Japón reconoce que la contracción de su economía es mayor de lo anunciado
El Gobierno revisa la caída del PIB del tercer trimestre en tres décimas hasta el 1,9%
La caída de la economía japonesa durante el tercer trimestre del año fue superior a lo que se estimó inicialmente. Los datos definitivos, divulgados este lunes por el Gobierno, señalan que la tercera economía mundial se contrajo un 0,5% en el tercer trimestre —o a una tasa anualizada del 1,9%- frente al 0,4% -1,6% anualizado— que se estimó hace apenas tres semanas. El dato confirma la cuarta recesión del país desde el año 2008 al acumular dos trimestres de caídas de forma consecutiva, después de que entre abril y junio la economía se contrajera un 1,9% por el impacto de la subida del IVA.
La revisión a la baja se debió al menor gasto de las empresas y el sector público, mientras que el consumo interno, el mayor componente del PIB nipón representando un 60% del total, no sufrió cambios respecto a la estimación inicial (subió un modesto 0,4%).
Los números rojos en Japón se justifican por el alza del IVA de pasado abril, que pasó del 5% al 8%. La subida impositiva hundió el consumo durante los meses siguientes —muchos ciudadanos habían adelantado sus compras ante el inminente incremento de precios— y la economía se resintió más tiempo de lo esperado. La entrada en recesión y la estrategia política llevaron al primer ministro, Shinzo Abe, a aplazar un año y medio la siguiente subida de impuestos, que aumenbtará el tipo de gravamen hasta el 10%, y a convocar elecciones anticipadas para refrendar su política económica. Los comicios se celebrarán este domingo con la previsión de que Abe revalide su apoyo en las urnas y consiga una amplia mayoría.
Todo parece indicar, sin embargo, que esta recesión no durará mucho más. Los indicadores mensuales sobre la confianza empresarial, la inversión o el comercio exterior muestran una leve mejoría. Hoy se conoció que el país registró un superávit de la balanza por cuenta corriente por cuarto mes consecutivo gracias al mayor rendimiento de las inversiones en el extranjero por la depreciación del yen. La balanza comercial siguió registrando un déficit a pesar de que las exportaciones crecieron un 11,2 por ciento interanual.
“Creemos que la recuperación económica se confirmará a partir del cuarto trimestre en adelante, ya que el círculo entre producción, ingresos y gastos sigue intacto y las perspectivas son buenas”, predice el servicio de estudios del banco Nomura. Los inversores tampoco reaccionaron a este último bache: a media jornada la Bolsa de Tokio subía un exiguo 0,01% tras superar momentáneamente los 18.000 puntos, un umbral que no se alcanzaba desde julio de 2007.
La continua caída del valor del yen y del precio del petróleo también aumentan las posibilidades de que Japón salga más pronto que tarde de la recesión. Además, los mercados confían en que Abe conseguirá una nueva mayoría este domingo y seguirá adelante con la Abeconomía, la estrategia del primer ministro para reflotar la economía japonesa basada en el aumento del gasto público, el estímulo monetario y las reformas estructurales.
“El aumento del gasto en forma de un presupuesto suplementario en 2014 y la reciente ampliación del programa de estímulos del Banco de Japón, junto al aplazamiento de la subida de impuestos, impulsarán la economía”, señala el informe de Nomura. Los analistas coinciden, sin embargo, que estas políticas keynesianas deben ir acompañadas de una mayor decisión a la hora de impulsar las reformas estructurales que ayuden a reducir la deuda pública, que roza el 240% del PIB y supone una gran amenaza a la salud de las finanzas públicas del país. Unos cambios para los que Abe necesita tiempo, mano izquierda y poder, algo que intentará conseguir este domingo.
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