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Construcción

Saque la obra de su casa a concurso

Muchos arquitectos compiten para construir o reformar viviendas particulares a través de licitaciones privadas similares a las que hace la Administración pública

Sandra López Letón
Varios arquitectos proyectando el diseño de un inmueble.
Varios arquitectos proyectando el diseño de un inmueble.EDU BAYER

Corren tiempos convulsos para dibujar casas. La crisis ha afectado de lleno a los arquitectos españoles, cuya actividad ha sufrido una caída superior al 70%, señala José Antonio Granero, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Más de 7.000, de los casi 62.000 existentes, han emigrado ante la falta de oportunidades. Los principales destinos han sido Alemania, Reino Unido y Suiza. Fuera del continente europeo, han puesto rumbo a Chile y China, añaden en el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).

Los supervivientes, ávidos de encontrar encargos, han ido esquivando los sinsabores de la crisis inmobiliaria bajando honorarios, reciclándose o integrándose en colectivos. Pero, por encima de todo, echando mano de la innovación y la creatividad.

El próximo mes de febrero Robert y Hellen, dueños de una parcela de 70.000 metros cuadrados y una construcción en ruinas en Collado de la Vera (Extremadura), conocerán el nombre de los cuatro arquitectos que optan por construir su sueño: vivienda nueva para dos personas, casa de invitados y taller agrícola.

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Esta pareja de holandeses ha optado por la fórmula del concurso para que arquitectos nacionales e internacionales compitan por crear su vivienda. “El cliente evita la preocupación de contactar con un sinfín de arquitectos sin conocer su profesionalidad”, explican en Selecta Home, un nuevo modelo de negocio puesto en marcha por un grupo de jóvenes arquitectos hace un año. Ya han sido premiados en diferentes certámenes de emprendedores, como el Zinc Shower 2014 en Madrid. El matrimonio ahorrará un 14% de media respecto a los presupuestos que manejaba.

Se trata de un concurso privado —similar a los que convocan las administraciones públicas—, donde la empresa actúa de filtro y selecciona cuatro de los casi 30 estudios en cartera. Aunque la lista no es cerrada.

Cada arquitecto presenta su propuesta (con planos, secciones, infografías, maquetas y memorias), aunque todos deben ceñirse al presupuesto tope fijado por el cliente. “Los arquitectos no compiten tanto en números, como en calidad, y el cliente no se fija sólo en el precio y atiende a la arquitectura”, explica Joaquín Juberías, CEO de Selecta Home.

Es lo que ocurre en Alemania, Francia o Suiza, donde existen baremos de precios que obligan a que la competencia se produzca en la calidad de los servicios y no en los precios. En cambio, en España los honorarios están liberalizados. “La ley Omnibus prohibió la publicación de baremos orientativos”, señalan en el Sindicato de Arquitectos (SArq). “Se ha perdido la transparencia, que permitía conocer al cliente el importe de los servicios y lo que debían garantizar”, puntualiza Granero.

Así, Robert y Hellen saben que su bolsillo está a salvo y es indiferente si optan por un arquitecto de renombre, que los hay, o no. Los cuatro que compiten por hacer su casa son Carlos Quintans; SAMI Arquitectos (Inês Viera da Silva y Miguel Viera); Héctor Fernández Elorza; y Elii Arquitectos. Este último estudio es autor de House of Would (Madrid), uno de los 35 proyectos españoles que optan al premio internacional Mies van der Rohe.

A diferencia de los concursos convencionales en los que los estudios no ganadores no cobran, aquí perciben unos honorarios que asumen las empresas Porcelanosa y Siematic, marcas con las que se trabaja. Sus probabilidades son del 25%, frente al 0,50% de concursos más abiertos.

Antes de Extremadura, la experiencia ha sido probada en otros tres concursos, todos en la provincia de Alicante: un chalé en Calpe, una reforma integral en Denia y otra en la ciudad alicantina. La Raphosdy in Blue es el nombre de la propuesta que más ha seducido a una pareja madrileña para el diseño de un unifamiliar en su parcela de Calpe. Su presupuesto tope era de 450.000 euros. El alicantino y profesor de la Escuela Técnica Superior de Valencia, Manuel Lillo, ha sido el ganador.

