. Las entidades ya no están obligadas a remitirlas al Banco de España con antelación.
La nueva norma obliga a remitir al supervisor información trimestral, a posteriori, sobre los tipos y las comisiones habitualmente aplicadas y lo publica el supervisor.
CaixaBank asegura que ha renunciado a cobrar su tasa de intercambio al banco dueño de la tarjeta. Ahora esa tarifa es de unos 0,65 euros como mínimo, pero depende del volumen de la operación, de si es crédito o débito y la vinculación del cliente con el banco emisor de la tarjeta.
La entidad dirigida por Isidro Fainé afirma que “los emisores de las tarjetas no deberían seguir cobrando a sus clientes por sacar dinero de los cajeros de CaixaBank porque la operación no tiene coste para ellos y no se les aplica tasas. De hecho, lo dice la propia Comisión, que recuerda que en Alemania los emisores no cobran a los usuarios”. Algunos bancos consultados dicen que para ellos sí tienen gastos la emisión de las tarjetas. Si se siguen duplicando comisiones, el supervisor podría intervenir para aclarar quién debe dejar de cobrarlas.
El banco catalán defiende que su estrategia y que cuenta con el respaldo de Servired, la red a la que pertenece. Considera que tiene derecho a rentabilizar los cientos de millones de euros que invierte en cajeros, parte de su gasto en tecnología. En agosto pasado anunció que dedicaría 500 millones a desplegar una nueva generación de cajeros.
Al margen del tema de la posible doble comisión, la estrategia de CaixaBank cuenta con el apoyo del supervisor y del Gobierno porque creen que dificultar el acceso al efectivo frena la economía sumergida. También lo apoya Visa, y no se opone MasterCard, las dos marcas de soporte internacional de las tarjetas.
Sin embargo, la medida perjudica a las entidades pequeñas y ha provocado demandas de la OCU y Adicae por el perjuicio a los consumidores.
El problema es que algunos entidades siguen cobrando a sus clientes, que también pagan a CaixaBank
En el sector se considera que el anuncio de ING Direct, en enero, de “gratis la extracción de dinero en todos los cajeros” fue un revulsivo para esta medida. La gran banca cree que los pequeños que no invierten en cajeros, entre los que también está Bankinter con solo 400 máquinas, y se aprovechan de que pagan bajas tasas para hacer políticas comerciales muy agresivas.
El director de Pagos de ING Direct, Gonzalo Caselles, admite que CaixaBank ha provocado un cambio radical. “Ha sido una postura unilateral. Hay que ver la reacción de los supervisores porque puede limitar la competencia en algunas zonas donde tiene un dominio muy grande”. Este problema se puede agravar si otros gigantes, como el Santander, siguen los pasos de la entidad catalana. Por el momento, 4B, la red del Santander, ha estudiado el coste de la medida para sus clientes.
Si se produjera un efecto dominó, los pequeños tendrán que acudir a alianzas entre ellos, pero auguran fuertes quejas de los consumidores. Antonio Gallardo, de iAhorro, portal de comparación de productos financieros, apunta: “Desde luego es más que legítimo” el movimiento de CaixaBank “pero se pone una barrera de desarrollo a los pequeños bancos independientes y va contra el consumidor. En Holanda y Reino Unido los clientes pueden sacar dinero sin ningún coste”. El debate no ha hecho más que empezar.
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