Fomento decidirá en la junta de AENA si abre una batalla contra la CNMC
Competencia exige cambiar las tarifas en los aeropuertos y la gestora se opone
La primera junta de accionistas que celebrará el gestor aeroportuario AENA, prevista para el próximo 4 de junio, tiene visos de convertirse en el inicio de una batalla entre el Ministerio de Fomento y la CNMC, el organismo responsable de velar por la competencia. A petición de dos de los accionistas, los fondos TCI y Talos, en esa reunión se votarán “instrucciones para defender los intereses de AENA frente al recurso de la CNMC”. El Estado controla todavía el 51% de las acciones de la compañía de aeropuertos, por lo que estará en su mano abrir una guerra contra el supervisor.
El conflicto parte de un informe de la CNMC que pide cambiar el sistema de separación de costes de AENA
El conflicto lleva meses fraguándose. La CNMC publicó la semana pasada un informe que llevaba tiempo elaborando para analizar el sistema de separación de costes de las actividades aeroportuarias y comerciales de AENA. La opinión del supervisor es clara: el gestor aeroportuario no ha adoptado un sistema adecuado, por lo que debería cambiarlo. Y como consecuencia, tendrá que comenzar a bajar las tasas aeroportuarias a partir de 2016. Esa advertencia choca de lleno contra la estrategia de AENA, que no pretendía cambiar sus tarifas en los próximos años.
La dirección de AENA llevaba semanas temiéndose que Competencia se declarara en contra de su sistema de cálculo de costes. Creen que la CNMC se extralimita al criticarles, ya que si no hay ilegalidades, aunque no les guste el sistema no deberían exigir cambios, según fuentes cercanas a la compañía.
La polémica de las dos cajas de ingresos
El problema parte del cambio de estructura de AENA. Antes de ser privatizada, la compañía adoptó un sistema de doble caja o dual till. Esto significa que divide sus ingresos en dos partidas. Una hace referencia a las operaciones puramente aeroportuarias. Así, lo que cobra en tasas a las aerolíneas en los aeropuertos debe corresponderse con lo que cuestan las operaciones aeronáuticas.
Por otra parte, está la caja destinada a las actividades comerciales: incluye lo que AENA gana por los comercios, los restaurantes y los aparcamientos, entre otras cosas. Aquí la estrategia sí debe ir enfocada a lograr la mayor rentabilidad posible.
El problema es que para separar esos dos negocios, AENA calculó qué parte de los aeropuertos se usan exclusivamente para la actividad aeronáutica y qué zonas son comerciales. Según la CNMC, ese cálculo no se ha realizado correctamente, ya que AENA solo tiene en cuenta los metros cuadrados, y no otros aspectos. Competencia propone que se revise y se incluya la aportación que hace a la parte comercial, por ejemplo, el volumen de tráfico del aeropuerto o las conexiones internacionales. Advierte de que parte de los ingresos comerciales deben trasvasarse a la parte aeronáutica, y por tanto, las tasas a las aerolíneas deberán bajar, según su criterio, unas décimas en 2016 y entre el 2% y el 3% más adelante.
Golpe a los ingresos
Los accionistas de AENA critican que la CNMC está asumiendo “funciones fuera de su ámbito de competencia”. Reducir las tasas supone un golpe a las cuentas, ya que cada punto de tasas se traduce, aproximadamente en 25 millones de euros de ingresos. La compañía es cotizada, por lo que un cambio en sus previsiones de resultados puede afectar además al valor de sus títulos.
El Estado controla el 51% de AENA, por lo que estará en su mano abrir una guerra o no
La cuestión es que la CNMC tiene la sartén por el mango: en 2016, las tasas aeroportuarias deberán recibir su luz verde. Así que si considera que el sistema de cálculo no es adecuado, puede decidir forzar un cambio.
Fomento de momento no se ha pronunciado sobre el tema. Pero no podrá seguir evitándolo: deberá tomar partido en la junta con su voto a favor o en contra de emprender acciones para defender a AENA del dictamen de Competencia.
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