Este tipo de concursos ya es un conocido entre las grandes promotoras inmobiliarias y consultoras. “Cada vez más convocan concursos restringidos entre equipos de arquitectos para seleccionar la mejor propuesta y es una inversión más que rentable”, apuntan en el COAM.

Es cierto que cualquier particular puede acudir a varios estudios por su cuenta, pero hay ciertos riesgos. En ocasiones, “es un proceso opaco y fomenta la competencia desleal, ya que algunos realizan ofertas temerarias a sabiendas de que luego van a sacarlo por otros sitios”, opinan en Selecta Home, que cobran por sus servicios un 0,5% de la obra.

Frente al paro, rehabilitación

La precariedad es la tónica de la situación laboral de los arquitectos en España. Según el tercer estudio laboral sobre el sector de la arquitectura elaborado por el Sindicato de Arquitectos (SArq), sólo un 24% de los que trabaja en el sector consigue ganarse la vida como arquitecto cobrando por encima de los 1.000 euros mensuales. Sin embargo, el 71% de los profesionales de este sector se encuentra sin trabajo, empleado ilegalmente o con sueldos inferiores a 1.000 euros. El paro efectivo afecta al 50% de los arquitectos, aunque sólo el 30% lo admite.

Aunque se ha observado en los últimos meses del 2014 un incremento del número de visados que tramitan los colegios de arquitectos, “se trata de una cuestión puntual y no generalizada en el conjunto del territorio y este año no va a ser muy diferente a los anteriores”, creen en el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. Su as en la manga es la reforma. “La rehabilitación integral de los edificios se percibe como la principal apuesta en el escenario socioeconómico del país, como ya ocurre en el resto de países europeos”, explican.

La experiencia de estos jóvenes arquitectos en diferentes países y estudios, como los de Dominique Perrault o Menis Arquitectos, les ha permitido observar con ojos críticos la actual situación de la construcción en España caracterizada “por la inadmisible falta de profesionalidad, desinformación, transparencia económica y exceso de competencia”. Creen que es el momento para innovar.

Ellos y otros muchos apuestan por la gestión llave en mano. El cliente tiene la opción de dejar en sus manos todo el proceso y, en ocasiones, sin coste adicional.

La incursión del low cost ha sido otra respuesta a la crisis. “Se trataba de abaratar la construcción para que el cliente medio pudiera seguir teniendo acceso a una vivienda”, indica Carlos Sanz, de Xaloc Arquitectos, que “lamentablemente desde hace unos años no hemos podido hacer obra nueva, sólo reforma”. El problema es que muchos arquitectos están tirando los honorarios por los suelos y hay una competencia brutal. “A veces ves bajadas temerarias con las que seguramente perderán dinero para mantener abierto el estudio”, cuenta Sanz.

Y eso que los precios en España son muy inferiores a los europeos, donde oscilan entre un 12% y un 20% de la obra. Aquí cobran “menos del 2% del valor final de la vivienda y, además, son responsables del proyecto y dirección de la obra”, dice Granero. Antes, ese porcentaje era del 7%. Eso sí, los arquitectos estrella manejan otras cuentas. “Algunos de los nombres más cotizados pueden estar entre el 12% y el 15% del presupuesto de ejecución material de una vivienda unifamiliar de lujo”, dice Nuria del Val, responsable de Proyectos de Tétris, departamento de Arquitectura de JLL.

Los colectivos han sido la baza de algunos otros arquitectos para sortear la crisis. Se trata de organizar el estudio en una concepción no jerárquica y asamblearia. Es la arquitectura sin arquitectos. Los colectivos, que huyen de la idea individualista del autor, son una tradición alternativa al trabajo convencional que ya existía y que la crisis ha reforzado. 

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Sobre la firma

Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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