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Los hipermercados trasladan al surtidor la guerra de precios

El coste de los combustibles baja a niveles de 2010 por la caída de las materias primas El gasóleo a menos de un euro, el nuevo gancho de los supermercados

Cristina Delgado
Un hombre reposta en un gasolinera que vende gasoil por 0,99 euros
Un hombre reposta en un gasolinera que vende gasoil por 0,99 eurosPere Duran

Una treintena de coches hacía cola este domingo la mañana en la gasolinera de un centro comercial de Alcorcón, Madrid. Era una de las estaciones con el combustible más barato de toda la comunidad: el litro de gasolina valía 1,03 euros. El de gasóleo, 0,98 euros. La gasolinera pertenece a un hipermercado de Alcampo, que ha estampado su marca en todos los surtidores. Un panel a la entrada recordaba que, con la tarjeta de cliente habitual, descontaban otros cinco céntimos por cada litro. La intensa bajada de precios de las materias primas ha colocado el de los combustibles a niveles de hace cuatro años y las grandes superficies han convertido los carburantes en la palanca con la que llenar sus tiendas: diésel, por menos de un euro.

Los agricultores llevan meses denunciando que muchos supermercados venden productos como el pollo o el vino por debajo del precio de producción. Son artículos gancho, con los que llenan sus folletos promocionales. Los clientes que van en busca de esas ofertas acaban llenando el carrito también con otros artículos. Y ahora los hipermercados han encontrado otro reclamo todavía más goloso: el combustible.

Llenar el depósito es cerca de 12 euros más barato ahora que al inicio de 2014

Por menos de un euro el litro, el diésel no solo se puede encontrar en Alcorcón. En la comunidad de Madrid es la tarifa que cuelga en los paneles de, al menos, las gasolineras de otros tres hipermercados de Alcampo y cuatro de E.Leclerc. En Girona y Tarragona también usan la misma táctica supermercados de Condis, Bonpreu —con la marca Esclatoil— o Simply. En Murcia y León se apunta la cadena E.Leclerc. Y Eroski lo hace en sus gasolineras de varias provincias, entre ellas Alicante. En Huesca es el grupo de alimentación BonÀrea el que promociona el diésel más barato: a 0,94 euros el litro junto a cuatro de sus tiendas, según la base de datos que actualiza diariamente el Ministerio de Industria.

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La bajada de precio de las materias primas ha servido en bandeja la estrategia de marketing a las grandes superficies. Sus ofertas son agresivas, ya que el precio medio de venta en España era la semana pasada de 1,21 euros para la gasolina y 1,16 euros para el diésel, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea. Las promociones serían imposibles si no fuera porque el barril de petróleo se ha hundido y, como consecuencia, la cotización internacional del combustible también. Desde enero el petróleo brent, de referencia en Europa, se ha abaratado más del 45%, de 112 dólares a menos de 60 dólares el barril.

El precio medio de la gasolina esta semana (1,21 euros) era el más bajo desde noviembre de 2010. El del gasóleo (1,16 euros), el menor desde diciembre de ese mismo año. A lo largo de 2014 el diésel (el combustible más común en España, que utilizan el 60% de los vehículos) se ha abaratado 19 céntimos, un 14%. Esto significa que llenar el depósito de un coche —de 60 litros de media— cuesta 69,6 euros ahora. Al inicio del año valía 81,4 euros.

Al tiempo que las materias primas bajan de precios, las petroleras se han lanzado a tratar de explicar por qué la rebaja que llega a los surtidores es del 14% y la del barril de crudo supera el 40%. La brecha, insiste la Asociación Española de Operadores Petrolíferos (AOP), es necesaria, ya que hasta llegar a la gasolinera el petróleo pasa por muchas manos: las de las refinerías, los importadores, los transportistas, el enorme peso de los impuestos (que suponen cerca del 50% de los precios finales) y el margen de las gasolineras. A esto se suma la revalorización del dólar —moneda a la que cotiza el petróleo— respecto al euro que diluye parte de la rebaja.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha convertido en la mirada más crítica a la que se enfrentan las petroleras. El supervisor elabora cada mes un extenso informe, y pone de manifiesto si las empresas aprovechan la rebaja de las materias primas para pellizcar unos céntimos con los que alimentar sus márgenes. En el informe de noviembre, la CNMC reconoció que los precios de venta al público (PVP) estaban bajando, pero denunció que las gasolineras, de media, no siempre trasladan a sus tarifas toda la caída. “Los márgenes brutos promedio aumentaron en noviembre con respecto a los del mes anterior, situándose en 18 céntimos por litro para la gasolina 95 (0,3% más, lo que supone un aumento de 0,06 céntimos de litro) y en 17,5 céntimos por litro para el gasóleo A (0,9% más, lo que supone 0,16 céntimos por litro)”, calculó.

Las tarifas son más bajas en estaciones independientes que en grandes cadenas

En ese informe, la CNMC también recoge la batalla de precios. Lo primero que constata es que el combustible es más económico en las estaciones independientes que en aquellas que pertenecen a una cadena (el litro es entre 2,8 y 4,2 céntimos más barato). Y dentro de las gasolineras independientes, los hipermercados son los que aplican las tarifas más reducidas. En noviembre, de media, vendían la gasolina a 1,28 euros y el diésel a 1,20, tras aplicar bajadas con respecto a octubre del 4,8% y el 3,3% respectivamente.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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